Una chica intercambia por error mensajes de texto con un desconocido, sin imaginar que se trata de Reign Miller, el guitarrista principal de la banda más famosa del momento y la persona que tanto odia.
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¿Han escuchado la frase de: el amor (o quizás el odio) está en el aire? Y no precisamente estamos en San Valentín.
Mientras uno de nuestros queridos miembros está cocinando algo grande, los otros se hunden en sus vicios y en la miseria. Esperemos que algo más que un corazón roto pueda lograr concluir el álbum que tanto se han esmerado en terminar... Si es que pueden y no vuelve a suceder lo de la última vez. No me extrañen (o tal vez lo hagan).
Siempre suya, Hater.
Reign
El evidente sonido de que una notificación estaba en mi bandeja llamó mi atención.
Solté un suspiro, aliviado, a medida que la pluma entre mis manos se deslizó con tremenda facilidad sobre la hoja de papel, conteniéndome para ignorar por un instante el sonido característico que provenía de mi celular. El centenar de palabras, fluyendo en una violenta armonía, al compás del desorden de mis pensamientos.
Uno de esos momentos en los que tu mente reproduce las palabras más rápido de lo que pueden escribir tus manos, y sin darte cuenta, terminas haciendo un desastre con la tinta del bolígrafo.
Mi teléfono reprodujo de nuevo el sonido, pero solo podía concentrarme en sostener aquella pluma, mientras mi cabeza reproducía en secuencia los nuevos acordes de una melodía. Los garabatos, tachones y frases inconexas, poco a poco fueron tomando forma en conjunto con la armonía furiosa que no dejó de golpear contra mis sienes. Necesitaba sacármelo de la cabeza antes de que me consumiera por dentro.
Maldita sea.
Aquello debía ser el sentimiento más parecido que podía existir al de sufrir una lobotomía musical, pero al final el llamado de la curiosidad terminó por sacudirme antes de que hubiese terminado lo que hacía.
Odio: ¿Alguna vez hiciste algo tan, pero taaaaaaaan malo que no puedes dormir? Digo... hipotéticamente.
Farsante: Hipotéticamente hablando... nunca he hecho algo de lo que me arrepienta.
La forma en la que alargó las "A", me dio una idea a lo que se estaba refiriendo, tampoco quise que mis palabras se sintieran cortantes, de modo que con rapidez, agregué otro mensaje al hilo de nuestra conversación.
Farsante: No, no como para que eso arruine mi sueño embellecedor.
Odio:¿Ni siquiera un poco? Ya sabes, lo suficiente como para sentir que hiciste algo tan malo como para saber que –hipotéticamente-, traicionaste a alguien haciendo... lo que sea que hiciste.
La única cosa que a Mara podía hacerla sentir remotamente miserable, en aquel momento, seguro que había sido eso que al parecer sí que le había gustado bastante.
