Capítulo 18

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CANCIÓN DEL CAPÍTULO: LITTLE DARK AGE de MGMT

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CAPÍTULO DIECIOCHO

A mi alrededor todo era destrucción, pero, a pesar de eso, no podía moverme. Estaba quieto, me mantenía en un mismo lugar completamente congelado, como si hubiera perdido la capacidad para moverme.

¿Por qué?, eso me preguntarías.

Ella.

Esa verdad que había estado oculta durante miles de años, milenios enteros, ahora, finalmente había salido a la luz.

Zethah, ella.

Ella no era más que mi lazo predestinado, mi otra mitad, con la que se suponía debía compartir mi futuro, mi vida, pero aún más importante, mi corazón.

Ella estaba sufriendo, lo estaba viendo en primera fila.

No me lo esperaba, pero tampoco me había tomado desprevenido, no cuando desde hacía tiempo atrás había tenido una que otra sospecha.

Estaba en una encrucijada.

Podría atacar, ahora mismo sus hermanos gritaban su nombre mientras la veían flotar en la mitad del cielo, era doloroso de ver. Doloroso porque de sus ojos salían lágrimas negras, algo que nunca había visto, sus ojos eran completamente negros y salía sangre de su boca.

Algo le estaba sucediendo y ese algo también me estaba afectando a mí, quizás el lazo que compartíamos ella y yo no me estaba permitiendo moverme.

El dolor era uno que nunca había sentido antes.

Podríamos atacar junto con los otros herederos, pero no era justo, no cuando estaba viendo a mi otra mitad sufrir.

—Zethah... —susurré para mí mismo en medio del horroroso dolor que estaba sintiendo, tratando de mantenerme cuerdo para poder verla.

No quería perderla de vista.

Perdí todo sentido del tiempo, solo estaba ella en mi mente.

—¡Zethah! —alguien gritó a mi lado y como si lo estuviera viendo todo más lento de lo normal, vi cómo Atif, a pesar de nunca quererla, fue el primero en correr hacia a ella con un rostro lleno de desesperación, como si hubiera una gran distancia entre ambos.

Los Descendientes del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora