D1: Una nueva satisfacción [DekuBaku]

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Déjà Vu: ¿Es la primera vez?
|Deku Villano|

Por fin, Izuku lo tenía en su poder.

Su Kacchan era difícil de atrapar. Sin duda, se había convertido en uno de los mejores héroes en su generación, así como él mismo se transformó en todo lo contrario. Eran lo visible frente a lo invisible, lo admirado frente a lo repudiado y lo enaltecido frente a lo denostado.

Dynamight el héroe, frente a Deku, el villano.

No es que le hubiesen presentado un camino diferente, una guía para no ser un inútil en el heroísmo o un civil mediocre desesperado por significar algo. El heroísmo lo rechazó, en forma de All Might, pero había sido abrazado por el camino de lo escondido a plena vista. Convirtió su mediocridad en un escudo y la supuesta inutilidad en acciones específicas pero valiosas.

Esta era una de esas acciones, un paso para su objetivo final. Capturar a Kacchan, el epítome del heroísmo sistemático, para ayudarlo a ser lo que Izuku siempre ha sabido que es: una imagen de la victoria. Sin embargo, no de la victoria simple y ajustada a favorecer solo a quienes encajaban, sino una para todos, incluido él mismo; porque sabía que allí, donde pertenecía ahora, no era un inútil desesperado, ya no.

—La vida está llena de sorpresas, ¿no crees, Kacchan? Asiente si estás de acuerdo, ¿puedes hacer eso por mí?

El otro hombre lo hizo, atado como estaba en una silla y observándolo con atención estremecedora. Era obvio que Kacchan no creía que fuera real a quien estaba viendo e Izuku era incapaz de culparlo, no después de cómo había desaparecido.

—Lo siento, debes estar confundido por cómo aparecí, ¿verdad?

Otro asentimiento, esta vez, con un ceño fruncido muy familiar.

Izuku sonrió.

—¿Recuerdas el día que tiraste mi libreta al agua? ¡Fui atacado después, por un villano de lodo! All Might me salvó, incluso me dio un autógrafo, pero después... —Izuku suspiró, comenzando a pasear alrededor de Kacchan—. Él me dijo que no podía ser un héroe sin un poder y le creí, ¿por qué no lo haría? Al final, solo seguía siendo un inútil como decías.

Kacchan entrecerró los ojos ante eso y meneó la cabeza, frustrado.

Izuku se acercó, acuclillándose para mirarlo hacia arriba, compasivo.

—No tienes que negarlo. Tenías razón. —Lo arrulló, levantando una mano para acariciar el cabello rubio de su Kacchan, su inspiración—. Era un inútil allí afuera. Aquí y ahora, no lo soy. Al menos por el momento.

Los ojos de su inspiración estaban muy abiertos ante su muestra de afecto, pero su estado alterado solo iba a incrementar. Con aire reflexivo, Izuku pasó su otra mano sobre las cuerdas que mantenían quieto a su cautivo. Eran ignífugas, bastante reforzadas frente a cambios de temperatura, aparte de un contraste exquisito contra la piel de los hombros del héroe.

En cuanto pudo atrapar a su Kacchan con ellas, sintió como si el logro no hubiera sido solo suyo, sino de una cadena de otros Izuku que jamás lo podrían alcanzar, que nunca podrían tocarlo así en privado y admirando su fortaleza por fin equilibrada.

La respiración de Kacchan era profunda y agitada cuando sus dedos trazaron la cuerda cerca del cuello. Izuku sonrió, posando ambos brazos alrededor de esta misma zona. Lo hizo tal como un compañero de vida... o un amante.

Sí, ese era otro asunto a tratar. Tal vez algún día lo harían, pero por ahora...

—Voy a quitarte la mordaza, pero si gritas, no podremos llegar a lo importante sin que te lastime, así que no lo hagas —explicó, desatando el nudo en la nuca del héroe, pero sin apartar la mirada de los ojos rojo sangre—. Odiaría tener que noquearte tan pronto, Kacchan.

Él tosió.

—Tú- ¿Por qué mierda estás-? No, no, ¡carajo! Mejor dime qué quieres.

Su lucha por decidir qué pregunta era más importante era demasiado clara. Izuku se estremeció placenteramente al notar que todavía podría alterarlo a nuevos niveles.

—Solo quiero hablarte —dijo, girando para sentarse en otra silla justo frente a Kacchan y luego, le dio una mirada apreciativa de pies a cabeza—, aunque no negaría probar otras cosas con tu cuerpo más adelante.

Su cautivo se sonrojó ligeramente pero sus ojos gritaban astucia.

—¿Te volviste loco? Lo que sea que pasó mientras no estuviste aquí-

—Es sólo asunto mío y de mis compañeros del submundo, lo siento —lo cortó Izuku, con cierta lástima.

Kacchan chasqueó la lengua.

—¿"Compañeros"? Malditos villanos, quisiste decir.

—No lo seremos cuando todo el mundo sea diferente. Vivir fuera del sistema es demasiado difícil y complejo, otro tipo de supervivencia como para clasificarlo tan despectivamente.

—Bueno, maldita sea, seguro que a la tía no le gustaría tu nueva compañía —espetó el héroe, apenas la sospecha apareció de nuevo en su rostro y algo de dolor también—. ¿Ella sabe que estás vivo?

Izuku lo miró con genuina confusión.

—Claro que lo sabe. Es mi madre, Kacchan. Estuve fuera del país con mi padre.

—Espera, ¿cómo-? ¿Afuera?

—Sí, pero lo importante es que ambos estamos aquí ahora, y que si pude capturarte una vez, puedo repetirlo. Necesito que te quedes conmigo —añadió con un poco de nerviosismo.

—¿Qué mierda?

—Solo por un tiempo —Izuku descartó su desconcierto y volvió a ponerse de pie—. Hablaremos y después, te dejaré volver a casa.

Kacchan rechinó los dientes tal y como Izuku recordaba que hacía cuando estaba conteniendo su furia.

—¿Hablar de qué?

—De ser un héroe, de no serlo; ser lo que esperan que seas, ser diferente. Qué es ayudar sin todo el espectáculo y qué pasa cuando no dependes siempre de otros y puedes ayudarte a ti mismo.

—¿Quieres ponerte malditamente filosófico? —Kacchan dijo con incredulidad, tratando de soltar el agarre sin éxito—. ¿Me estas jodiendo?

—No. Necesito ponerme malditamente filosófico, ya ves. De forma impostergable e imperativa —remarcó Izuku, acercando su cuerpo al del otro hombre e inclinándose hacia él, hasta oler su cabello con nostalgia—. Lo que yo quisiera hacer ahora, es de naturaleza más física, Kacchan.

Por la mirada que recibió al separarse nuevamente, Izuku sabía que Kacchan estaba al tanto de su enamoramiento. Era uno de larga data, lamentaba decir. Esperaba sacar algo de eso en algún momento, cuando Kacchan lo entendiera... cuando se encontrara moralmente con él.

—Mierda. Está bien. Hablaremos, pero no te sorprendas si logro escapar antes, idiota.

La sonrisa de Izuku fue tan grande que le dolieron las mejillas, allí estaba el chico terco que conocía.

—Gracias, Kacchan —dijo para luego girarse a una mesa lateral donde exhibía varias herramientas útiles, incluyendo un arma de fuego y una gran cuchilla que agarró con firmeza—. Ahora, creo que es mejor moverte de esa silla hasta la cama.

FIN

¡Y así comienza mi primer Fictober! Que tendrá cosillas bastante variadas que ojalá les gusten y sigan leyendo ;D

¿Que tal esta aproximación a Deku villano? Se hizo lo que se pudo jajaja

FICTOBER Futurista/Déjà Vu [1/2 DekuBaku-Bakudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora