A contraluz del alma

Sanar heridas

En medio de dudas y vieja tormenta,
una chica busca sanar la grieta,
dejar en el pasado la herida que aprieta
y hallar en su alma la paz que despierta.

Sus pasos son lentos, su fe se reinventa,
pero en su camino la guía una meta:
volver a sentirse mujer completa,
rompiendo cadenas, borrando la deuda.

No lo hace sola; su fuerza se aumenta
en risas amigas que nunca escasean,
son manos tendidas que siempre la alientan,
espejos sinceros donde ya no se quiebra.

Ahora se mira con ojos que inventan
una nueva historia, más libre, más plena,
y sabe que todo lo que en ella arrienda
es digno, es valioso, es lo que la sustenta.

Gracias a sus amigos, y a esa voz concreta
que le da coraje cuando el mundo aprieta,
hoy vuelve a amarse, sin prisas ni vendas,
más fuerte que nunca, más viva y entera.