Primer día II

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- Están allí para recordarlos que estamos aquí. En cualquier momento o en cualquier lugar os estamos vigilando -

Sus últimos palabras me recordaron todo, otra vez, el indicidente del verano pasado, los policías, el juez, la investigación, el incendio. Todo. Era la noche más feliz de mi vida hasta que se convirtió en la peor noche, y nunca lo olvidaré.

Desde esa noche y todas las otras intentaba volver a recrear me en la mente una y otra vez para buscar una explicación racional. Pero nada, mis recuerdos más bonito están en esa noche, su risa, su mirada, con esos ojos color miel que me enloquecian hasta ese momento estaba conmigo pero ahora ya no. Era una niña inocente y dulce pero estando aquí era todo alreves, era peligrosa y necesitaba estar controlada ¿no?

-Si te hace sentir mejor te aseguro que no eres el ni de lejos el peor de los casos que hay aquí.- Fueron las palabras de la guarda - hemos acabado por hoy, tienes una hora libre antes de volver a clase, puedes perderte por el colegio. Y recuerda las rojas te están vigilando. - La guarda se dio media vuelta y se marchó por el largo pasillo.

Segundos después apareció de la nada una chica imitando la voz de una maléfica bruja o al menos eso me pareció ami- ooohhh.. Las rojas te están vigilandoooooohhh.-la mire con cara de ¿Eres una loca?.

Y escuche la voz de la guarda por el pasillo -Annie te has ganado la tarea de llevar de paseo por el colegio. Ahora - miramos a la guarda y esta volvió a seguir su camino.

La guarda la había llamado Annie, ella puso los ojos en blanco y luego me observó poniendo sus dedos en los labios cómo si buscará algún defecto a un objeto. Iba de negro -olvide mencionar otras de las normas, en este caso ropas de color negro y estilo No llamativo- ella iba de completamente de negro y llevaba el cabello en mechas verdes, sus ojos resaltaban con el maquillaje que tenia.

-Perfecto. - Se acercó a mi para cogerme del brazo y entrelazar la, comenzamos a caminar y de pronto se abrió una puerta y apareció un chico y dijo. Annie estaba detrás mía.

-Nueva ehh.. Así que eres una chica mala ¿no?- me pregunto. Annie apareció riendo enfrente del chico y hablo.

-Cameron- podía decir que con sus miradas no se llevaban del todo bien.

-Annie -dijo el chico, en el mismo tono de voz. Ella me cogió del brazo y me arrastró haciendo que la siguiera.

-¿Le conoces? - Pregunte.

-No me lo recuerdes. - Respondió de mala gana mirando su camino, yo solo me límite a seguirla. Salimos a las afueras del reformatorio, el sitio parecía un campo abierto con aspecto sobrio, podía ver los edificios una iglesia en la parte derecha, dos grandes edificios que son las residencias y luego las aulas. Nos sentamos en los más alto de las gradas. La vista era lamentable y triste.

-Bueenooo - comenzó a hablar Annie -ya has conocido a la guardiana del instituto. ¿ Tío o tía?-

-Ehh ¿tía? - respondí.

-Yo también lo creo. El sexo del cuerpo docente de aquí es un continuo debate entre los alumnos. Ya me entenderás. -Recordé a mis profesores antiguo. Incluso a los que me caín de culo, desee con todas mis fuerzas que esto solo fuera un sueño, pero no, esto es el infierno.

-¿Qué has hecho para que te metieran aquí? - Pregunto Annie curiosa -suéltalo.

-lo mismo que tu tal vez.. - Conteste con desánimo.

FLASHBACK..

Un verano con mis padres, en el lago, en una lancha. Estaba disfrutando del paseo cuando los vi. Y pregunte a mi padre

-¿Qué haces cuando vienen papá? ¿Por qué no te dan miedo, son muy feos? - La primera vez que pregunte a mis padres sobre las sombras y ellos insistían en que no había nada. Pero tenia miedo y ellos pensaron que estaba delirando, así que apartir de ese momento comenzaron las consultas, visita tras visita, describía con detalle todo, la sensación que provocan, el ruido que escuchaba. El frío, eso se tradujo a terapia y más terapia hasta llegar a los antipsicóticos nauseabundo.

Pero nada hacia lo suficientemente cómo para hacer que desaparecieran.

Simplemente nada..

FIN DE FLASHBACK

Suspire hondo ignorando a Annie y su pregunta. Intentaba olvidarlo todo pero creo que las personas se empeñaban en recordarme lo todo.

Annie se recostó en la grada con unas gafas negras que cubrían sus ojos. Se incorporó rápidamente y me dijo.

-Quiero que me cortes las puntas del pelo.- la mire confundida, yo no era peluquera, pensé que era una broma pero luego metió la mano en el bolsillo y saco una navaja.

-Tachan! - dijo pasándome la navaja-vamos lo harás bien-

-¿de donde las has conseguido? -pregunte mientras cogía las navajas y me colocaba detrás de ella para tener una visión completa de la longitud de su cabello.

-Diría que son regalos que me encuentro en una cajita especial. Es lo que me resulta más divertido, los regalos que dejáis para mi. Así sobrevivo todo el verano.- respondió cómo si fuera emocionante. Pero para ella lo es.

-Te quedas todo el verano aquí ¿!? - Pregunte rápidamente ya mire a la cara.

Ella río y me respondió -Solo una novata pensaría que tenemos vacaciones de primavera, de aquí no te dejan salir. Nunca. Ahora ten cuidado, sólo quiero la punta. -

Comencé a cortar la punta de su cabello y cada vez cogiéndole el tranquilo. Cuando termine las coloqué en frente de su pecho a cada lado, dejando me ver su nuca.

-Annie..-me quede paralizada al verlo. -Tu cuello. Está todo lleno de...

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Otra vez Contigo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora