14

13 1 0
                                    

Presente

El colegio estaba particularmente tranquilo esa mañana, a pesar de que los estudiantes comenzaban a llegar para las clases. El sol brillaba alto, y las flores de primavera daban un aire fresco al ambiente, pero ninguna de esas cosas lograba calmar el nudo en mi estómago. Caminaba hacia el salón de estudio con la mente dando vueltas en todo lo que había ocurrido las últimas semanas.

No había podido sacarme de la cabeza la conversación con Hari, y el encuentro con Mingyu me había dejado más confundida que nunca. Estaba claro que Seokmin significaba mucho para mí, pero después de todo lo que Hari me había dicho, ¿realmente podía confiar en que él sentía lo mismo?

A lo lejos, lo vi. Seokmin estaba apoyado contra una pared, esperando. Mi corazón dio un vuelco, como siempre lo hacía cuando lo veía, pero esta vez había algo más. Algo que no había sentido antes. ¿Era enojo? ¿Decepción? No lo sabía. Lo único que tenía claro era que necesitábamos hablar.

—Eunsoo —me saludó cuando llegué a su lado, sonriendo con esa calidez que siempre tenía en los ojos. Una parte de mí quería derretirse, pero no podía. No esta vez.

—Seokmin —respondí con una voz más seria de lo que pretendía.

Nos miramos en silencio durante unos segundos, como si estuviéramos evaluando si era el momento adecuado para esta conversación.

—Gracias por venir —dijo finalmente, rompiendo el silencio. Su tono era más suave, casi como si intentara calmar el ambiente.

Asentí, cruzándome de brazos. No podía evitar la sensación de incomodidad que había entre nosotros, como si ya no fuéramos los mismos de antes.

—Necesitamos hablar, ¿verdad? —pregunté, más como una afirmación que como una pregunta.

Seokmin asintió lentamente.

—Sí, lo sé. Pero antes de empezar, quiero decirte que... hay algo que no puedo seguir guardando.

Lo miré directamente, sabiendo exactamente de lo que quería hablar.

—Antes de que digas nada, quiero que sepas que hablé con Hari —dije, cortándolo antes de que pudiera continuar.

Su expresión cambió instantáneamente. Había sorpresa en sus ojos, pero también un destello de preocupación.

—¿Qué te dijo? —preguntó, tenso.

—Básicamente que no soy lo suficientemente buena para ti. —Mi voz salió más fría de lo que pretendía—. Que tú necesitas a alguien más sociable, más... brillante. Alguien como ella.

Seokmin frunció el ceño, claramente molesto.

—Eunsoo, no le hagas caso. Hari no sabe lo que dice. Estaba siendo...

—¿En serio? —lo interrumpí, sintiendo la rabia burbujear dentro de mí—. ¿De verdad no sabe lo que dice, o simplemente dijo en voz alta lo que tú también pensabas?

Seokmin parecía aturdido por mis palabras, como si no supiera cómo responder.

—Eso no es justo, Eunsoo. Sabes que nunca pensaría algo así de ti.

—¿Y cómo se supone que lo sepa? —solté, mi voz temblando un poco—. Durante todo este tiempo, te he dado lo mejor de mí. He intentado ser honesta con mis sentimientos, incluso cuando tú no lo fuiste. Y ahora me encuentro aquí, cuestionando todo, porque tu novia decidió decirme que yo no soy suficiente para ti.

Seokmin levantó las manos, como si quisiera calmarme.

—Espera, no es tan simple.

—¿Ah no? —pregunté, levantando una ceja—. ¿Qué es entonces?

Unrequited love - Lee Seokmin/ Kim Mingyu E N  R E V I S I Ó NWhere stories live. Discover now