capitulo 7:

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Narración normal:

Shoyo y Kenma se encontraban en un parque cerca de la casa del segundo. Habían llevado a los hijos de este para que se distrajeran.

-Mmm ¿Cómo te sientes?- pregunto el de cabellos castaños

-Estoy muy feliz, emocionado y también nervioso... ¿Cómo te sentías tu?

El mayor pareció pensarlo un poco antes de contestar -Cansado, aburrido... Kuroo no me dejaba hacer nada. Me trataba como un niño, me llamaba a cada rato para saber cómo estaba

-Tobio se la pasa a mi lado y cuando tiene que ir a entrenar me llama en sus descansos para saber cómo estoy- Una sonrisa escapó de los labios del pelinaranja -Lo único que me molesta es el endreido de Hoshiumi. Se la pasa pegado a mi Tobio, el otro día lo dejo oliendo a sus feromonas y nada más olerlo me hacía sentir náuseas

-¿Ya le dijiste a Kageyama?

-Ya, dijo que lo ignorara... Solo que me sigue molestando

Antes de recibir respuesta una linda niña castaña llamo a su "madre" -Mami ¿Podemos comer helado?- pregunto tierna la niña mientras su hermano estaba detrás de ella

-Que buena idea Tami, vamos por helado ¿Se te antoja uno Shoyo?- se levantó de la tomando las manitas de sus mellizos

-¡Claro!- Siguió a la familia a un local del otro lado de la calle

-Yo quiero uno de chocolate con chispitas- Pidió Taro en cuanto llego su turbo de pedir

-Y yo quiero de kiwi por favor- Fue el turno de Tami

-¿Tu de que quieres Shoyo?- Volteó a ver a su amigo para preguntar

-Yo quiero de vainilla con chocolate y chispitas de fresa por favor

Los niños voltearon a ver al mayor con duda en su rostro, pero su madre les entrego sus helados -Yo también quiero de kiwi

Después de pagar y recibir sus helados regresaron al parque, tomaron asiento nuevamente en la banca, está vez acompañados de los mellizos.

-Tío Shoyo ¿Tu bebé también come helado?- pregunto inocente Taro

-Claro que no Taro, los bebés no comen helado- "Regaño" su hermana -¿Verdad mamá?

-Tecnicamente mientras los bebés están en la panza de las mamás comen todo lo que su mamá coma- un pensamiento nada inocente atravesó su mente y un sonrojo apareció en sus mejillas

-Tus hijos están presentes- Regaño el Shoyo

-No entienden de todos modos

-Mami ya acabamos ¿Podemos ir a jugar?

-Un rato más, ya casi nos vamos- los niños no esperaron más y corrieron a los juegos -Asi se cansan más rápido

-Eres "una madre" muy rara. Los mellizos son muy lindos y tranquilos

-Cuando están conmigo, siempre que están con su papá no hay quien los paré, es cansado- Dirigió su vista a dónde estaban sus hijos y sonrió -No se que haría sin ellos, mi vida sería muy aburrida. Son idénticos a el... Y los amo

Shoyo lo miro sorprendido, sabía que su amigo era algo frío respecto a sus sentimientos, a su punto de vista sus únicos intereses eran los videojuegos y el voleibol, claro el segundo después de conocerlo le empezó a interesar de verdad. Se sorprendió cuando se enteró que ese chico extraño tenía novio, pero fue aún más sorprendente cuando supo que estaba esperando a "su primer hijo", nunca imagino que Kenma quisiera tener hijos. Quizás no era la madre modelo pero sus hijos lo respetaban y amaban, cada que llegaba a visitarlos los tres estaban jugando videojuegos, dibujando o practicando voleibol, obviamente no los obligaba a practicar lo último pero los niños admiraban esa faceta de sus padres.

En realidad sus pensamientos sobre que su amigo no quisiera hijos era real, no estaba en los planes de Kenma quedar embarazado y menos tener gemelos, y lo confirmo cuando en una plática salió una broma sobre que el tuviera otro hijo, rápidamente lo callo y le dijo que no, jamás volviera a decir eso. Era Kenma de quién hablamos y para el era muy cansado tan siquiera pensar en pasar por otro embarazo y etapa de pañales.

Regresaron al departamento de la familia, los niños llegaron a jugar con sus juguetes mientras los omegas seguían charlando en la sala.

-Espero que ya no tarde Tobio, estoy cansado

-Tambien espero que no tarde Tetsu, quiero jugar un rato y el cuida a los niños en lo que se quedan dormidos

-Tienen una buena dinámica. Me preguntó cómo será Tobio con su hijo

No paso mucho para que tocaran la puerta. Era Tobio que había ido a recoger a su esposo, ambos se despidieron de los niños y su madre. Durante el camino a casa platicaron sobre su día, el pelinegro se veía cansado, estaban de acuerdo en que llegando a casa tomarían un baño y dormirían.

Ver a la familia que Kenma había logrado construir le dio tranquilidad a Shoyo, ya tenía referencias con sus amigos pero hablar con Kenma era diferente por alguna razón, agradecía el poder tener amigos que lo apoyaran.

ᗪᗴᗪᑭᑌᗴՏ ᗪᗴᒪ ᑭᗩᖇTIᗪO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora