Washington city [Marc Bernal]

Capítulo II: Pretemporada.

｡ Marc:

Caminé con suma rapidez hasta los vestuarios, y luego comencé a quitarme la ropa para ponerme el uniforme. Había llegado un poco tarde, así que casi todos mis compañeros estaban listos para salir a entrenar.

X: Buenos días —saludó el Mister, haciendo que al escuchar su voz, mi nerviosismo se alterara, ya que a nuestro técnico no le gustaba la impuntualidad—. Prestad atención a aquí un momento, por favor —pidió, dirigendo su mirada a mi, ya que era el único que aún se estaba poniendo las botas—. Os daré la lista de los que viajarán a la pretemporada en Washington —bajó su vista a su tablet—. Iñaki, Koundé, Valle, Fort, Dominguez, Pau Victor, Diego Kochen, Cuenca, Noah, Toni Fernandez, Unai, Guillermo, Pablo Torre, Mika Faye, Casadó, Julian, Astralaga, Martin, Balde y Bernal —al decir mi nombre, apagó su iPad—. Viajaremos en un par de días, así que vayan organizando todo —ordenó, y sin añadir más, salió de los vestidores—.

Gerard: Enhorabuena hermanito —dice con una gran sonrisa, mientras me abrazaba de lado—.

Marc: Enhorabuena por los dos —respondí, con una sonrisa que no cabía en mi rostro—

Escuchar mi nombre en esa lista de convocados, había producido en mi una gran felicidad. Estar allí, era el fruto de todo mi esfuerzo durante años.

Desde que tengo uso de razón mi sueño más anhelado era llegar al primer equipo del Barça, y este era uno de los pasos más importantes para lograrlo. Viajar a la pretemporada, me podría abrir las puertas para ganarme minutos en los próximos partidos.

Terminé de atarme los cordones, y con Gerard salimos del vestuario en dirección al campo, para comenzar con el entrenamiento.

• Minutos después •

Gerard:  Nos vemos bro —se despidió, luego de terminar de guardar todas sus cosas—.

Marc: Vale —hablé, y me levanté de donde estaba para despedirnos con un apretón de manos y un leve abrazo—.

Casadó: ¿Emocionado, Kristof Van? —se acercó a mí, con una enorme sonrisa—.

Solté una risita a causa del apodo que mis compañeros me habían puesto a causa de mi estatura. Sabía que era alto, pero que me compararan con el jugador belga, era demasiado.

Marc: Idiota —murmuré, mirándolo de reojo, mientras mantenía una sonrisa—.

Casadó: Felicidades hermano, te lo mereces bro —dice con una sonrisa, acercándose a mí para luego abrazarme—. Sabía que quedarías en esa lista —me dió unas cuantas palmadas en la espalda—.

Marc: Gracias hermano —sonreí—. Este es uno de mis primeros pasos para la grandeza —murmuré—. Nos vemos, quiero ir a descansar, el entreno de hoy me dejó muerto —solté una leve risita, y tomé mi bolso para luego salir del vestuario en dirección al parking—.

Mientras caminaba por el vestíbulo, la voz de alguien pronunciando mi nombre, se robó mi atención, haciéndome frenar.

X: Eh Marc —me llamó, he inmediatamente lo miré—. Enhorabuena por salir en la lista de convocados chaval, te lo mereces —dice sonriente, mientras se acercaba a mí para darme un abrazo, el cual acepté con gusto—.

Marc: Gracias Venecio, es algo que deseaba mucho —sonreí con ilusión—.

El mayor me miró con mucha alegría reflejada en sus ojos. Nos conocíamos desde hace unos años, pero entre nosotros se había formado una especie de amistad muy saludable, a pesar de los aproximadamente 25 años de edad que él me llevaba.