Capitulo III

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- Agh - Bufó. -¡Pero madre! ¡No quiero casarme!

El príncipe Jacob Hamilton no era un príncipe como cualquier otro; era el segundo hijo de su madre, por lo cual, muy disruptivamente, tendría la oportunidad de llegar al trono algún día.

Su hermano Shawn era el primer hijo de la familia; además, tenía una esposa y un retoño, por lo cual él era el heredero legítimo al trono de sucesión. El futuro rey de Bjornias.

Aunque su hermano menor sea mejor luchador y estratega que él, su inteligencia y labia eran mucho mayores y, por más que no sea el heredero legitimista, se veía el más apropiado para poder manejar un reino.

Bjornias era de los más numerosos en población de todas las tierras; tenían luchadores fuertes y listos para el combate. Pero su tecnología no era la más avanzada; nunca se preocuparon realmente por eso. Pero midiendo las circunstancias, y la posible guerra generándose del lado amarillo del mundo, no podían arriesgarse...

Tenían comunicados de espías que, hace relativamente poco, Oxemburg realizó una treta sin tregua al territorio de Anarkkiss y perdieron muchos hombres. Por lo tanto, sin preverlo, la ayuda le vino para atrás.

Pero era una situación perfecta para Bjornias. Eran algo orgullosos, así que les dolió hacer este acuerdo, pero perder familias era más arriesgado que su supuesto honor. Así que decidieron disponer de una tregua, uniendo a las dos familias.

¡Y que mejor que darle la mano de su hijo segundo al nuevo rey, sin esposa, de Oxemburg!

-Ya basta, Jake. -Sentenció su madre mientras se encontraba en la sala del trono. Sentada firme y estricta. - En algún momento esto tenía que suceder; tendrás que casarte y tener hijos.

Lo más importante y crucial por lo cual el príncipe segundo fue convocado para esta tarea, era por su hombria fértil.

Todas las personas, incluidos hombres y mujeres, contenían un utero en su interior. Pero 1 de cada 5 hombres podía nacer con ese útero y sus características reproductivas en funcionamiento. Esos hombres se los llamaban "afroditas" y era muy común en familias o vecindarios encontrar parejas chico y chico.

No era algo tan llamativo o cambiaba mucho su cuerpo, excepto por el ensanchado de sus caderas en la pubertad.

Pero en Bjornias era signo de fertilidad y prosperidad para la familia que su hijo naciera con útero funcional. No obstante, en este momento, el segundo príncipe no estaba tan feliz por ello.

-¡Pero no quiero tener hijos con un asqueroso rey avaro y glotón que no le importa más que su dinero y mujeres! ¡Es un asco! - Exclamo el peli-azul.

Su madre suspiró consternada. -Ya lo sé, hijo, te entiendo. - Respondió comprensiva. -Pero es por el reino. Si no arreglamos este acuerdo de alguna manera, no podremos ganarles a los amarillentos y muchas familias se perderán en la guerra.

Jacob mostró una mueca preocupada y sensible. Por más que no vaya a ser rey en el futuro, no había nadie más que se preocupara tanto de su gente como él. Gente que veía todos los días o con la cual entrenaba.

- Solo... - Exclamo con su voz apagada. -Quería aplicar para teniente general algún día. Mudandome allí, no sé si se podrá cumplir.

Su madre se paró de su trono y se acercó a su hijo. Poso su mano en su hombro y murmullo: -Sé que querías hacerlo, lo sé más que nadie. - Hablo de manera similar, apagada. - Pero, piensa que podrás hacer mucho más casandote con él allá que entrenando hasta algo incierto aquí... Sé cuanto te importa el pueblo.

Jake suspiró. Lo pensó por unos segundos y finalmente se decidió. - Esta bien madre... Lo hare.

- Ese es mi hijo. - La reina abrazó al príncipe con amor y consuelo mientras él respondía su acción.

¡Mi esposo no es de cuento de hadas! - TomJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora