San piensa que está mal lo que está haciendo recién cuando se encuentra tan profundo en Wooyoung que no puede respirar. Con alcohol en sus venas, engañó a Yeosang. Sus estúpidas decisiones lo dejaron en un mar de culpabilidad en el que la corriente...
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why then if she's so perfect do i still wish that it was you? perfect don't mean that is working so what can i do?
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Wooyoung.
Se había olvidado de cerrar las ventanas el día anterior. Por eso, cuando se removió en la cama sintió la molesta luz del sol en su rostro.
Giró su cabeza hacia el otro lado y la tibieza le dio la bienvenida, junto con dos brazos fuertes alrededor de su torso.
Sin abrir sus ojos, movió un poco más la cabeza, sintiendo el inconfundible palpitar de un corazón debajo de sus oídos.
Estaba dormitando, un poco en sus sueños y otro poco en la realidad. La realidad lo empujaba a abrir los ojos, pero estaba tan exhausto de tanto llorar que sus ojos estaban demasiado pesados e hinchados como para abrirse. Prefería quedarse así, hundido en el pecho de San, abrazándolo, sintiendo la piel de su torso tibia contra su rostro, sus brazos a su alrededor, el aroma de su piel, fresco, dulce e irresistible, como si se hubiera dado una ducha antes de ir a verlo, solo para joder con su cabeza.
Se despertó varios minutos después, quizá media hora después, porque el ronquido que liberó San fue demasiado tierno como para no mirar su rostro contraído en sueño profundo.
Wooyoung apoyó su mentón en el pecho de San y lo miró. Tenía los ojos un poco abiertos, los labios encogidos casi en un puchero y su pecho subía y bajaba delicadamente con cada respiración.
El sol que unos minutos atrás estaba molestando a Wooyoung, hacía magia para iluminar el color dorado de la piel de San. Wooyoung recorrió con el dedo los lunares, las grietas en la piel y el salpicado de lunares que adornan el cuello de San como si fuera una noche estrellada.
El rostro de San es hermoso y sereno, tanto que el corazón de Wooyoung explotó de forma violenta en su pecho, causándole mucho dolor. Todo lo que tenía que ver con San le causaba mucho dolor. Porque no podía tenerlo. Porque no era suyo.
Estaba a punto de alzar la mano para acariciar las pestañas de San cuando se dio cuenta de que el sol estaba iluminando sus cuerpos cuando se suponía que San solo se iba a quedar hasta que Wooyoung se durmiera.
—¡San! —exclamó, clavando sus dedos en la piel del otro. En algún momento de la noche, San se había quitado su camiseta porque tenía calor, y más cuando Wooyoung no quería salir de encima suyo.
Habían pasado horas hablando y besándose, sin intentar nada más que solo eso. A pesar de las obvias erecciones que ambos tenían mientras se besaban despacio, no era eso lo que necesitaban. Necesitaban una noche tranquila, sintiendo el calor del otro.
