13

15 1 5
                                    

Pasado

Era una de esas noches en las que todo parecía estar bien hasta que dejó de estarlo. Después de que Seokmin decidió llevar a Hari en taxi, me quedé en la entrada del bar con una mezcla de confusión y decepción. Mingyu, que había visto toda la escena desde lejos, se me acercó con una sonrisa que, aunque traviesa, parecía esconder algo más.

—Vaya, Eunsoo. Nunca pensé que a Seokmin le gustara hacer de chofer tan fácilmente —dijo con tono bromista mientras me daba un pequeño empujón en el hombro.

—Es solo que Hari está perdida —respondí, intentando no sonar demasiado molesta—. Es lógico que quiera ayudar.

Mingyu levantó una ceja, claramente no convencido.

—Claro, claro. —Su tono era burlón, pero había algo serio en sus ojos—. Y tú solo vas a quedarte aquí, tranquila, ¿no?

Suspiré, sabiendo que Mingyu no iba a dejarlo pasar tan fácilmente. Siempre había sido así: directo, sin miedo a decir lo que pensaba.

—¿Qué más podría hacer? —Le respondí, cruzando los brazos—. No voy a arruinarle la noche solo porque decidió ser amable con una chica que está perdida.

Mingyu dejó escapar una risa y se inclinó hacia mí, como si estuviera a punto de contarme un secreto.

—Eunsoo, no te hagas la tonta. Sabes exactamente de qué estoy hablando.

Lo miré, fingiendo confusión.

—¿De qué estás hablando?

—De Seokmin, por supuesto. —Mingyu se puso más serio, pero aún había un destello de diversión en su mirada—. Ese imbécil no sabe lo que tiene frente a él.

Sentí un nudo en el estómago al escucharlo, pero intenté mantener la compostura.

—No hables así de Seokmin —le dije con firmeza—. Él sabe lo que quiere, y yo también.

Mingyu bufó, claramente frustrado.

—¿De verdad? Porque desde aquí parece que está jugando con tus sentimientos. Si realmente te quisiera, no dudaría ni un segundo en ser más atento contigo. —Sus palabras fueron duras, pero no podía evitar sentir que había algo de verdad en ellas—. Si un chico realmente sabe lo que quiere, no te deja esperando mientras se va con otra.

—No es así... —traté de defender a Seokmin, aunque mi voz salió más débil de lo que esperaba—. Él no es así.

—Eunsoo —Mingyu suspiró y me miró directamente a los ojos—. No estoy tratando de ser cruel. Solo quiero que lo veas con claridad. Si te importara tanto, no se comportaría así.

Me mordí el labio, sintiendo cómo el nudo en mi garganta crecía. Las palabras de Mingyu, aunque crudas, me hicieron dudar. ¿Y si tenía razón? ¿Y si Seokmin realmente no me estaba tomando en serio? Sacudí la cabeza, tratando de sacarme esos pensamientos de la mente.

—Mingyu, él es mi mejor amigo. —Mis palabras sonaban más como una súplica, como si intentara convencerme a mí misma—. Sé que me importa. Sé que me quiere.

—¿Y qué hay de ti? —preguntó Mingyu, sin perder el hilo—. ¿Sabes lo que quieres? Porque, honestamente, si estás esperando a que él haga el primer movimiento, te vas a quedar esperando mucho tiempo. A veces, tienes que ser tú quien se declare primero.

Unrequited love - Lee Seokmin/ Kim Mingyu E N  R E V I S I Ó NWhere stories live. Discover now