Cenizas del ayer

2 0 0
                                    

La melancolía es el humo

que asciende de un fuego ya apagado,

el olor de cenizas

que persiste en el aire

cuando la llama se ha extinguido.


Es un atardecer gris

que se desliza entre los dedos,

el último rayo de sol

antes de que la noche lo reclame todo.

Cada recuerdo es un destello apagado,

una chispa que ya no arde,

pero que aún deja cicatrices

en la piel del alma.


Camino entre las ruinas de mis días,

buscando entre las cenizas

algún vestigio de lo que fui,

pero todo lo que encuentro

son fragmentos rotos,

maderas quemadas,

y el eco lejano

de una risa que ya no reconozco.


La melancolía se posa suave,

como la bruma que cubre la tierra al amanecer.

No duele como el fuego,

pero pesa como las sombras

que se aferran a los pies.

Y aunque el día sigue su curso,

algo en mí sigue detenido,

enredado en las cenizas del ayer.

A contraluz del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora