Capitulo V

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Unos días después del acontecimiento en el bosque, los dos tórtolos siguieron charlando y paseando por los lares del castillo. También decidieron juntarse en la montaña Kärlek en algunas ocasiones para pasarse horas y horas conversando entre ellos. 

—¿Sabes que… el nombre Bjornias tiene un significado? — Sugirió Jake abriendo una conversación mientras los dos seguían acostados en la cima de la colina. 

Por más que ellos dos fueran príncipes, reyes o monarcas sumamente importantes, sentían que en ese lugar, por algunos instantes, podían dejar esos títulos atrás y solo pensar en la suave brisa de invierno y el bello rayo de sol que se posaba dando un calor sumamente cómodo.

—No, no lo sabía. —Respondió Thomas. 

—Bueno, Viene de la palabra Bjorn, que significa oso. —Explicó. —Así que seríamos como… ¿un pueblo de osos? 

—Si lo dices así, parece un nombre bastante certero. — Río sarcástico.

—Ja, no inventes… Nosotros cazamos osos para nuestras prendas. Somos mejores que ellos. — Agrego risueño. Luego volteó la cabeza hacia Tom y quedó contemplando al rey estático por algunos instantes. — Tú pareces un oso.

Thomas se sorprendió y rió; luego giró su cabeza hacia el contrario. —¿A que te refieres?

—Bueno, eres fuerte. Pero tierno. Como un oso.

Thomas no pudo evitar teñirse de colorado por las palabras del de menor estatura. Palabras las cuales el peliazul no tenía idea del efecto que causaban en él.

—Si piensas que un oso es tierno, entonces tienes la mente algo atrofiada…

—¡Es verdad! —contestó. Los osos bebés son tiernos. Eres como un oso bebe.

— ¡Deja de jugar! — Thomas se paró de su lugar para buscar un poco de nieve y tirársela al contrario en una especie de bola.

—¡Deberias tomarlo como un cumplido! — Jake, indignado, lo imitó.

—¿Cómo eso podría ser un cumplido? — Rieron los dos, mientras más bolas de nieve flotaban sin rumbo o a las caras de cada uno. 

Ellos solamente disfrutaban y vivían su momento, esos pocos minutos en los que podían estar juntos. Los dos debían hacer tareas necesarias para sus reinos, pero nunca estaba de más tomarse una o dos horas y compartir charlas o gustos. 

Cada uno solo se maravillaba más del otro; era como charlar con su persona destinada, y no solo digna, sino bella para él. 

Por otro lado, Jake pudo avanzar al primer paso, y ese era agarrar su mano con más confianza

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Por otro lado, Jake pudo avanzar al primer paso, y ese era agarrar su mano con más confianza. Pero siempre veía a Thomas rechazar las muestras de afecto o acercamientos muy íntimos. 

La última vez que estuvo a punto de tener éxito, ¡unos lobos casi los despedazan! Era extenuante.

Siempre quería avanzar a la etapa siguiente, pero Tom lo evitaba y colocaba una excusa con ese sonrojo característico que traía todo el tiempo. 

¡Mi esposo no es de cuento de hadas! - TomJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora