Otra vez Contigo!

Daniel Johnson

-Annie..-me quede paralizada al verlo. -Tu cuello. Está todo lleno de..

-Lleno de cicatrices. Puedes decirlo -término mi frase -¿te asustan?-Pregunto. Y yo respondí tan rápido como pude.

-No. -Cualquiera podría nota que estaba temblando mi voz. Intente sonar lo más normal posible antes de preguntarle. -¿Cómo te lo has hecho? -

Tenia cicatrices por todo el cuello, hasta por detrás de unas de sus ojeras. Ella cogió mi mano y la acercó a su piel. Me estremeció el contacto.

-Si me dices que has hecho tu para terminar aquí. Te lo contaría. -La mire directa a los ojos, me volví a sentar a su lado después de terminar su corte. Le pase su navaja y dijo - Perfecto.-

Estuve un rato en silencio hasta que Annie volvió a hablar.

-Las clases aquí son de lo peor. Y los pocos alumnos no sirve para la diversión, espero que tu vida tenga algo interesante. -Me mira con la ceja arriba, yo no supe que decir. Mi vida fue todo menos divertida desde hacía ya un año.

-Y los demás son un caso complicado, intenta no acercarte a ellos - siguió hablando.

-¿Complicado? A que te refieres? - Pregunte.

-Llevan pulseras de localización, mejor no tener ningún problemas con ellos- respondió ella.

-Vale pero.. ¿qué han hecho? - debía estar informada de todo no?. No es que sea una cotilla.

-Ya sabes..lo típico locos violentos que descuartizaron a sus padres o profes, luego los tostaron como a los gofres y quizás tal vez se lo comieron- la mire con cara horrorizada, ella me vio y comenzó a reírse muy fuerte-La mayoría cae. Y tu has caído -volvió a reírse y me sentí aliviada, como podría vivir tranquila con personas que comen a otras, resulta de lo más carnívoro-puede que me haya pasa un pelin. Pero siguen siendo psicópatas- dijo con cara divertida, guiñando me un ojo.

-¿Comó tu? -Le pregunte de modo sarcástica. Se levantó de un salto.

-Vamos, te espera una divertida e inolvidable paseo por los alrededores del mismísimo infierno. Intenta no divertirte tanto- Comenzó a bajar las gradas y yo la seguí.

Caminamos durante un buen rato. Me contó todo sobre este sitio. Fue una academia militar durante mucho tiempo, hasta hay un cementerio, cosa que me resulta espeluznante. También algúna que otra cosa más aburrida que la otra y lo único bueno que pude sacar de esto fue que había una piscina. Me encanta nadar, por lo menos algo bueno.

Annie estaba mencionando algo sobre las fiestas que se montaban en el reformatorio y yo le dije.

-No se suponía que no debía acercarme a los casos complicados. Lo digo porque supongo que en esas fiestas van todo el mundo ¿no?- dije con ironía.

-¿Y perderte toda la única diversión que hay aquí? Regla número 1: nunca me hagas caso-contesto y se alejo para ponerse delante mía y dar saltitos en un círculo -¡porque oficialmente estoy loca! -Annie salio corriendo.

-¿Y cual es la primera? - Pregunte, Corriendo detrás de ella.

-No es obvio? Cuida tu pellejo de los locos-dijo riéndose.

Nos acercamos al bloque donde estaban las aulas. Los alumnos aun estaban fuera. Nadie tenia cara de ánimo, todos vestían de negro. Examine el ambiente, unas tenían tatuajes otros parecían motorista, un par de parejitas, otros llenos de piercing. Sentía sus miraba indiscreta, intentaba no mirarlos, pero me di cuenta que estos chicos estaban aquí por una cosas. Por su pasado.

Pasaba la mirada por los alumnos cuando vi el único chico que llevaba una bufanda de color rojo.

Su cabello rubio intenso, parecía ser la única chispa vivaz entre tanta tristeza, su piel era blanca y llevaba unas gafas que cubrían sus ojos, era realmente guapo, parecía un chicos de algún anuncio o alguna pasarela de alta categoría. Pero que hacía un chico cómo él aquí.
Apoyado en el edificio con los brazos cruzados estaba con un par de amigos que reían a carcajadas.

-Ese es Daniel Johnson -dijo Annie mirándome coqueta. Y luego mirando a el chico rubio-te gustan de esa manera eh?.

No especialmente me gustaban los chicos rubios pero este me llamaba mucho la atención y no paraba de mirarlo era como si esperaba a reconocerlo.

-Y a ti no?-pregunte a Annie.

-No es el único chico de todo el reformatorio. Su amigo el de a lado es Chris -dijo ella señalando a el chico con rastas- Es gracioso. Aparte son de los que te pueden conseguir.. Ya sabes.. Cosas.

La mire y ella sonrió luego volvió su mirada hacia otra parte. No se que quiere decir exactamente con cosas. Pero diría que nada bueno, y no quería saber que cosas son esas "cosas"

-¿Y que sabes de Daniel? -Pregunte mirando al chico. Daniel, ese era su nombre.

-Pues que hace el papel de chico gilipollas del reformatorio -me muerdo los labios al escuchar a Annie. Los chicos gilipollas de mi antiguo instituto eran realmente egocéntrico, las chicas para ellos eran de usar y tirar. Eran de Una noche y si te veo no me acuerdo.

-No sería con el primero de los gilipollas con el que me encuentro -dije sin pensarlo, recordando a mis compañeros y al ex novio de mi amiga Chelsea, a quien dejo destrozada cuando terminaron.

Annie solo río.

Daniel saco sus gafas y se las puso en lo alto de la cabeza. Cuando su mirada se cruzó con la mía, pareció sorprenderse mucho abrió sus ojos de par en par. Yo sentía detener mi respiración por unos segundos... Creo que lo había visto en algún lugar. Sentía que la conocía pero como de donde. Me sentí alterada de un momento a otro, mire a mi alrededor en busca de ellos, de las sombras pero no había ninguna señal de estos, siempre me sentía así cuando uno de ellos aparecían. Mire nuevamente a Daniel Johnson, este levantó el brazo y lo que hizo a continuación, no me lo esperaba, estaba sorprendida ante su acto. No me conoce ni yo a él, que le pasaba.

Me había hecho la peseta( enseñar el dedo corazón) . Esta loco.

Aparte la mirada y de un momento a otro sonó en timbre. Todos empezaban a moverse hacia las clases. Con Annie me levante casi enfadada, comenzamos a caminar y antes de atravesar la puerta volví a mirarlo, el seguía mirándome,ni siquiera se había inmutado. Entonces subí mi brazo lentamente y lo hizo.

-Esto para ti estúpido -dije en voz baja, enseñadolo la peseta. Sonreí con malicia, media vuelta y me fui.

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Ja ja ja.

Es lo único que diré.

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Besitos acaramelados