Capítulo IX: ¿Fan del Básquet?

160 11 0
                                    

No... Joseph.

Joseph: ¿V-verónica? —preguntó mirándome fijamente, tratando de ocultar su sorpresa—.

Verónica: H-hola —desvié la mirada al suelo, y comencé a caminar—.

Joseph: Verónica, espera —me tomó de un brazo—. Tenemos que hablar —dice mirándome fijamente—

Verónica: Que sínico eres Joseph —hablé, con una sonrisa sarcástica—. Tengo más de tres semanas aquí, y quieres hablar conmigo ahora, solo porque nos hemos encontrado en un supermercado, no me jodas —espeté en español la última frase—.

Joseph: Lo siento princesa. De verdad quise verte antes, pero he tenido demasiado ajetreo con el club, no hemos parado de jugar partidos —me tomó de las manos— Perdóname ¿Si?. Sé que he cometido demasiados errores contigo, pero de verdad te amo preciosa —dice suavemente, llevando una de sus manos a mi mejilla, acariciando ésta—.

Verónica: ¿Cuesta mucho mandar un mensaje, por lo menos en el entretiempo de cada partido? —pregunté incrédula, pero suavemente al dejarme dominar por su tacto—

Joseph: Lo siento cariño, realmente lo siento, sabes que te amo con locura —dice suavemente, acercándose a mí, para luego tomarme de las mejillas y plantarme un beso en los labios—.

Tal vez y si era cierto lo de que no tenía tiempo. Joseph está muy enfocado en su futuro, así que es normal que no le quede tiempo.

Y como soy lo suficientemente estúpida como para perdonarle todo, no le reproché más nada, sino que correspondí al abrazo que me dió luego de besar mis labios.

Joseph: Perdóname pequeña —susurró—

Verónica: ¿Por qué te empeñas en hacerme tanto daño Joseph? —pregunté en un hilo de voz, con mi rostro escondido en su cuello al ser un poco más alto que yo—

Joseph: Jamás he querido hacerte daño Vero.

Luego de unos segundos, nos separamos del abrazo y nos quedamos mirando fijamente.

Joseph: ¿Qué te parece si compenso un poco de todo lo que he hecho, llevándote a un partido de Basket que será hoy en la noche?  —preguntó con entusiasmo—.

Escuchar eso me hizo sonreír ampliamente, y asentí alegremente.

Joseph: Entonces paso por ti a las 7:00 PM ¿Ok?   —me miró atento—.

Verónica: Ok, nos vemos a las 7:00 PM entonces.  —le dí una última sonrisa, y me dí la vuelta para irme—.

Joseph: Verónica —llamó mi atención, haciendo que me girara a él—. ¿Un beso? —preguntó como un bebé, por lo que luego de soltar una risita, me acerqué a él y le dí un beso en los labios—.

Verónica: Adiós —digo con una sonrisa, y luego sí me alejé de él—.

Al llegar a la caja tuve que hacer la fila y pagar yo misma las fresas, ya que mi madre no estaba. De seguro me estaba esperando afuera para matarme por demorar tanto.

Andrea: ¡Verónica, tengo com---... —la corté—.

Verónica: Pero ya estoy aquí, así que vámonos amor mío —la tomé de la mano, y comencé a caminar forzándola a ella a hacerlo también—

。 Marc:

Como en los últimos de mis días, me encontraba viendo por milésima vez el perfil de Verónica.

Esa chica me está volviendo loco.

Con cada foto que miraba de ella, me parecía más y más preciosa, a pesar de que eran las mismas fotos que había visto cientos de veces estos últimos días.

Washington city [Marc Bernal]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora