No quería hacer otra cosa que no fuese besarlo, pero la falta de aire nos obligó a separar nuestros labios.
Marc: Ahora sí puedes gritar, si quieres —susurró con una sonrisa, mirando mis labios—.
Verónica: Imbécil —lo insulté bajo con una sonrisa, para luego volver a besarlo—.
No mentí cuando dije que sus labios se habían vuelto mi cosa favorita en el mundo.
Luego de volver a besarnos, separamos nuestros labios y nos alejamos levemente uno del otro.
Marc: Jamás he pensando en solo llevarte a la cama Verónica —dijo de pronto—.
Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo al escuchar sus palabras, las cuales habían sonado peligrosamente sinceras.
Verónica: Marc yo... No sé q--... —me cortó—
Marc: Sé que es muy rápido para decir que estoy enamorado de tí pero, desde que te ví en aquel ascensor, sentí algo que no había sentido jamás en mi vida, y me gust--...—lo interrumpí—
Verónica: Marc, tengo novio —confesé, sumamente avergonzada—.
La expresión de su rostro cambió totalmente, hasta el punto de no reflejar nada.
Marc: ¿Tienes novio? —preguntó serio—.
Verónica: Sí.
De un momento a otro, se formó un ambiente sumamente incómodo y tenso entre los dos, donde el silencio reinaba.
Marc: Vale —desvió la mirada—. No sé qué decir ahora —soltó una sonrisa irónica—
Verónica: Lo siento —susurré—. Jamás debimos besarnos —dije en voz baja, y antes de cualquier cosa, caminé rápidamente alejándome de allí—
Al estar lo suficientemente lejos de él, solté un suspiro al mismo tiempo que llevaba mis manos a mi pecho, al sentir éste arder.
Mi respiración estaba agitada y por consecuencia de todo, mis ojos se cristalizaron.Me agaché y traté de no llorar, pero era inútil cualquier cosa que hacía, ya que terminé soltando algunas lágrimas.
¿En qué estaba pensando cuando lo besé?
No solo le había sido infiel a Joseph, sino que también de cierta forma había engañado a Marc.
Verónica: ¡Joder, eres una idiota Verónica! —golpeé la pared con impotencia—
[...]
No sé cuánto tiempo pasé allí, pero lo que sí sé es que no salí hasta que pude sentirme un poco mejor.
Al ver la hora en mi móvil, eran las 10:00 PM, y la cantidad de mensajes y llamadas que tenía por parte de Joseph eran incontables.
Me aclaré la garganta y le devolví una de sus mucha llamadas.
📳 Joseph: ¿¡Verónica, en dónde diablos estás!? ¿Por qué no contestabas el maldito teléfono? ¡Tengo como dos horas llamándote y mandándote mensajes como un maldito imbécil!
📳 Verónica: Ya estoy en casa, me vine en taxi —dije serenamente y luego corté la llamada—
Obviamente aún permanecía en el estadio, pero no pensaba irme con él, y mucho menos que me viera con los ojos rojos he hinchados por haber llorado.
Suspiré y me encaminé a afuera, para coger un taxi he irme a casa, a tratar de descansar y de no pensar tanto en toda la locura de mi vida ahora.
| Días después |
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Washington city [Marc Bernal]
RomanceSu vida se desestabilizó luego que su padre cometiera un grave error, que los llevaría a los cuatro a separarse. Verónica y su madre, se quedarían viviendo en Valencia, en la casa donde la menor había vivido toda su vida. Su hermano se mudaría a otr...