3. Secreto

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Narra Mika

Yo dije que era la tabla del 1 curá, pero ahora me fui al chancho.

Anoche el Kuroo nos trajo a mi casa en mi auto, subimos a mi pieza y me dio como cajón que no cierra, fueron los mejores polvos de toda mi vida.

Ahora está durmiendo boca abajo en mi cama, tiene la tremenda espalda weon. Se notan las lineas de los rasguños que le dejé.

Yo sabía que lo más probable era que me lo terminaría comiendo, pero tirarmelo fue como un impulso, no me quejo, estuvo muy weno. Igual, llevo tres semanas en Nekoma, recién llegada y ya hice de todo con un weon un año más grande.

Me preocupé que nadie nos viera salir juntos, me quedé diez minutos hablando con las del equipo y el se fue altiro a mi auto. Me despedí de mis compañeras y salí, ahí estaba el esperándome.

¿Pude parar? sí.

¿Quise hacerlo? no.

— ¿Despertaste hace rato? —dice con voz ronca mientras se voltea a verme.

— Hace como cinco minutos.

— Buenos días —se ríe— ¿Dormiste bien?

— Bastante bien —sonrío de lado— ¿Y tu?

— Relajado total —se levanta un poco para que quedar sentado en mi cama— ¿Qué hora es?

— Las 10 —veo mi celular— ¿Quieres comer? puedo hacer desayuno o algo.

— Sí pero no precisamente comida —se ríe y me acerca a el.

— Txa, patuo —arqueo una ceja— ¿No fue suficiente con lo de anoche?

— ¿Acaso no se puede repetir?

— Bueno, una más no le hace daño a nadie —digo riendo antes de sentarme sobre el— pero, necesito pedirte algo antes.

— ¿Qué cosa?

— No le conti a nadie de esto porfa —me mira raro— es que pucha, recién llegué a la u y no quiero que anden hablando weas de mi, al fin y al cabo a ti todo el mundo te conoce.

— Bueno, si te sientes más cómoda así, no le diré a nadie —me da un piquito— ¿Y aquí aplica la del que come callado repite?

— Puedo ser —me aguanto la risa y le doy un beso.

Nos empezamos a comer otra vez, nos calentamos altiro. Es entero hot el weon, me agarra del cuello mientras va dejando besos por mis clavículas. Ambos estamos solo en ropa interior lo que lo hace más fácil.

Pero todo para cuando golpean la puerta de calle de mi casa.

Conchetumare, es el Terushima.

— Te buscan parece —dice el Kuroo y yo lo miro con cara de pánico.

— Shh no hables tan fuerte —susurro y me bajo de el— quédate piola.

— ¿Por qué te pusiste tan nerviosa?

No le contesto, solo me pongo una polera y miro pa abajo con mucho cuidado por la ventana, para asegurarme que el es Teru, pero que el no me vea.

— Mikaaaaaa —vuelve a tocar la puerta— sé que estás, está tu auto afuera.

El Kuroo solo me mira, extrañado de como actúo. Ojalá el Teru se vaya luego pa no hacer esto tan largo.

— Ya está bien si no me queri ver pero al menos contéstame los mensajes —habla desde la puerta— soy tu pololo, no cualquier weon.

Gato infiel | Kuroo TetsuroWhere stories live. Discover now