‧₊˚ ❝ LOST IN SIDE
jacaerys velaryon 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧 !
⋆𐙚₊˚⊹ ⸻ 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 𝐀𝐓𝐇𝐄𝐍𝐀 𝐀𝐋𝐄𝐒𝐒𝐀𝐍𝐃 desde que nació a sido llamada la hija bastarda, debido a la diferencia entre ella y su familia.
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Lost in Side — chapter five
ATHENA CAMINABA POR LOS pasillos de la fortaleza mientras la luz de la luna iluminaba el lugar, la rizada sentía el frío suelo con cada pisada que daba, su vestido de dormir arrastrando un poco el suelo mientras caminaba por los pasillos, pero frunció el ceño cuando divisó a lo lejos una figura, que no era muy visible debido a la oscuridad que había en el lugar. La rizada se acercó con pasos cortos, un poco insegura.
Pero por un segundo se sobresaltó al ver a una segunda persona aparecer y se escondió detrás de una columna del pasillo, viendo a esas personas con una mezcla de confusión, curiosidad y aprensión. Su corazón latía con fuerza en el pecho y escuchó con atención, intentando identificar la situación.
De repente todo dio un repentino giro, pues ya no se encontraba en la fortaleza, sino que ahora estaba en un barco, Athena se sobresaltó cuando se dio cuenta de que estaba en el barco donde sus padres habían muerto. Su rostro se lleno de confusión y miedo, mientras observaba a su alrededor.
— ¿Mamá...? — preguntó, tratando de mantener la calma pero sin poder contener el temblor en su voz.
Marjorie miró a su hija finalmente, su rostro estaba completamente pálido y agua salía de sus ojos mientras estos se encontraban algo rojos, Athena se sobresalto al ver el estado en el que su madre se encontraba, a su lado estaba su padre por igual, solo que este tenía sangre en el cuello, como si le hubiesen clavado una flecha.
— Tu nos hiciste esto, Athena. — culpó la mujer.
Las palabras de su madre tomaron a la rizada por sorpresa, y la dejaron helada. Su mente no podía procesar lo que escuchaba, y su expresión pasó de la felicidad a una mezcla de sorpresa y dolor.
— ¿Mamá... qué dices? ¿cómo podría haberles hecho esto? — preguntó, su voz entrecortada por la incredibilidad y la tristeza. Su cuerpo comenzó a temblar y sus ojos se llenaron de lagrimas también.
— Tu nos condenaste... a tu padre, a tu hermana, a mi... — comenzó a decir, mientras un poco de agua salía de su boca.
Las palabras de su madre atravesaron el corazón de Athena como una daga. Su mente se inundó de recuerdos y emociones que la superaban, la culpabilidad y la desesperación la ahogaban. De manera inconsciente, comenzó a caminar hacia atrás, alejándose de su madre.
— No, mamá, n-no... yo no quise... — tartamudeo, sus palabras saliendo entre sollozos. No podía creer lo que estaba escuchando.
— ¡Lo hiciste tú! — gritó acercándose amenazante a su hija, pero la realidad golpeó a Athena, haciendo que se despertara de golpe.
Athena se incorporó de un salto en la cama, aún temblando por los efectos de la pesadilla. Su corazón latía con fuerza en el pecho, y su frente estaba perlada de sudor. Miró a su alrededor, dándose cuenta de que estaba en sus aposentos en la fortaleza, y no en un barco en medio del mar.