七: Tomioka

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Nezuko había vivido la mayor parte de su vida frente a un ordenador, diría que desde niña fue algo que siempre le gusto, incluso sus padres la inscribieron en clases particulares de computación, nunca pensó que todos esos años de estudio y práctic...

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Nezuko había vivido la mayor parte de su vida frente a un ordenador, diría que desde niña fue algo que siempre le gusto, incluso sus padres la inscribieron en clases particulares de computación, nunca pensó que todos esos años de estudio y práctica le llegarían a servir más que para su propio gusto, hasta que su hermano le pidió ayuda con lo que ellos denominaron "Demonios".

Pasaba horas extensas frente al ordenador de su habitación, trasfiriendo lo que encontraba a su laptop para después llevarlo con los demás, hasta que dio con el video. Lo que le sorprendió de este era el realismo, no era editado ni había sido hecho a computadora, era un video verídico, y la dirección lo comprobaba, había logrado rastrear la dirección a una pequeña residencia de apellido "Tomioka".

Tras llegar a un acuerdo con el grupo fueron a la residencia en el auto de Kanao, para esta solo se presentaron Kanao, Tanjiro y Nezuko, puesto que los otros trazaban el plan para conseguir material para lo que sería la base de operaciones. Fue un viaje algo corto para lo que esperaban, luego de veinte minutos de haber iniciado el trayecto estaban tocando el timbre de la residencia, de la cual salió un hombre de cabello negro largo, amarrado en una cola baja, su mirada azulada se poso sobre el chico de cabellos rojos.

—¿Hay algo en lo que pueda ayudarles? —musitó este, sin alejarse de la puerta de su casa.

—De hecho, sí —respondió Nezuko —¿Eres Tomika Giyuu? —la mirada del oji azul ensombreció.

—¿Qué quieren? —respondió este, estaba por decirles algo más cuando Tanjiro se adelantó.

—Tomioka-San, queremos hablarte del video que subieron —la mirada de Tomioka ahora demostraba confusión, Kanao y Tanjiro sentían que trataba de ocultar algo.

—¿De qué video hablan? —había tomado una posición defensiva, sabía de que le hablaban pero seguro le tomarían por loco.

—Tomioka-San, no creo que sea prudente hablar sobre eso aquí afuera —comentó Kanao— ¿no cree que lo más prudente sería hablarlo dentro? Responderemos sus preguntas si usted responde las nuestras.

Sin más que decir o hacer Tomioka decidió abrirles la puerta y dejarles pasar, tomaron asiento en la sala de estar, donde Nezuko colocó su laptop sobre la mesa central, encendiéndola y reproduciendo el video frente a Tomioka, este suspiró, sabía que era ese video.

—Miren, yo no sé qué era eso o por que decía esas palabras, fue alguien que trato de herirme a mí y a mi hermano, pero logramos controlarlo, lo raro ocurrió al amanecer, como pueden ver, lo único que sabíamos era que esa cosa no era humana. —Tomioka se resignó, sabía que probablemente lo tomarían por loco, pero era lo que menos le importaba ahora, quería deshacerse de ese peso.

—No sé cómo explicarle... —musitó Tanjiro—, pero nosotros vivimos una situación similar. —Kanao asintió, Tomioka se sorprendió, ya esperaba que lo llamaran loco—. Y queríamos pedirle su ayuda con ello.

—¿Mi ayuda...? ¿De qué forma podría yo ser útil contra eso? —Tomioka ya estaba complemente incrédulo ante lo que escuchaba, parecía que quisieran jugarle una broma.

—No estamos muy seguros, pero hemos encontrado libros antiguos y creemos que hay una posibilidad de hacerle frente a este problema, Tomioka-San. —respondió Tanjiro, Tomioka se hartó.

Cerró la laptop de Nezuko y miró fija y fríamente a Tanjiro, sabía que no debía haber confiado cuando le comentaron lo del vídeo, pero fue tan estúpido en dejarles pasar y que le hablaran al respecto.

—Esas cosas no son juegos para niños, no sé quiénes sean ustedes o qué planean hacer, pero no quiero que me incluyan a mí o a mi hermano en esto, ¿entendieron? —sentenció el ojiazul, Tanjiro tosió.

Tanjiro asintió y salió de la residencia seguido de Kanao y Nezuko, entraron al automóvil y encendieron tomando rumbo a la casa de la pelimorada, esperando que ya tuvieran el plan trazado, solo esperaban que no fuera tan descabellado como ya se lo imaginaban.

Giyuu los veía alejarse sin decir palabra alguna, no se arrepentía del todo de haberlos obligado a irse, ¿cómo esperaban ellos que él pudiera hacer algo contra esas cosas que eran capaces de regenerar heridas y parecían querer comer carne humana? Era imposible, al menos para él, luego hablaría con Sabito para buscar su opinión.

—Pudo haber salido peor —comentó Nezuko, con la laptop entre sus brazos, Tanjiro parecía cabizbajo, sabía que podrían haber sido de gran ayuda—. Tranquilo, Tanjiro, ya encontraremos la forma.

El celular de Nezuko comenzó a sonar, una canción de un viejo anime que solía ver cuando era mas joven, haciendo a Tanjiro y Kanao reír por lo bajo al recordar esa serie, Nezuko les miró feo para luego sacar su teléfono sosteniendo su laptop por debajo de su brazo como si fuera una almohadilla.

—¿Sí? —musitó esta al responder —¿Una carta? —la cara de Nezuko parecía desconcertada, Tanjiro y Kanao giraron a verle— ¿CUÁNTO DICES QUE DIJIJSTE? —gritó, asustando a los otros y haciendo al ya encerrado Tomioka asomarse por la ventana, ahora tenía curiosidad por los chicos —¡AL AUTO, AHORA!

Y sin decir nada los tres subieron al auto, Kanao encendió y luego giró a ver a Nezuko, extrañada, Nezuko le miró de igual forma, cómo si no entendiese por qué la miraba de esa forma.

—Si sabes que solo tú escuchaste la llamada, ¿verdad? —Nezuko se dio una palmada mental, tosió ligeramente y se acomodó en el asiento.

—Perdón, me ganó la emoción, era Zenitsu con Kanae, decían que habían recibido una carta con un cheque, una suma muy alta de dinero, algo exorbitante para nosotros los simples humanos. —rio al decir lo último, ahora Tanjiro giró a verle.

—¿Una carta? ¿Tenía algún remitente? —indagó este mientras Kanao aceleraba tomando rumbo a su hogar, Nezuko titubeó, tratando de recordar.

—Dijeron que parecía el apellido de alguna familia, pero Zenitsu estaba peor que yo, creo que dijo... ¿Ubuyashiki? 

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¿Saben? empecé esta idea hace 3 años y no es posible que ni siquiera haya alcanzado 10 capítulos. En fin, quisiera decir que voy a dedicarme más, pero no puedo hacerlo pq cada que me lo digo no lo cumplo entonces procederé a desaparecer por 5 años más. 

El resurgir de los cazadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora