‧₊˚ ❝ LOST IN SIDE
jacaerys velaryon 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧 !
⋆𐙚₊˚⊹ ⸻ 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 𝐀𝐓𝐇𝐄𝐍𝐀 𝐀𝐋𝐄𝐒𝐒𝐀𝐍𝐃 desde que nació a sido llamada la hija bastarda, debido a la diferencia entre ella y su familia.
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Lost in Side — chapter three
ATHENA CAMINABA POR LOS pasillosde la fortaleza, la rizada había salido para despejar un poco su mente, pero mientras caminaba se dio cuenta de que varios pasos se acercaban a ella, supuso que se trataba de Jacaerys, pero una cabellera blanca salió de entre la sombra, era Aleanerys, al verla rápidamente se acercó.
— ¿Donde habías estado? — preguntó la peli negra al ver a su tía, quien llevaba una capa cubriendo un poco su cuerpo.
— Yo tuve un par de asuntos, así que salí. — respondió con una sonrisa, la cual parecía más bien una mueca.
— Ya veo... — murmuró, pero frunció el ceño al ver la capa que llevaba la platinada —. ¿Tienes frío? — preguntó con una ceja levantada y señalando la capa.
— Un poco, solo un poco. — respondió, sabiendo que no podría engañarla por mucho tiempo —. Bueno nos vemos...
Athena la miró, cruzándose de brazos mientras entre cerraba los ojos un poco.
— ¿Te divertiste con Aemond? — preguntó de repente, por lo que la platinada se detuvo mirándola —. Tu padre me contó sobre tu repentina relación con el.
— ¿Aemond? — respondió con un suspiro, fingiendo indiferencia —. No era mi intención, simplemente sucedió.
Athena alzó ambas cejas con ironía, pero sus brazos aún seguían cruzados.
— De verdad no es algo de lo que quieras saber. — dijo con un suspiro, incapaz de sostenerle la mirada.
— No me interesa en lo absoluto, tendrás tus razones para dormir con el enemigo... — soltó la rizada mirándola con cierta decepción.
— Es... es más complicado de lo que crees — respondió con un suspiro, sus ojos vacilando hacia el suelo.
— ¿Acaso estás demente? ¡Mato a Luke! — encaró fuertemente, notando como Aleanerys retrocedía un poco ante el repentino desplante de la rizada.
— Lo se, pero... — dijo en voz baja, incapaz de terminar la oración.
— Solo espero que pienses muy bien tus acciones, quizá lo lamentes. — murmuró la rizada con la voz más baja.
Y sin más, la rizada dio media vuelta dándole la espalda a la platinada y alejándose de ahí.
