8. Malentendidos

256 62 52
                                    

Narra Mika

Estaciono fuera de mi casa, ni siquiera sé bien que hacer o decir. Tengo tres llamadas perdidas del Kuroo, pero no quiero hablar contestarle, tengo pena y no quiero decir o hacer algo que después me arrepienta.

El quiso seguir en esto sabiendo los problemas que había por medio, por más que se lo dije, el insistió en que me esperaría y no quería estar con nadie más.

Es tan cierto eso de lo que rápido empieza, rápido termina.

— ¿Qué haces afuera? —el Oikawa abre la puerta de mi auto— ¿Y esa cara?

— Nada Oikawa —apago el auto y me bajo— ¿Y tu qué?

— Fui a la casa del Iwa un rato y me tuve que devolver porque llegó su mina —hace una mueca— ¿Por qué teni cara de pena?

— Por nada —camino a la entrada de mi casa.

— Tengo pizza con... borde de queso —me doy vuelta— y cocacola muy helada en botella de vidrio.

— ¿Me estás invitando a tu casa? —arqueo una ceja— Toruu no tengo animo par-

— No no no —se ríe— no lo malpensi po tonta, eres mi amiga y te ves triste.

Me quedo pensando si es o no buena idea ir a su casa, me llevo bien con el y somos amigos, pero no confío totalmente en sus intenciones.

— Te juro que es en buena onda y no busco nada contigo —sigue el castaño.

— Está bien —suspiro— ¿Teni tequila?

[...]

Me despierto en medio de la cama del Oikawa. Mi mente está completamente borrosa de lo que pasó anoche, me quito el pelo de la cara y abro los ojos.

— ¿Qué cresta...? —me acomodo para quedar sentada.

Me restriego los ojos y me doy cuenta que la polera que traigo no es mía, es del Oikawa. Me asusta un poco pensar que algo pasó entre nosotros cuando yo no tenía esa intención.

Y este otro no está en su pieza para preguntarle.

— Buenos días —entra a su pieza con un vaso de agua y dos pastillas— ¿Dormiste bien?

— ¿Qué pasó anoche?

— ¿No te acuerdas? —arquea una ceja y niego.

— Estoy con tu polera así que supongo que...

— ¿Tiramos? nah, no soy aweonao —se sienta en la orilla de su cama— de hecho ni siquiera dormí aquí, dormí en la pieza de invitados.

— Ah, lo siento por suponer algo nah que ver —me pasa el agua y las pastillas— ¿Entonces qué pasó?

— Te tomaste más de media botella de tequila y vomitaste —se ríe— por eso te tuve que sacar tu ropa y poner esa polera.

— Lo siento Toruu... ¿Me pegué mucho el show?

— Lloraste un poco y hablaste de tu rico y alto capitán de Nekoma que no pudo esperarte.

— Dime que es broma por favor.

— ¿Si fuera broma sabría todo eso?

— No... —me echo hacia atrás— agh que lata, lo siento.

— Está bien, me reí caleta —vuelve a reír— háblale a tu... "gatito" y aclaren las cosas.

— No tengo nada que aclarar, el ya tomó sus decisiones Oikawa, me juró que me esperaría y yo no soy las que perdona cuando se pierde la confianza.

Gato infiel | Kuroo TetsuroWhere stories live. Discover now