Dones y desafíos

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Narra Tanjiro:

Con el tiempo, estuvimos un año viviendo con el señor Urokodaki, entretanto, faltaba un mes para la prueba de admisión para entrar a la U.A.

Nezuko y yo continuamos con nuestro entrenamiento simultáneamente sin ninguna complicación, ahora por nuestra cuenta ya que el señor Urokodaki ya nos enseñó todo lo que necesitábamos.

Aun así pienso que trama algo según mi agudo sentido del olfato, incluso desprendía un amargo olor a mentira, algo que me causaba desconfianza en sus palabras cuando le consultaba varias veces si había algo nuevo que necesitábamos aprender antes del día de la prueba y me contestaba con un...

- Eso es todo... - Con su característica voz sin sentimientos, frío cual glaciar.

Al final no le dí mucha importancia, me enfoqué en mis estudios para el examen escrito, no todo se resolvía con solo un puñetazo y victoria. Estrategias, movimientos y cálculos son cosas que necesitaba tomar en cuenta. Al final, Nezuko se adelantó.

- ¡Hey! - Separo mi mirada de mis notas para ver a Nezuko, parece que le gusta tener el tamaño de una niña.

- Nezuko, ¿Qué ocurre?. - Acomodé mejor mi postura sobre el cómodo sillón en la sala de estar de la casa.

- Hmmm... - Buscaba algo entre sus pertenencias dentro de el bolso fucsia que el señor Urokodaki le regaló de cumpleaños el año pasado.- ¡Ja! - Sacó de su bolso un montón de libros, conté unos 4. Debió encontrarlos en la biblioteca de la escuela.

- Oh... - Tomé uno de los libros, la portada de este se veía muy llamativa y era un libro de 300 páginas, aproximadamente. Llamado: "El Héroe del Sol" - (Vaya, nunca leí de este libro.) - Pensé mientras miraba la portada, luego de eso agarré los otros 3 libros con portadas muy curiosas y a la vez coloridas.

- Tu hermana consiguió los libros que necesitaban para estudiar. - Me sobresalté cuando escuché la voz del señor Urokodaki. "¡¿En qué momento apareció detrás de mí?!" Pensé.

- ¿En serio? Muy bien hecho, Nezuko muchas gracias. - Dejé a un lado el libro cuya portada era una ilustración del sol y una silueta de un hombre. Sentí como Nezuko me envolvía en un tierno abrazo, estando pequeña en altura me trajo hermosos recuerdos de cuando éramos niños.

Cuando nos separamos del abrazo, vi de reojo como el señor Urokodaki miraba a otro lado, su olor mezclado de melancolía y nostalgia, un olor que no podía ignorar. Mi hermanita también lo notó, a media voz se expresaba con tartamudeos afligidos. Le hice una sonrisa algo melancolía y le dí palmadas en la espalda, algo que desde que era muy pequeña la calmaba.

Sabía que las preocupaciones del señor Urokodaki son cosas personales que él podía resolver solo y no queríamos entrometernos. Cada uno tenía diferentes motivos y metas en las que enfocarnos para lograr nuestros sueños. Mi meta ya era clara, pero lidiar con toda la presión que podría ejercer la U.A. es lo que más me inquieta.

Los mejores héroes estudiaban en esa escuela y hoy en día están el tablero de los más grandes en todo Japón, necesitaba presionarme a mí mismo para alcanzar esa grandeza, pero tengo miedo de fracasar, de que todo el entrenamiento por el que pasé haya sido en vano. Terminar decepcionando a todos.

Cada vez que lo pienso, mi corazón se agita y mi cuerpo empieza a temblar, terminaba con insomnio todas las noches por aquellos pensamientos que me dejaban inquieto y no lograba concentrarme.

•~Kimetsu No Academia~•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora