Capítulo uno

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Pov Jhon MacTavish.

La felicidad que Simon Riley traía a mi corazón no tenía comparación alguna, cada que lo veía se me iba el aliento y no podía evitar entregarme enteramente a él, lo que él me hacía sentir no podía hacérmelo sentir ninguna mujer, nisiquiera otro hombre. Solamente pensar en él bastaba para alegrar mis días más pesados, saber que al final del día me esperaba una noche con su compañía, amándonos de todas las formas posibles era razón suficiente para mantenerme alegre. Él era mi todo, la razón de mis suspiros, la razón por la cual despertaba todos los días, amaba poder despertar a su lado y ser besado por sus labios, ser tocado por sus manos y ser llenado de sus marcas de posesividad, porque sí, yo soy suyo y siempre lo seria. Aún cuando el miedo se apoderó de mí, la angustia de que algo pudiera pasarle...aún cuando me tocaba fingir indiferencia hacia él para protegerlo, mi ser entero siempre le pertenecería a ese hombre.

No me impotaba para nada lo que los demás pudieran decir, las críticas se convertían en palabras sin importancia estando a su lado...pero las acciones sí eran más peligrosas.

--¿Escuchaste lo que pasó en la plaza del pueblo?--Normalmente no prestaba atención a las conversaciones ajenas, mi mente se mantenía ocupada en cosas distintas en todo momento, pero la conversación de esos hombres ese día sí logró capturar mi atención, aún recuerdo el pánico que se apoderó de mí.--Dicen que el alcalde ejecutó frente a todos a un hombre.

En ese preciso momento fue que posé mi mirada por el rabillo de mis ojos sobre aquellos vaqueros, escuchando atentamente a lo que decían.--¿En verdad? ¿Cuál fue el delito?

Hubo silencio mientras que el que el hombre encargado de informar a los demás tomaba un trago de su cerveza, soltando un suspiro antes de dejar la jarra sobre la mesa y volver a ver a los demás.--Dicen que era un marica, no tenía vergüenza propia y se acostaba con todos los hombres que podían, creo que lo mataron junto al hombre con el que se acostaba...estuvo bien, no necesitamos maricas en este pueblo, si yo viera a alguno de esos maricas...no dudaría en tomar mi cuchillo y castrarlos yo mismo.--Sentí como mi corazón se detuvo en ese momento, todos los demás hombres estuvieron deacuerdo con él, eso solo me asustó más, la imágen de Simon siendo ejecutado frente a todos me había robado el aire, sentí mis manos temblar ante la idea de verlo morir frente a mí ¿Acaso era delito amar abiertamente?

Seguramente llamé la atención de todos cuando me levanté de forma tan brusca y me fui de ese lugar luego de pagar, el pánico se estaba apoderando de mi cuerpo, mis manos temblaban y mi vista era borrosa...sabía que no era producto del alcohol por el hecho de que no había bebido más de la mitad de una jarra de cerveza, tal vez incluso menos que eso. Esa misma noche tenía que encontrarme con Simon en su casa, las lagrimas invadieron mis ojos al nuevamente imaginar como sería si nos descubrían, seguro la forma en que nos ejecutarían seria brutal, un disparo en la cabeza, ser ahorcados o quemados vivos, algo cruel como eso era de esperarse sin dudas...No me importaba morir, no era algo a lo que yo le temiera, pero la sola idea de que pudieran hacerle daño a Simon me aterraba, no podía encontrar solución alguna estando en ese estado de pánico, una sola idea se me venía a la cabeza y aunque me doliera en el alma...más me doleria ver a mi Simon, el amor de mi vida, siendo torturado y asesinado brutalmente.

Me encaminé a su hogar, el corazón en la boca, herido y asustado...tener que decirle cosas tan crueles para ponerlo a salvo me dolía, pero no estaba dispuesto a ponerlo en riesgo, prefería que me odiara antes de verlo muerto.

Toqué la puerta con pesades, nunca lo hacía...normalmente solo entraba y buscaba a Simon para poder besarlo, pasaba tanto tiempo en su casa que prácticamente ya vivía en ese lugar. Vi tu gesto de confusión al verme parado en la puerta, tu hermoso rostro...sonreíste de esa manera que tanto amaba que hiciera cuando llegaba junto a él,no ibas a besarme, no estando fuera...sabías que era peligroso, por eso hiciste que pasara y besaste mis labios, no dudé en corresponder y poner mi mano en tu mejilla...quería aunque sea besarte una última vez.--¿Por qué no sólo entraste? La puerta estaba abierta...--Guardé silencio mientras te veía caminar hacia la cocina, pero te detuviste al notar que permanecía quieto en mi lugar, con la mirada baja, volviste a acercarte y tomaste mi rostro en tus cálidas manos, claramente preocupado por lo que me pasara...siempre tan atento, Simon Riley...amo eso de ti.--Hey ¿Qué pasa?

Beyond the stars  || Ghost x SoapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora