anti- Adas
Una plebeya, sin armadura, sin caballo, sin espada...
En el fondo lo presentía , que no abría ensueños de casa con jardín, sentados bajo la jacaranda en primavera, al lado del color vibrante de la bugambilia, mientras tomábamos té, acompañados por el sonido de tu estruendosa risa.
Nunca quise celebración, tampoco anuncio formal,
O sobre la mesa, el adorno floral,
el ramo, la tarta, la copa, las aras.-tu vida pausada, entorpece mi alegría, me lleva a danzar con tus deseos, que ahora dominan una parte de mis pensamientos.
-Quiero que me vuelvas a mirar con los ojos de vidrio y las pestañas de abanico, que me pidas Marcharme una vez más, que me devuelvas la Libertar que me estabas por dar,
pronunciando de tus labios rojos de viveza,
de fruta, de fresa.
Nunca en la vida anhele más, los gritos de furia, tu ira,
Aquel amargo de tus explosiones,Como atrapada en una burbuja, espacio-tiempo, espero mi turno con ritmo pausado,
te beso las manos, la frente, para desencantarte...
¿que tienes, mi príncipe ...? ¿Cual es de todos, tu encanto ?
¿Te hechizaron la voz?
¿Te pinchaste el dedo?
¿Mordiste la manzana?Tu naciste para mostrarme el color rojo del dolor, en la vida, y con ello me obligue a no vivir sin motivo.
¡No, No te confundas!
no es reclamo, ni reproche,
Es la más modesta de las aceptaciones.Yo te quiero sin reinos,
sin tesoro,
sin corona,
no pido felices para siempre,
solo que se detenga, este cuento anti-Adas