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Joder, se enojó

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Joder, se enojó.

Su rostro se arrugó con furia; vi como apretó los labios para contenerse y no gritarme. Sus mejillas adquiriendo una tonalidad más roja gracias a su creciente ira que solo iba en ascenso.

Fue un jodido espectáculo que me permití disfrutar cada puto segundo. Me gustó hacerla recordar su maldito lugar en todo esto y quien es el jefe aquí.

Fue sencillo mantenerla lejos de mi pese a trabajar solo a unos pocos metros de distancia. Incluso quise molestarla un poco gimiendo intencionalmente más fuerte de lo que en realidad lo haría. Pero claro, es Larsen, siempre encuentra una forma de molestarme.

No contaba que al salir de mi oficina encontraría a Mateo prácticamente desnudamdola con los ojos.

Al infeliz solo le faltaba escribirse en la frente: 'Te quiero coger' eran malditamentes obvias sus intenciones.

Y a ella, ¿Cómo se le ocurrió estar de coqueta con el imbécil? No me engaña, la vi sonreírle. Le estaba sonriendo a ese maldito.

Mateo no es bueno para ella, ¿Por qué putas no lo ve? Solo buscaba cogersela y experimentar un poco. Tal vez fastidiarme con ello un tiempo y regocijarse cuando llegase a desvirgarla.

Mierda.

El solo pensamiento de eso me hace querer matarlo con mis propias manos, arrancar con mis uñas la piel de su cuerpo mientras miro como se retuerse bañado en sangre.

Puede tocar todas las que se le dé la gana pero a Larsen, a ella no puede siquiera dirigirle una mirada. ¿Sueno cómo un maldito posesivo? Sí, me importa un carajo, ella es mi secretaria, solo mía.

No voy a dejar que nadie quiera joder a Larsen por la sencilla razón de que ella se merece más que toda esta jodida avalancha de asesinos y corruptos a la que la arrastré. Ninguna de las personas que la rodeaban son inocentes. Ninguno es merecedor de tenerla a su lado, incluyendome.

«Hice una promesa y solo la romperé el día que deje de respirar»

Aunque no la quiero para nada romántico o carnal, demonios, me preocupa su seguridad y bienestar, si veo a un infeliz queriendo ir mas allá con ella me daré la tarea de asesinarlo.

Las ganas de romperle el cuello a Mateo me sobran pero teniendo el problema de Jake encima no puedo darme el lujo de deshacerme de él solo porque si, al menos no aún.

Cerré los ojos unos segundos, me sentía del carajo. Llevaba dos noches seguidas sin dormir y ya estaban haciendo mella en mi cuerpo, no me había duchado y menos comido algo que no fuera whisky. Un gran trozo de pastel de ese que hace Larsen estaría muy bien para mí estómago el cual rugía y exigía ser alimentado.

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⏰ Última actualización: Oct 21 ⏰

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