Prólogo

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Esta historia está altamente inspirada en "Secreto en la Montaña" pero no lleva la misma historia, no del todo.

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Pov Simon Riley.

Recuerdo que esa mañana era mucho más calurosa de lo que acostumbraba serlo en ese pueblo, los primeros rayos de sol que entraban por mi ventana, acariciaron mi rostro, casi confundí ese tacto tan cálido con las caricias que tú solías darme para que despertara, cuando aún despertaba y estabas a mi lado, sonriéndome como la primera vez que nos vimos, cuando nos conocimos. Ese día había conocido mi futuro y nisiquiera lo sabía, y ahora estoy como idiota sonriendo cada vez que te recuerdo, no estoy dispuesto a rendirme contigo...seguiré intentando hasta que nuevamente caigas en mis brazos como esa vez, la primera vez que pude sentir el néctar de tus labios, la calidez de tus manos y la tranquilidad de tu compañía, también el fuego que crecía en mi pecho cada vez que rozabas mi cuerpo, buscando provocarme, sabiendo lo que venía después, aunque claro que era lo que buscabas, siempre lo hacías a propósito.

Motivado por todos aquellos recuerdos es que finalmente me levanté, dispuesto a volver a mi rutina de ese día, mi día comenzaba con una visita al rancho de tu familia, siempre estabas trabajando allí temprano incluso antes de que el personal que trabajaba en esas tierras llegara, era la oportunidad perfecta para llevarte flores. Sabía que si en verdad estabas harto de mí como lo decías no aceptarías mis flores, siquiera me permitirías el paso a tus tierras, solo era una fachada que te costaba mantener en pie, al igual que ese compromiso con la mujer que supuestamente amabas con todo tu ser, mentiras. Sé leerte por completo, he desnudado tu alma de tal manera que pareciera que conozco quien eras hasta en tus vidas pasadas...conozco cada parte de ti como ninguna otra persona en el mundo podrá hacerlo, conozco cada una de tus facetas, desde la más vulnerable hasta la más posesiva. Cada fibra de tu cuerpo me pertenece y siempre será mía, no hay ser humano en la tierra que pueda interponerse entre lo que sentimos por el otro, nisiquiera tú mismo...porque sabes, aunque niegues seguir amandome, que siempre seré yo quien te haga temblar, quien te haga suspirar y llorar, porque sé muy bien que todas las noches llorar por no poder besarme otra vez.

--Buenos días, Jhon...--Mi voz llamó tu atención, frunsiste el entrecejo al verme pero sé que cuando volteaste sonreiste por poder verme nuevamente, sabes que no voy a rendirme, eso es lo que más feliz te hace, pero sigues sintiendo miedo por culpa de terceros...si supieras que estoy dispuesto a morir por ti, de hecho...lo sabes, pero eso es lo que más miedo te da, lo llamas estupidez, yo lo llamo amor.

--¿Qué haces otra vez en mis tierras, Riley?--Tu indiferencia fingida solo hace que mis ganas de besarte incrementen, todo ese rechazo hacia mí con el que actúas solo hace que quiera arrastrarte hasta el granero y volver a hacerte mío...pero en este momento no sé si resistirías a ese mismo deseo o dejarías que haga de ti lo que quiera.--Ya le he dicho que no volviera a venir...

--¿Por qué tanta formalidad, Jhonny?--Me acerqué a ti, estabas atento a cada movimiento que hiciera y creías que no lo notaba, pero mis ojos estaban puestos en los tuyos, sabiendo que amabas tenerme tan cerca después de tanto tiempo resistiendote a tocarme.--Siempre te ha gustado que sea...informal contigo.--El rojo de tus mejillas era evidente por mis palabras, algo de doble sentido que recordaba todas las noches en las que no dormíamos, sino que disfrutábamos de la pasión que sentíamos por el otro.--¿Vas a seguir rechazandome?--Me quité el sombrero, sacando de mis espaldas el ramo de flores del día, se había vuelto costumbre desde que decidiste acabar con todo que te trajera un ramo de flores en forma de cortejo, amaba ver lo nervioso que te ponías por ese simple gesto...pero más amaría que dejaras de ser indiferente y aceptaras que aún me amas.

--En efecto, Riley...seguiré rechazandolo hasta que en su cabeza entre la idea de que no deseo saber nada de usted...--Mientes, eres tan descarado de decir que no me amas aún cuando en tus ojos veo ese anhelo de que siga viniendo a verte, si vuelvo a escucharte decir que amas a esa mujer no voy a contenerme, ni mucho menos tendré respeto por tu supuesto compromiso con el cual estás "feliz".--Debería dejar de venir, no quisiera tener que tomar medidas...

--¿Qué medidas, Jhonny? ¿Acaso vas a evitar mi entrada a este lugar? ¿Vas a seguir mintiendome, diciéndome que te haz olvidado de mí? ¿Acaso crees que creo una sola de tus palabras cuando me miras de esa manera?--Tus ojos no mienten, tu mirada está llena de esperanza, de un brillo de fe por poder volver a estar juntos, sabes que no puedes mentirme...

--Estoy comprometido, Simon.--Por fin te dignas a decir mi nombre, pero eso solo es una prueba de tu desespero porque te crea, sabes que no lo haré, sabes que seguiré viniendo aún cuando estés casados, si es que permito que eso pase, lo cual no será así.

--No la amas...--Fui directo, paso a paso fui acercándome con seriedad, dejando el ramo de flores sobre una pila de heno mientras sigo avanzando hacia ti, te sentiste intimidado porque no me detuviste...o tal vez no querías que parara, solo retrocediste hasta que se te acabó el paso y pude acorralarte, jamás olvidaré como tu respiración se había agitado, como tus ojos se habían llenado de desesperación por sentir mis manos sobre ti...solo querías sentirme un poco, al igual que yo.--Aún me perteneces...sigo siendo la causa de tus suspiros, mírate ahora...tan desesperado por tenerme tan cerca, me deseas aún...tanto como yo a ti...como el primer día.

--Simon...--No podías negarte aunque lo intentaras, tus instintos eran mucho más fuertes que el miedo que sentías en tu pecho, tus manos se guiaron por sí solas a mi pecho, recorriendo mi cuerpo hasta llegar a mi cuello, las mías fueron directo a tu cintura, pegandote a mí tanto como podía. Tu sombrero calló al suelo en cuanto me acerqué a besarte, ya no podías negarte, cada excusa que pusieras luego de esto no tendría validez, no cuando correspondías mis provocaciones de la manera en la que lo hacías, moviendo tus labios a la par de los míos como si fueses a morir por besarme una última vez...no puedes negarte, Jhonny...eres mío, siempre lo serás.

Ser interrumpidos en ese momento era lo que menos quería, justo cuando había logrado poder volver a tener tus labios, pero ya era la hora en la que los trabajadores de tus tierras habían llegado, no quise separarme, me negé a la idea de dejarte ir en ese momento aún cuando me lo suplicabas. Tomé tu mano y te arrastré hacia el granero no muy lejos de ahí, acabaría lo que había empezado y sabía que no podrías detenerme cuando lo deseabas tanto como yo. En cuestión de segundos mis manos estaban recorriendo tu cuerpo, tal y como lo habían hecho mil veces antes, tus suspiros sonaban en sincronía con los míos, lastimosamente tuve que callar tus suplicas con mis besos, aún cuando deseaba escuchar el producto de estar haciéndote mío nuevamente, lo estabas disfrutando...tanto como siempre, todo de ti me lo decía, tu cuerpo, tus suspiros, todo...me odiarías después de esto, pero valía la pena, sabía que no me impedirías llegar nuevamente a verte mañana, porque amabas que viniera a recordarte que aún te amo.

Ninguno de los dos estábamos satisfechos, estando juntos nunca nada era suficiente, estabas molesto conmigo pero eso no te impedía descansar en mis brazos mientras acariciaba tu espalda, no valía la pena que vuelvas a negarme que me amas, no después de lo que habíamos hecho, solo reí al escuchar tus quejas y eso solo te molestó aún más. Miré a tus ojos mientras seguía acariciando tu espalda y volví a recordartelo.--Te amo...--Te quedaste en silencio, ignorando mi mirada, de no ser por el silencio del lugar no hubiese escuchado tu murmuro, "Yo igual" sonreí al escuchar esa respuesta indirecta, amando saber que por fin habías admitido que todo había sido una mentira, el que no me amabas, el que amabas a esa mujer, que ya no querías saber de mí, que te había hartado...todo era mentira, siempre lo supe...pero que lo admitieras era un alivio para mi corazón, estaba cada vez más cerca de tenerte conmigo de nuevo, era lo que más me emocionaba sin dudas, porque no había nada en este mundo que desee más que tenerte todo para mí, Jhon MacTavish.

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Me fui de ese lugar con una sonrisa y la vista en alto, con el saber de que aún morías por que te tocara, por saber que aún amabas que tentara tu paciencia...nunca fuiste bueno mintiendome, Jhonny.

Comprendo tu miedo, pero no dejaré que nadie nos separe, conocerte ha sido una de las mayores fortunas de mi vida y debo decir que me sobran dedos para contar cuantas han sido, amarte ha sido mi favorita y no pienso perder esa alegría solo por lo que los demás crean. No siento vergüenza de lo que siento, sé que tú tampoco, sé que la razón de que me alejes no es causada por la vergüenza de ser llamado "poco hombre" o "Marica" jamás te ha importado nada de eso, siempre me lo haz dicho...pero sé que tu miedo de verme muerto es causa suficiente, tal vez yo hubiese hecho lo mismo si tu vida hubiese estado en riesgo...pero no podría mantenerte lejos, yo hubiera encontrado una solución en la cual te hubiera podido mantener cerca, pero no significa que te esté reprochando, sé mejor que nadie lo que es reaccionar desesperación y el miedo.

Beyond the stars  || Ghost x SoapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora