Alicia se encontraba cursando segundo año de abogacía (aún sin termina primero) y sintió una profunda decepción al ver que una de las materias presentaba demasiado contenido para lo que ella consideraba "su inteligencia limitada".
Pasaban los días, la joven Alicia (no tan joven en comparación con la mayoría de los estudiantes) observó atentamente los programas de las demás materias y vio que presentaban muchísimas unidades temáticas. Entonces, ella sintió que no podría seguir adelante con la carrera, pero tenía un profundo miedo a arrepentirse.
Avanzaba el cuatrimestre y ella seguía cursando una materia pendiente de primer año y dos de segundo. Alicia no quería hacer algo de lo que después se arrepintiera, pero ciertos profesores los "bombardeaban" con demasiada información y ella sentía que era mucho y no podía asimilarlo.
A medida que transcurrían las clases, la joven experimentaba una creciente decepción a pesar de que sentía que era su vocación.
Una mañana que asistía a su turno con la psicóloga que la atiende regularmente, le planteó la situación por la que estaba pasando y la profesional de salud mental le recomendó una carrera nueva en la universidad donde estudia Alicia, llamada tecnicatura universitaria en acompañamiento terapéutico.
Según la descripción que le dio la psicóloga acerca de la mencionada carrera, a Alicia le pareció interesante y mucho más fácil, aunque no estaba muy segura de hacer ese cambio.
Unos días después, finalmente la joven decidió inscribirse en la tecnicatura y abandonar sus estudios en abogacía, aunque fue una decisión muy difícil con una gran carga emocional.
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La excepción a la regla
Ficción GeneralNormalmente, en la mayoría de las situaciones vividas se cumple la regla "segundas partes nunca son buenas". Esto se ve reflejado principalmente en las relaciones de pareja, cuando algunas personas retoman una relación con una ex pareja. Sin embargo...