7. Usado

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Narra Kuroo

— YAAAAAPOOOOO —me webea el Yaku, está curao— deja de pensar en esa loca que te tiene pal webeo.

— Pura gila —sigue el Taketora— la mina de allá te quiere comer con papas fritas —apunta a una esquina de la disco.

Me hincharon las pelotas pa que los acompaña a la disco, les dije que sí solo porque me pagaron la entrada.

— Capi yo creo que la Mika no lo quiere —se mete el Inuoka— a una mina enamorada, no le importa nada lo que diga el resto.

— Apoyo eso —habla el Kai.

— Dejen de meterse en mi vida amorosa junta de weones —respondo pesado.

— ¿Ser patas negras es tener vida amorosa? —pregunta el Kenma.

Está enojado porque lo hicieron levantarse para venir.

— Aweonao —le pego un wate despacio. Me molestó lo que dijo.

Me alejo un poco de ellos para ir a la barra a comprar una wea pa tomar, me da rabia que se crean con derecho de opinar de mi relación, yo nunca me meto en sus weas a menos que ellos me pidan la opinión y no tengo tan mala memoria como pa no acordarme que no se las pedí.

— WEEENAAA CULIAO —aparece el Daichi al lado mío.

— ¿Y vo que haci aquí? —chocamos palmas— tanto sin verte.

— Con el Suga y el Asahi vinimos a wear un rato —se ríe— acompañanos un rato po así pelamos.

— Ya, déjame comprarme una piscola.

Me compro el copete y sigo al Daichi. Nos encontramos con los otros dos de tercer año de Karasuno.

— Yo estoy chato —se queja el Suga— uno trata de ser amable pero estos cabro chicos no cooperan.

— Déjame adivinar... —suspiro riendo— Tanaka, n
Nishinoya y Hinata.

— El Hinata wea pero al menos hace caso —responde el Daichi— pero los otros dos son pulgas en el hoyo.

— ¿Cuándo les quitarás el castigo? —pregunta el Asahi.

— El lunes, pero los weones se mandan otra cagá y juro que no vuelven a pisar la cancha el resto del año —contesta el moreno.

— Yaaa... ¿Qué cagá se mandaron? —preguntó sorprendido. Debió ser grave para que sean así de estrictos.

— Se pusieron a pelotear en el pasto de la u y se pitiaron las dos ventanas del edificio del rector —suspira— yo les dije que fuera de la cancha no jugaran.

— ¿Ah los tuyos también quiebran ventanas? el Takerora lleva cuatro —ruedo los ojos— voy a aplicar esa de dejarlo sin jugar pa ver si aprende.

— Es buena idea —reímos todos— ¿Y qué contai de bueno? ¿Alguna mina por ahí? Me acuerdo de la rubia del ultimo carrete que nos vimos.

— Ah sí... —hago una mueca— complicado.

— Yaaaaa suelta la pepa —dice el Suga— en vola te ayudamos un poco.

— Chucha... ya, pero no me juzguen sipo, si de verdad la wea es complicá.

— Date todo el contexto sipo —sigue el Asahi.

Les cuento la historia y como se fue dando todo con la Mika, incluyendo los enredos entre medio. Sus caras no me gustan, como que no les gusta mucho la wea.

— Puta papito... —el Daichi tuerce el labio— relación pa complicada.

— ¿Le llamas relación a eso? —dice el Suga sorprendido— ay no amigo, te están usando nomas.

Gato infiel | Kuroo TetsuroWhere stories live. Discover now