¡Yo no dirijo un orfanato! Parte 2 (201-???)

Capítulo 298: Busted

Eri entró en su habitación, necesitando conseguir algo antes de que pudiera continuar su día.

Pero después de que ella pasó un poco por la puerta, dicha puerta de repente se estrelló detrás de ella, revelando que Himiko estaba detrás de ella.

"Ah!?" Eri saltó con miedo y miró detrás de ella, pero rápidamente se calmó un poco cuando vio que era solo Himiko. "H-Himiko por favor no me asustes así!"

"Lo siento, lo siento. Sólo quería hacerte una pregunta." Himiko dijo. Para la mayoría de la gente, su tono sonaría bastante casual.

Sin embargo, Eri no era como la mayoría de la gente.

Había crecido alrededor de Yakuza.

Y ella podía escuchar el borde subyacente en su voz. Y vea que había algo detrás de esa expresión alegre que estaba poniendo.

La desconcertó. Mucho.

"W-¿Qué pregunta?" Preguntó Eri, retrocediendo de miedo.

Himiko sacó un papel doblado y lo desplegó lentamente.

Revelándolo a una foto de Himiko Toga. Su versión adolescente.

Los ojos de Eri se ensancharon de miedo. "W-W-Where conseguiste eso?!"

"Lo encontré en Internet", respondió Himiko, sin dejar caer su tono alegre. "Fue súper duper difícil de encontrar. Pero después de un LOOOOOOTTTTTT de búsqueda, encontré algo interesante. ¡Encontré a esta chica súper linda que se parece mucho a mí! ¡Y también se llama Himiko Toga! ¡Como lo era! Pero dijeron que esta chica era una asesina. Y que ella desapareció misteriosamente. Y que había una chica que fue adoptada por la Fundación Midoriya, que se parece mucho a ella. Sabrías de eso, Eri?"

Eri tragó. "N-N-N-N-No."

"Venga de Eri, no estoy enojado contigo", dijo Himiko honestamente, y Eri, lo mejor que pudo, no pudo sentir ninguna deshonestidad en esa declaración. Himiko parecía dejar caer la alegría falsa, y en lugar de estar enojada, parecía estar, a lo sumo, un poco molesta, pero sobre todo tenía curiosidad. "Solo quiero saber lo que está pasando. Vamos. Somos hermanas, ¿verdad? Y las hermanas no guardan secretos entre sí. Bien?"

Eri dudó, y las lágrimas comenzaron a aparecer en la esquina de sus ojos. "I-I-I-I-I...Dad me dijo que no te lo dijera. Me hizo prometer."

Himiko frunció el ceño. "Pensé que sí. Oh bien. Ya recibí mi respuesta de tus pequeñas expresiones lindas. Supongo que le preguntaré a papá al respecto."

Entonces Himiko se acercó a Eri, quien la miró con miedo, todavía parecía que estaba a punto de llorar, y colocó su mano sobre la cabeza de Eri y la acarició. "Allí está Eri, te dije que no estoy enojado, así que no necesitas llorar."

"...Realmente no estás enojado?" Preguntó Eri, sonando a partes iguales aliviada y confundida.

"No realmente. Sólo quiero saber lo que pasó." Himiko explicó honestamente. "Y nunca puedo enojarme con mi linda hermana pequeña."

"...Estás enojado con papá?" Preguntó eri.

Himiko se detuvo y lo pensó. "Probablemente no. Pero ya veremos."

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Izuku estaba trabajando duro en su papeleo tan rápido como pudo. Tenía mucho que hacer hoy y necesitaba hacer este trabajo para el orfanato Mirai antes de poder llegar a cualquiera de ellos.

"Hola!" Himiko dijo, apareciendo de repente frente al escritorio de Izuku. Sin que nadie se haya dado cuenta de que entró.

"Señora Himiko, el Maestro Midoriya le ha dicho en numerosas ocasiones que llame cuando entre en una habitación." Sue, que estaba al lado de Izuku, le recordó.