Ser hija de un Lawrence no es para nada fácil, nuevos cambios y nuevos rumbos tomarán la vida Rachelle, muchos problemas también. Algo cambiará cuando su padre abra un dojo en el valle, nueva escuela, nuevos amigos. ¿Amor?..
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ENSEGUIDA LA PLATAFORMA estuvo lista los alumnos y los senseis estaban listos para estrenarla, un nuevo día de entrenamiento estaba en progreso.
Primero fue el combate de Sam y Daniel, luego el de Miguel y Johnny y después el de Rachelle y Daniel. Este último dejó mucho que pensar.
-¿Siempre peleas llena de ira?- Preguntó Daniel mientras esquivaba los golpes y que lanzaba Rachelle. -Tienes el brazo en curación, no deberías golpear tan fuerte.-
-Sí, claro.- Dijo Rachelle con sarcasmo.
Rachelle hizo un movimiento rápido para dar una patada y Daniel terminó en el suelo.
-Buena esa.- Felicitó Daniel y la chica sonrió
Después de un par de rondas más, el siguiente ejercicio del día fue meditar, cosa que para los de Miyagi-Do no era complicado, era parte de su rutina diaria. Pero por otro lado los alumnos de Johnny tenían algunas dificultades para mantener la concentración, sobretodo Johnny quien bebía cerveza mientras "meditaba", y Rachelle quien lo único que hacía era tirarse miradas con el del mohawk.
El día paso y el entrenamiento terminó, Sam y Miguel se despidieron con un beso en los labios, Rachelle y Hawk con un beso en la mejilla y la pelirroja y el Moreno junto con Johnny subieron al auto del mayor, el cual ahora estaba ambientado con un águila y decoraciones rojizas, naranjas y amarillas.
