Siempre pense que lo único que podia anhelar un ser tan monstruoso como yo era la muerte. Nunca tuve esperanzas ni sueños. Pero con el paso de los años me he vuelto codicioso. Te deseo. Quiero tenerte solo para mi. Se mío, porque siento que tú eres...
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"A veces todavía me despierto aterrado por el oscuro recuerdo que siempre se hace presente en mis pesadillas"
⭐⭐⭐
El aroma fresco y perfumado de las flores del campo se filtro por toda la habitación invadiendo su sueño, aún así se negaba a despertar porque su terquedad era tan firme como una enorme pared de ladrillos. Seguia insistiendo al Perth de sus sueños que le diera una respuesta pero él solo lo miraba en silencio con una dulzura tan embriagante que lo hacia temblar.
- ¿Porqué no respondes? - preguntó pero antes que recibiera una respuesta escucho unos golpes en la puerta.
- Amo Saint perdone que lo interrumpa pero su tío ha llegado y quiere verlo.
"Rayos"
Abrio los ojos de golpe y se incorporo en la cama.
- Dile que espere ya bajo - respondio molesto y de mala gana se levanto para asearse.
Todo el peso que traia sobre sus hombros se había ido con las horas de descanso pero ahora la tormenta caía sobre él recordándole que nunca podia bajar la guardia.
Ni siquiera el agua que mojaba su piel le brindaba algo de alivio, suspiró intentando calmarse y con rapidez se vistio, se miro al espejo en donde sus ojos fríos lo saludaron.
- Tienes razón - estuvo de acuerdo con su reflejo y fue por la maleta que trajo de su viaje, busco entre sus cosas hasta que encontro una pistola y la escondio en su saco.
Se arreglo la corbata y fue al despacho.
Al entrar vio a su tío de espaldas, estuvo tentado a sacar el arma y matarlo pero se contuvo.
- Anoche no viniste a mi fiesta y hoy apareces aqui. ¿Qué deseas Roberth?
Se giró y al ver a su sobrino se quedo sin palabras.
Ya sabía que su parecido con su difunta madre era enorme pero verlo a la luz del día, sin golpes y vestido como un caballero lo había dejado sin palabras.
Saint no dejo pasar su silencio y aprovecho el momento para confrontarlo.
- ¿¡Porqué me miras así!? ¿Acaso te sorprende ver que a pesar de todo lo que me hiciste aún no estoy acabado? Mejor preparate porque ahora las cosas darán un gran giro. ¡Es mi turno de atacar!
- Los años han pasado pero tu arrogancia no se ha desvanecido. Debes ser agradecido porque a pesar de todo regresaste a casa. Lo mínimo que esperaria de ti seria una compensación - su horrible sonrisa burlona lo enfurecio.
