Nunca es algo fácil de asimilar. Tener una vida y enfrentarse a ella puede aterrorizarte, especialmente si no es como pensaste que sería. Todos poseemos sueños, imaginamos una vida mejor, donde él miedo solo sea una sensación momentánea, donde la felicidad te mantenga una sonrisa eterna y el propósito con el que has puesto tus pies en este mundo te convierta en alguien. Pero ¿Qué sucede si no es así? ¿Qué pasa si todo a tu alrededor te forza a detener tu marcha? ¿Sí todo lo que creías te haría feliz termina teniendo el efecto contrario? Tu corazón carga con ello, con el peso del camino que decidiste elegir.
Nadie conoce el futuro, no sabrías decir a ciencia cierta todo lo que ocurriría, nunca serias consciente de que estas dejándote caer al vacío cuando estás frente a lo que sientes te completa.
Eso, fue lo que le sucedió a ella. Se arrojó a los brazos de la persona que más amaba, dejó su corazón en sus manos y no lo pensó ni un segundo, pues todo en ella se deshacía de amor por él. Nada estuvo más alejado de la realidad, y una demencial tarde despertó sin poder mover un solo dedo de sus pies, sin mover sus piernas; Cosas como esa jamás pasan por tu mente ¿O sí? Un día eres una joven debutante que salta en la pista de baile, que corre escaleras arriba huyendo de los regaños de su madre. ¿Cómo sabrías que esconderte tras paredes escuchando una plática ajena sería algo con tanto valor? Que escabullirse en puntillas a robar pasteles en la cocina sería un increíble logro. Incluso, ser una recién casada que se ve obligada a caminar a toda velocidad a cuesta de tu marido ¿Cómo sabrías que cosas tan sencillas serian imposibles de alcanzar?Había una especie de incredulidad en ella, aunque había llorado, lo había hecho, todo era tan desconocido y difícil de comprender. Porque nadie te prepara para ello, nadie te explica lo que es perder algo tan esencial como lo es caminar ¿Cómo es que una Joven a la escasa edad de veintidós años debe aceptar que depende de otros en todo aspecto de su vida? ¿Cómo ella debía aceptar que él quisiese ayudarla cuando lo único que hizo hasta verla sin moverse en una cama, fue provocar el fraccionar de su corazón en demasiados trozos?
Penélope vio los rostros de todos, las lágrimas de cada uno, la lástima y pena en sus ojos, pero nadie lo entendía del todo, porque ninguno era ella, y dolía hasta las profundidades mas recónditas de su alma. No se atrevió a escribirle a su madre sobre el catastrófico resultado del accidente, y aunque supo que ella se mantuvo en Aubrey Hall unas semanas luego del accidente, el parto de Prudence la hizo moverse hasta el encuentro de su otra hija. Eloise le había dicho, nadie tenía demasiadas esperanzas de que despertase luego de dos meses.
Y entonces allí estaba, a días de la llegada de su madre que no tenía idea de su condición y con los brazos de Colin a su alrededor. No podía mentir, su corazón vibró al sentir sus manos, latió con mayor velocidad al ver su cabeza descansando en su regazo. Los trozos de su corazón se removieron y dolieron al ver sus lágrimas, pero, era lo que se temía. Colin sentía culpa.
No podría culparlo por lo que pasó, ninguno de los conocía lo que pasaría en ese viaje, aún así, había bifurcaciones en las ramas de su pensar, veía su rostro y sentía que estaba frente al hombre que le tendía una horca para ser colgada, veía al hombre que amó y en un estallido de odio decidió condenarla. Y veía a Colin. Veía al amable y gentil caballero del que alguna parte de ella aún seguía enamorada.
-Colin -Las manos de ella se mantuvieron sobre los posa brazos de la silla -Era algo que no sabías que iba a pasar -Sintió que él fortaleció su agarré en ella. Penélope tomó una gran bocanada de aire y escuchó sus sollozos, hace mucho que sus ojos se habían vuelto acuosos y dejó que sus lágrimas cayesen en silencio. Bajó su mirada hasta él y miró su cabello, ese cabello que siempre deseo tocar y... Era una tonta, quería tocarlo, quería intentar consolarlo, pero sabía que no debía, él no lo merecía - ¿Colin? -Llamó de nuevo-
-Penélope por favor perdóname -Dijo sin soltarla. Eso la hizo reír, porque era lo único que quería escuchar de su parte, pero no respondió, ella no quería hacerlo, y tras un largo silencio él levantó su rostro. Vio la rojiza piel bajo sus ojos, en su nariz y mejillas, las lágrimas deslizándose por el rostro que uno vez vio como el más Hermoso -Sé que no soy merecedor de tu perdón -Sorbio por la nariz y llevó una de sus manos al rostro de ella- Pen sé que he sido el peor hombre contigo, pero solo te pido -Movió sus manos acariciando con suavidad su piel- Déjame demostrarte que puedo ser mejor- Esas palabras se deslizaron entre los trozos de su corazón, fue como si refrescaran el ardor de sus heridas y aliviaran su agonía, pero los cortes en su corazón tenían memoria, mientras el exterior de cada trozo sentía alivio, su mente reproducía cada palabra de Colin, cada lagrima que derramó por él y tal como el alivio se abría paso por cada borde, el dolor hacia su reaparición con más intensidad -¿Penélope? -Ella levantó una de sus manos y limpió sus propias lágrimas-
-Llévame a mi habitación -Él hombre frente a ella contrajo su rostro y alejó sus manos de ella-
-Pen no podemos seguir de esta forma, yo necesito, necesitamos reparar esto -Ella sonrió y miró a Rae quien observaba con atención el desenlace de la escena-
-Te lo dije Colin, quiero que solicites la Anulación -El apretó sus ojos y agitó la cabeza con fuerza-
-No haré tal cosa y lo sabes muy bien -Era un hombre molesto que por alguna absurda razón no quería dejarla en paz-
-Llévame a mi Habitación -Colin se pasó la mano por el rostro con frustración y comenzó a mover la silla por el pasto verde hasta llegar a la puerta de entrada, sabía que él se estaba conteniendo, que evitaba hablar más. A pesar del momento compartido ella no deseaba sentir nada, quería seguir guardando todo dentro, no estaba preparada para dejar salir todo el dolor que sentía y mucho menos para enfrentar al hombre tras ella-
-Te Levantaré, sostente bien -Asintió, y lo vio acercarse haciéndola pasar su brazo por el cuello de él, una de las manos de Colin se movió bajo su muslo y la otra en su espalda levantándola. Era la primera vez que él la sostenía durante tanto tiempo, pensó en su peso y en que él subía las escaleras con cuidado. Lo observó unos segundos, él se veía demasiado concentrado en ver el camino, y percibió su aroma, una mezcla entre Geranios y madera, tragó intentando que su atención no se desviase demasiado, pero tenerlo tan cerca por tanto tiempo hacía que una especie de calor se apoderara de su cuerpo.
Rae abrió la puerta delante de ellos y Colin caminó hasta la cama dejándola recostada suavemente, por supuesto ella no llevaba corset alguno, era casi imposible usar uno y eso hizo que de inmediato se acomodara en su cama -Pen -Carraspeó- Yo quisiera que esta noche Bajarás a cenar conmigo. Es algo solitario todo aquí sin Eloise y -Ella no lo dejó hablar más-
-Quisiera permanecer en mi habitación, Gracias -Vio como el rostro del hombre se tornó tenso, el aire fue un poco denso entrando a sus pulmones, aun así miró a Rae -Trae la cena cuando esté lista -La Joven asintió y los dejó solos. Colin no se había movido y de nuevo Penélope lo miró -Puedes retirarte Colin -El hombre frente a ella tenía su mirada fija en el suelo, parecía decidir que hacer a continuación, como si una lucha interna se librase en su mente-
-Tú madre vendrá en unos días, debemos intentar mejorar esta situación -Levantó sus ojos en busca de los de la Pelirroja- Debemos comportarnos como Marido y mujer- Penélope giró su dorso y empujó la almohada tras ella, se apoyó en sus palmas y rodó su cuerpo hasta que encontró su comodidad, no era su intención ignorarlo, o tal vez si lo era. No quería seguir con esa conversación -¡Penélope! -La voz de Colin fue un poco más elevada de lo que debería y los ojos de ella se clavaron en los de él -Lo lamento, no quise gritar-
-Déjame sola, quiero dormir -Su voz fue baja, mientras intentaba arrastrar su cuerpo para que quedase totalmente acostado, sin embargo las manos de Colin la detuvieron, él sostuvo sus manos evitando que continuará su descenso y su rostro quedó muy cerca del suyo-
-Quiero que hables conmigo y me digas lo que sientes -Penélope resoplando intentó deshacer su agarré, pero lo que consiguió fue que él quedase aún más cerca de ella-
-Ya te he dicho lo que quiero
-El que digas que quieres una anulación no es trasmitir tus sentimientos sino tus deseos -Los ojos de Colin se movieron peligrosamente hacia los labios de ella -Y por Dios espero que eso no sea lo que realmente quieres -La Pelirroja movió su cabeza hacia atrás intentando alejarse-
-Mis sentimientos son míos, si quisiese levantar mi voz para hacer conocer a los demás como me siento... -Sonrió con amargura- He tenido suficiente de esto, de ti y de mi, eso es lo que siento -Colin agitó su Cabeza-
-No es así, quiero que te desahogues Penélope, que me hables de tus sufrimientos y de tus alegrías, que abras tu corazón y me dejes escudriñar en tus sentimientos -Era extraño como todo su cuerpo se derretía ante sus palabras, pero su mente permanecia firme en la decisión-
-No quiero hablar contigo Colin -Y ese fue el momento en que lo vio explotar, sus mejillas se tornaron rojas y sintió el peso de la mitad de su cuerpo sobre ella-
-Estoy cansado de que permanezcas aquí encerrada, de que te comportes de forma déspota y altanera, no entiendo esta nueva versión de ti que es completamente odiosa y alejada de la Penélope que conocí. Aunque comprendo que tienes todo el derecho de expresarte como quieras después de lo quesucedio, me molesta que solo permaneces en silencio, no quieres ayuda, no quieras hablar -Soltó un gruñido que le hizo erizar la piel- Por Dios Penélope no te has desahogado, parece que no hay sentimientos en ti y lo único que quiero es entenderte y estar para tí.
-Yo no quiero que estés para mi, ni deseo que entiendas la complejidad de mis sentimientos, solo déjame sola -Colin soltó el aire con fuerza-
-Entonces harás todo más difícil Penélope -Él soltó una de sus manos y con una Rapidez que le arrebató el aliento, tomó sus labios, sus manos se movieron a su espalda y todo su cuerpo se acercó al de ella. Su ancho pecho se unio al suyo, chocaban discontinuamente con cada pequeña toma de aire, y era tan cálido como el sol de la tarde. Labios suaves que sabía eran adictivos, esos labios que trazaban el contorno de los suyos con reverencia hasta que la desesperación por parte del él retumbo y ensordeció sus sentidos haciéndola temblar. No quería que continuase, porque si lo hacía, ella olvidaría todo, ella perdería su razonamiento y volvería a ceder ante el amor que intentó enterrar en los abismos de sí misma.
Y Colin se alejó, de seguro su falta de respuesta y los sollozos que salían de su propia garganta lo alertaron de que estaba cometiendo un error, y es que no pudo contener el llanto, porque estaba cansada, era agotador luchar, era sumamente doloroso estar cerca de Colin, amar y odiar al mismo tiempo. -Penélope- Colin tomó sus mejillas en sus manos y la miró con una dulzura que causó un mayor desequilibrio en su interior -Soy un tonto, yo no debí hacer eso- Él limpiaba sus lágrimas una y otra vez-
-¿Por qué insiste en estar aquí? ¿Por qué te empeñas en continuar torturándome? Ya fue suficiente Colin, ya fue suficiente -Dijo entre sollozos- Tú no me quieres, y yo no sé cómo olvidar todo lo que hiciste -Colin la abrazó, él la envolvió en sus brazos firmemente y comenzó a trazar suaves círculos en su espalda, hubo un largo silencio mientras seguían entre los brazos del otro, hasta que ella cedió ante su agarre -
-Claro que te Quiero Pen, más de lo que yo mismo me creía capaz, yo. Pen, yo no podría existir en un mundo donde tu no existas, porque eres mi mundo, nada ni nadie es como tú, pero todo lo que ven mis ojos es a ti, a donde quiera que vaya, a donde quiera que mire, ahí estás tú, lo eres todo -Colin movió a Penélope en su pecho y ella ya no lloraba, en cambio su respiración era lenta y pausada y al alejarse sus ojos cerrados lo hicieron entender que se había quedado dormida. La recostó y arregló su sabana, se veía serena y tranquila. Limpió los rastros de lágrimas en sus mejillas y alejó algunos mechones de cabello que cubrían su rostro.
Él se levantó de la cama y la rodeó hasta recostarse en el lado vacío, entonces se dedicó a observar como su pecho ascendía y descendía en calma, como sus fosas nasales se movían casi de manera imperceptible y su rostro lucia angelical ¿Cómo no se había dado cuenta? Si los Angeles tuviesen algún rostro de seguro sería el de Penélope, porque no había rostro más hermoso, ni ojos más azules, ni labios más rosas.
...
Abrió sus ojos, seguía en la habitación de Penélope, ella dormía profundamente a su lado. No tenía idea de cuántas horas habían transcurrido, solo sabía que la oscuridad de la noche era lo único que veía por las ventanas. Nunca había compartido la cama con Penélope y extrañamente, le agradaba, su sueño fue placentero. Había un poco de frío, pero mantenerse junto a ella era lo único que sentía correcto.
-Rae -Un Susurró se escuchó de los labios de ella- Rae -Penélope extendió su mano hasta donde estaba recostado Colin y su pequeña mano cayó sobre su abdomen, Penélope giró su rostro, pero no pudo observarla por la penumbra de la noche -¿Colin?
-Estoy aquí Pen ¿Qué necesitas? -Ella intentó retirar su mano, pero la de él la sostuvo antes de su huida-
-¿Donde esta Rae? -Colin enderezó su cuerpo hasta sentarse-
-¿Necesitas un poco de agua?
-No -Chilló- Necesito a Rae -No habían velas, imaginó que la Doncella no se atrevió a entrar al saber que él estaba dentro y entonces soltó la mano de Penélope y caminó hasta conseguir una vela que iluminace la habitación-
-Puedes pedírmelo a mi Pen -Caminó hasta ella con la vela en sus manos-
-Yo, no creo que pueda -Carraspeó- No podrías -Su rostro se enrojeció furiosamente y la vio mover sus dedos de manera ansiosa-
-Sólo dímelo
-No lo diré, quiero a mi doncella -Colin Sonrió-
-¿Entonces Dejarás que tu vejiga explote solo por temor a pedirlo? -El rojo se hizo aún más fuerte en sus mejillas y giró su rostro-
-No es particularmente algo que de lo que deberías encargarte, ya has hecho suficiente con traerme aquí desde el Salón -Apretó sus ojos brevemente-
-Pero quiero hacerlo, si necesitas que te ayude -Se levantó- Eso haré. Entonces dime ¿Cómo se supone haces esto? -Sus facciones se contrajeron, se veía aterrorizada y confundida-
-Colin estas cruzando la línea, invades mi privacidad -El hombre caminó hasta la puerta del cuarto de baño y la abrió, se giró mirando a Penélope y se preparó para tomarla en brazos-
-Juro que si haces esto no te hablaré en un mes -Colin la levantó y ella soltó un grito- Bajame ahora mismo -La joven se estrujo con fuerza pero el no la soltó-
-No hay parte de ti que ya no haya visto -Eso la hizo detener sus movimientos por un momento y el rubor de nuevo apareció-
-Pero eso no te da el derecho de cruzar la línea entre lo que debes presenciar y lo que no -Golpeó el pecho de Colin con fuerza y él soltó su agarré en sus piernas sin perder el de su espalda. Los pies de ella tocaron la madera del suelo y él fortaleció su agarré con su otra mano en su cadera-
-Sujetate Penélope- La respiración de ella era rápida mientras su cuerpo estaba completamente cerca del de él. No era como si no sucediera a diario, pero de alguna forma el que Rae no estuviese le asustaba demasiado-
-Colin devuélveme a la cama -El hombre soltó un pesado suspiro y tomo una de las manos de ella fijándola en su cuello-
-Sostente Pen -Y entonces Colin se inclinó, su rostro quedó peligrosamente cerca de sus pechos, su mano se deslizó hacia el borde de su camisón y comenzó a levantarlo, ella no dijo una palabra, estaba demasiado nerviosa para decir algo. Sintió el roce de sus nudillos desde su pantorrilla hasta sus glúteos y cuando hubo quitado la tela interpuesta, la sentó con delicadeza en el orinal- Te dejaré, solo dime cuando estés lista- Colin sabía que ella estaba enojada, pero también era demasiado claro que sus nervios estaban a flor de piel. Entonces caminó hasta la puerta y la cerró, esperó unos minutos hasta que ella llamó su nombre- Entonces ya puedo regresarte, no estuvo tan mal ¿O Sí?
-Eres un Completo Idiota, crapula y casquivano -Colin la miró sentada allí, con ese rostro cremoso y sus lindos ojos azules asesinos y comenzó a reír-
-Veo que hemos decaído, tú vocabulario deja mucho que decir -Penélope se cruzó de Brazos-
-Cállate de una vez y levántame -Él así lo hizo, con cuidado como siempre lo hacía, pero sin parar de reír, luego la alzó y devolvió a su cama -
-¿Qué más insultos pueden salir de esa pequeña boca tuya? -Ella tiró de las sábanas con fuerza mientras se enfurruñaba más y más-
-Rie todo lo que quieras -Colin se volvió a recostar en el lado vacío --¿Qué haces?
-Dormiré
-¿Dormir? -Colin asintió mirándola como si fuese algo obvio-- Debe ser una broma
-No lo es, Dormiré a tu lado -Penélope lo miró como si tuviese tres cabezas-
-Oh no, no lo harás- Entonces el hombre se movió hasta que su brazo quedó sobre su cintura-
-Lo haré -Ella lo agarró de la muñeca y alejó su brazo-
-Ve a tu habitación Colin -Él devolvió su brazo a su posición en la cintura de Pen-
-Estoy cómodo, gracias -Ella volvió a tomar su muñeca para alejar su brazo, pero esta vez Colin no la dejó-
-Sal de aquí -Dijo con frustración. Él no dijo nada, solo se acomodó aún más a su lado- Colin Bridgerton suéltame ahora- Pellizco uno de sus costados y él saltó-
-No recurras a la violencia Pen, esto solo es un ensayo
-¿Ensayo para qué?
-Dormiré aquí cuando llegue tu madre -Penélope Bufó-
-Estas completamente Loco
-Bueno, no diría que es el término correcto -Él acercó su rostro al agujero de su cuello-
-¿Qué estás?
-Tú aroma es delicioso -Ella blanqueó sus ojos y se cruzó de Brazos-
-¡COLIN SAL AHORA MISMO DE MI CAMA! -Gritó-
-Despertarás a todos abajo, solo debes calmarte
-Suéltame -Dijo tratando de alejarlo-
-Oh bien, no te tocaré, pero Dormiré aquí -Se recostó en su porción de la cama y se quedó quieto, ella no dijo una palabra, solo cerró sus ojos y pareció resignarse al hecho de que él se mantendría allí. Colin no había cenado, lo cual hizo que su estómago rugiese demasiado alto-
-Deberías bajar a comer -Dijo Penélope en voz baja-
-Estoy bien así -Respondió él. Ella había aceptado el que él se quedase a dormir, y por ninguna razón consideraría despegar su cuerpo de la cercanía del de ella. Eso calentó su corazón, sabía que la había dañado, pero él haría todo lo posible por verla sonreír de nuevo, él estaría junto a ella siempre, como debió haber hecho desde el primer día..
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Esta Mujer es lo más Lindo que Existe.
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Carriage
FanfictionEs hiriente conocer y no conocer a un amigo. Puede ser tan frágil que todo tú se desviviría por cuidarla, y puede tener secretos que te harían odiarla. Cuando la miras sabes que no hay nadie igual, que sin sentirlo te atrapo el corazón, y el rencor...