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Adam comienza a abrir mis ojos — ahh... ¿Qué pasó...? — se pregunta aún aturdido.

Pronto se da Cuenta que está en una cama, más cómoda que cualquier otra cama que le haya estado en la tierra, tiene forma de corazón, sábanas doradas, almohadas blancas con la letra "A" mayúscula inscrita de color dorado.

Al intentar levantarse se da cuenta que alguien lo tiene entre sus brazos, al darse la vuelta su cara terminó por parar en los pechos de la mujer que lo trajo ahí.

Rápidamente se alejo, un poco sonrojado, Pero aún en el abrazo de la mujer, sintiéndose de hecho, bastante bien. Se sentía muy cómodo, relajado y amado, recordándole las veces que abrazaba a Eva...





Eva... Al recordar el nombre de su esposa intenta zafarse del agarre de la líder del cielo, pero ella no se lo deja e incluso aumenta la fuerza del abrazo.

Aún así, sigue intentando salir, pues tiene que bajar y buscar a Eva, salvarla y encontrar una solución para que el cielo la deje entrar, pues todo debe ser un malentendido. Eva fue en vida una gran esposa y madre, ella no merece el infierno.

Y si, está ahí por ¿comer la manzana? Qué importa, sería capaz de enfrentarse a todos los arcángeles si eso significa traer de vuelta a Eva, hasta sería capaz de convertirse en un cazador de demonios Si eso también significa recuperarla.

Pero sus intentos son detenidos por Gaia, la cual sigue abrazandolo y pegando su cara en sus pechos, así que Adam no le queda de otra que despertarla para que lo deje salir.

Así paso los próximos 10 minutos intentando despertarla, desde sacudirla, hasta llamarla Pero no dió resultado, ella sigue dormida.

— vamos Porfavor... Ya llevo 10 MINUTOS.... — diria ya algo cansado y hartó, Pero a pesar de que habla en voz alta, Gaia sigue dormida.

Al ver que nada funciona decidió ir por la opción más arriesgada — esto va a hacer muy anime de mí parte, Pero no hay de otra — se diria así mismo.

levanto su brazo, acerco lentamente hacia donde está apuntado su mano y con sus dos dedos le pellizco su pecho. Lo primero que sintió fue una fuerte cachetada por parte de Gaia, la cual se despertó exaltada.

— ¡AH!.... ¿Adam? — pregunto algo aturdida Gaia.

—  aaahh... Si... Lo siento pero no te levantabas con nada y tuve que improvisar.... Auch, golpeas fuerte — diría mientras coloca su mano en donde le pegaron.

— tu... Me tocaste... — diría Gaia muy sonrojada.

— ya dije que lo siento, pero no me dejabas ir, y pues tuve que hacer una acción muy..... exagerada.... — respondería Adam, un poco nervioso.

— no, no hay problema... Me gusta... — respondería Gaia, sonriéndole de forma pervertida.

— (Oh por mí padre, le gusto a ella.... ¡¡¡Padre sálvame por favor!!!) — exclamaría en pensamientos Adam, aún viendo a la mujer que está en la cama, pues el no le sera infiel a Eva.

Gaia puede ver cómo Adam está claramente incomodo y alterado, así que se acerca y usando sus poderes, hace que el pueda estar tranquilo.

Adam intenta resistirse Pero es inútil, se siente como si es aplastado por 500,000 toneladas, pero que en vez de hacerlo sentir mal, lo hace querer estar cerca de Gaia.

— porfavor.... Déjame ir a ver a Eva... Dejame ir al infierno.... — pediría Adam aún luchando con los poderes de Gaia.

— no, no, no.... Adam, Eva no está en el infierno también...

Dos AmoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora