LIBRE ALBEDRÍO |Taekook|

|07|

Cuando Jooheon detuvo el auto frente al Hotel Zafiro, Taehyung abrió la puerta y se bajó, estirando su largo cuerpo. El frío del invierno los envolvió de inmediato, cortante y penetrante.

Yoongi se bajó detrás de él, sintiendo el aire helado en su rostro.

En la acera, un beta bien abrigado los esperaba, con un abrigo café bastante grueso, un par de guantes y una bufanda beige en sus manos. Taehyung le había escrito a su recepcionista que le esperaran allí con aquel abrigo, sabiendo que la temperatura estaba más baja que de costumbre.

"Señor Kim", dijo el beta, inclinando ligeramente la cabeza. "Su abrigo, señor."

El alfa sonrió y lo tomó, envolviéndose en él con gratitud. "Gracias" Mientras se ponía los guantes y la bufanda, miró a Yoongi, que estaba temblando ligeramente debido al frío. "Vamos" Hizo un gesto hacia la entrada del hotel.

El omega asintió y lo siguió, sintiendo el calor del abrigo que aún llevaba puesto, prestado por el alfa. El gato, que había estado durmiendo en el asiento trasero, se despertó y se estiró, saltando a sus brazos.

Jooheon se despidió con un saludo y se subió al auto, listo para regresar a su destino. Taehyung le hizo un gesto de agradecimiento antes de seguir a Yoongi hacia la entrada del hotel.

Al entrar, el omega se sintió abrumado por la opulencia que lo rodeaba, si bien, había estado ahí cuando trabajó como mesero en la inauguración, no pudo prestar gran detalle al verse atacado inesperadamente por su celo, su juicio habiéndose nublado por ello.

El lobby era un espacio majestuoso, con paredes revestidas de mármol y una alta cúpula de cristal que permitía la entrada de la luz natural. El suelo de madera oscura brillaba bajo la iluminación suave y cálida de las lámparas de araña.

La recepción era una obra de arte en sí misma, con una gran mesa de mármol negro y una pantalla de LED detrás que mostraba un paisaje sereno. El personal del hotel, impecablemente vestido, se movía con eficiencia y sonrisas amables.

El aroma a madera y flores frescas llenaba el aire, y el sonido suave de la música clásica se escuchaba en el fondo. Yoongi se sintió como si hubiera entrado en un mundo de lujo y sofisticación.

Taehyung se acercó a la recepción, y el personal del hotel se apresuró a atenderlo con deferencia. "Señor Kim, bienvenido", dijo el recepcionista, sonriendo. "Su suite está lista. ¿Desea que le acompañemos?"

Taehyung asintió, y Yoongi lo siguió, sintiendo una mezcla de emociones.

Los pasillos estaban adornados con líneas limpias y minimalistas, con iluminación suave y cálida que resaltaba la belleza de los materiales naturales utilizados en la decoración. El aroma a jazmín flotaba en el aire.

Las paredes estaban revestidas de paneles de madera oscura, y las lámparas de acero inoxidable iluminaban el camino hacia su destino. El suelo de mármol brillaba bajo sus pies, y los sofás de cuero blanco estratégicamente colocados en los pasillos invitaban a descansar y disfrutar del entorno.

Finalmente, llegaron a una puerta de doble hoja adornada con un emblema dorado.

Cuando el omega notó que estaban en la suite presidencial, detuvo sus pasos en seco. La habitación era impresionante, con una vista panorámica de la ciudad a través de las ventanas de piso a techo. El salón estaba amueblado con sofás de cuero blanco y mesas de cristal, y una chimenea crepitaba en un rincón.

Taehyung se giró a verlo, alzando una ceja. "¿Qué pasa?" preguntó, su voz baja y curiosa.

Yoongi se sintió abrumado. "Esto... esto es demasiado", dijo, su voz apenas audible. "No puedo aceptar esto. Es demasiado lujoso, demasiado caro...".