Capitulo I (piloto)

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-¡Madre, cuentame otro por favor!- Grita alegremente un pequeño Tom en la orilla de su cama mientras su madre sostiene un libro de un peso mediano.

- Shhh... Ah... hijo mio... Es hora de dormir.

-¡No, por favor, madre! -exclama abatido. -¡Cuentame un cuento más! ¡Cuentame mi preferido, madre!

Su madre rie tiernamente. - Oh hijo.. ¿Deseas que vuelva a contarte ese de la princesa, el caballero y cómo la rescata de su castillo?

- ¡Sí! ¡Por favor! -sacude su cuerpo el pequeño Tom alegremente mientras agita sus brazos.

- Oh Tom... ¡Ese te lo he contado miles de veces! - Exclama extrañada su madre con una sonrisa. - ¿Por qué te gusta tanto ese cuento?

-Porque... - Tom junta sus pequeños dedos tímidamente mientras se avergüenza. -Yo también quiero ser un caballero y rescatar una princesa y abrazarnos mucho y darle flores.

Su madre se sorprende para que seguidamente rija a carcajadas elegantes, interrumpiendo. - Oh Thomas... ¡Ya entiendo!

-¿Entiendes, mami?

-Entiendo la razón de que te guste tanto esa historia...- Su madre aprovecha a destender la cama ligeramente y recolocar al pequeño Tom abajo de sus frazadas. - ¡Significa que tu princesa está por llegar!

-¿¡Lo está, mami?! - Tom se alegra moviendo los brazos, pero su madre lo vuelve a colocar en su lugar de la cama.

-¡Sí, pero nunca llegará si no estás preparado! -aclaró su madre muy decidida. -¡Debes estudiar, practicar y leer mucho para ser un rey muy capaz de cuidarla! -sermoneó su madre.

-¿Y entonces va a venir la princesa?

- Si!, asi entonces la princesa vendra!

- Si, mami! - Un pequeño Tom, con la mirada brillante, se acurruca entre las sabanas. -¡Mañana me despertaré e iré a practicar con Papi!

-Jo, jo, me alegra, cielo... -entona su madre, colocándole seguidamente un pequeño beso en su frente para después apagar la vela en la mesa de reposo al lado de su llamativa cama. - Descansa, pequeño rey.

- Descansa, mami.

Su madre se retiró de los aposentos con una media sonrisa, mientras que ese pequeño Tom cerró los ojos y comenzó a pensar en su próximo día.
¿Lo que habrá dicho su madre será verdad? Su madre nunca miente y ella se preocupa mucho por él... Seguramente lo que dijo sea la razón definitiva.

Si estudia, lee y practica, ¡encontrará a su princesa!

¡Su amor de cuento de hadas!

Unos años después de estos acontecimientos, el pequeño Tom creció valerosamente hasta llegar a una bella edad de 23 años

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Unos años después de estos acontecimientos, el pequeño Tom creció valerosamente hasta llegar a una bella edad de 23 años.
Entrenando todos estos años para ser el rey, político y gobernante perfecto que todo el reino de Oxemberg quiere y querrá.

¡Mi esposo no es de cuento de hadas! - TomJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora