Capítulo 5

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El fin de semana pasado muy rápido para Jimin, estos días los dedicó en buscar ropa elegante y barata para poder asistir a su viaje de negocios con el señor, estaba muy nervioso porque cuando llama para realizar las reservaciones le dijeron que el presidente siempre se hospedaba en la misma suite con su asistente para reducir tiempos en el trabajo.

Su alarma sonó exactamente a las 6am, pero él no había podido pegar un ojo en toda la noche, estaba nervioso y ansioso por ese viaje, su jefe le había dicho que pasaría por él a eso de las 9am para trasladarse al aeropuerto de Incheon. La señorita Sohee no lo dejaba de molestar en sus horas de trabajo preguntando por lo que hacía su jefe en esas horas, Jimin claro que se imaginaba que su jefe le era infiel y ella estaba al tanto de eso.

De un momento a otro ya eran las 9am y Jungkook ya estaba tocando el interfon del departamento de Jimin, no lo quería hacer esperar así que tomo su bolso y su pequeña maleta, iba vestido informal a petición de su jefe, llevaba unos pantalones de mezclilla tipo skinny, una playera negra, una chamarra tipo piel y unos botas tipo militar negras. La cara de Jungkook al verlo salir del edificio fue un poema y esa corriente eléctrica que terminaba en un cosquilleo en su entrepierna cada vez que lo veía fue más fuerte esta vez.

Jungkook por su parte iba con un pantalón negro de vestir, zapatos de vestir y una camisa negra arremangada y abierta de los primero botones del pecho, Jimin al verlo sintió una sensación rara que lo recorrió por todo el cuerpo, no podía negar que su jefe era un tipo muy atractivo, claro que ya no había mirado y no le disgustaba pero tenia claro que el tenía a su prometida y jamas se fijaria en alguien como él, que no tiene ni ropa buena para compararse con la chica que tenia como prometida.

— ¿Estás listo, Park? — Le dijo, mientras el chofer guardaba las cosas del rubio en el maletero

— Buen día, si señor un poco nervioso, nunca me he subido a un avión — dijo el menor con sus mejillas coloradas

— Todo estará bien Jimin y deja de decirme Señor, solo Jungkook ¿está bien?— el rubio solo asintió y entro al auto, Jungkook le había abierto la puerta

El viaje al aeropuerto fue en silencio pero no incomodo, Jimin iba observando el panorama por su ventana, por su parte el pelinegro iba enviando mensajes y respondiendo correos.

—Hemos llegado señor — avisó el chofer en cuanto estuvieron en la pista

— Señ-Jungkook ¿aquí embarcamos? — pregunto al notar el jet, Jimin a lo mejor nunca había subido a uno pero claro que sabía la diferencia entre avión y jet privado.

— Claro, no pensarás que iríamos en vuelo comercial — dijo Jungkook riendo, y entonces Jimin conoció su sonrisa real y si ahí fue donde Jimin perdió esta batalla.

"Señores, favor de abrochar sus cinturones, comenzaremos con la maniobra de despegue". Se escuchó en los altavoces del avión, Jimin comenzó a temblar, y Jungkook se situó en el asiento de al lado del rubio, se colocó su cinturón y le tomó la mano.

—Gra-gracias Señor — fue lo único que Jimin logró decir

— Hey Jimin, mírame, no dejes de verme y respira conmigo — el pelinegro hizo el mohín de inhalar y exhalar, así lo hicieron hasta que el avión estaba en el aire, pero la mirada de Jimin sobre los ojos del mayor, estaba llevando a Jungkook a un callejón del que ya no podría salir — Jimin — unió su frente con la del rubio.

—Mmhm Ju-Jungkook— respondió el rubio, pero se alejó de golpe cuando vio a la azafata acercarse.

— ¿Les gustaría algo de beber o comer? — pregunto.

— No gracias, sí queremos te llamaremos — dijo Jungkook molesto pero Jimin lo interrumpió.

— Yo si quiero un jugo y si tienes algo con dulce me vendría bien — sonrió.

— Claro, tenemos pastel de chocolate o pay de fresa — le ofreció la chica y el rubio miro a Jeon como preguntando si podía pedir algo, este asintió.

— Pastel, pastel — dio brinquitos de emoción.

— Eres tierno, traele lo que te pide — dijo con una sonrisa.

En ese momento Jimin captó que había pasado la línea de empleado — Lo siento, señor, no me estoy comportando adecuadamente — dijo avergonzado.

— No lo sientas y deja de decirme señor — le dijo serio.

Llegó la azafata con el pastel y su jugo, Jimin agradeció y comenzó a comer mientras Jungkook volvía a su asiento para encender su portátil y comenzar a trabajar, al final era un viaje de negocios y el pelinegro, no podía sobrepasar el límite y asustar a Jimin con sus insinuaciones, dejaría que todo pasará naturalmente. El viaje fue tranquilo, después de terminar su pastel Jimin también trabajó.

Señores, bienvenidos al aeropuerto de Haneda. Se escuchó por el altavoz, Jungkook vio por la ventana y como siempre la ciudad estaba hermosa, Jimin despertó de golpe y con un puchero por el susto, ni siquiera sintió el aterrizaje.

— Oh por dios, me dormí — dijo viendo por la ventana que ya habían aterrizado.

— Está bien, hemos llegado, prepara tus cosas para bajar — le indico con la cabeza hacia su pórtatil — por hoy solo iremos al hotel y trabajaremos en lo del lanzamiento.

— Claro Señor, el auto ya nos está esperando — dijo en cuanto escuchó a la azafata abrir la puerta.

Descendieron del avión, el chofer ya estaba guardando las cosas en el auto, el pelinegro muy caballeroso le abrió la puerta al rubio, Jimin cada vez encontraba algo en su jefe que le atraía pero sabía que eso no podría pasar entre ellos, él estaba comprometido.

El camino al hotel fue silencioso, Jimin no dejaba de ver por la ventana y asombrarse de lo bonita que está la ciudad, las calles llenas de carros, iluminada con anuncios y los grandes edificios, iba a trabajar pero nada le quitaba que era su primera vez fuera de Seúl, estaba disfrutando cada cosa y todo era gracias a la Señorita Sohee que le consiguió la entrevista con su prometido.

Cuando entraron al hotel estaba el gerente y Hana, Jungkook la ubicó, sabía quién era porque en cada visita se le insinuaba, el edificio era enorme Jimin no dejaba de mirar a todos lados, cada rincón del hotel se veía hermoso y costoso, el gerente le entregó su llave y clave para el ascensor.

— Sr. Jeon, que gusto volverlo a saludar — dijo el gerente mientras le hacía una reverencia junto a la chica que tenía al lado.

— Gracias señor Osawa, igualmente, el es mi asistente Park Jimin, espero el mismo trato para él que para mi — dijo presentando al rubio

— Claro señor, aquí tiene su llave y clave de autorización del ascensor, cualquier cosa estamos a su disposición — dijo el gerente mientras los encaminaba al ascensor — disfruten su estadía se despidió

La suite se ubica en el último piso del gran edificio, los nervios de Jimin cada vez eran más fuertes conforme se acercaban a la puerta de la habitación, había bloqueado de su mente que se iba a quedar con su jefe en la misma habitación.



¿Será que pase algo entre ellos en Tokio? ¿Qué dice el publico?

Aquí están los capítulos del día de hoy, aun estoy trabajando en el siguiente así que si lo acabo antes de dormir se los subo.

Gracias por su apoyo con esta nueva historia, diganme si les esta gustando 


Tentación LaboralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora