Luces, cámara. ¿Amor?

Capitulo 6

He conocido a gente interesante, y aunque no tengo amigos cercanos todavía, me agrada la sensación de estar en un lugar nuevo, donde nadie tiene expectativas de quién soy o qué debería hacer. Es liberador, en cierto modo. Y aunque vine aquí con un propósito. No  me pesa del todo no estar cumpliendo mis sueños todavía, porque sé que este es solo el primer paso. Cada día me recuerdo que no tengo que correr, que está bien tomarse el tiempo necesario.

Con estas palabras acabe mi día y me fui a dormir.

Al día siguiente en la empresa, todo seguía igual de caótico. Así que todas estaban rebosante de alegría, impecable mente maquilladas. Las chicas no dejaban de hablar sobre SeoJoon, sobre cómo cantaba, sobre su mirada intensa, y sobre lo increíblemente cerca que estaban de él. A veces me parecía un poco exagerado todo el alboroto, pero supongo que era parte del encanto de tener a una celebridad cerca. Yo, en cambio, estaba agradecida de que me asignaron una tarea diferente. Mi trabajo consistía en revisar una lista de canciones para el próximo evento, lo que me daba una excusa perfecta para alejarme del barullo y concentrarme en algo más tranquilo.

Mientras caminaba hacia la sala de reuniones, me detuve un momento a mirar el caos desde la distancia. Algunas de las chicas intentaban encontrar la forma de cruzarse accidentalmente con SeoJoon, mientras otras planeaban cómo conseguir una foto o un autógrafo sin que se viera demasiado obvio. Yo suspiré aliviada. No era que no me pareciera atractivo, porque claro que lo era, pero no me quería quedar sin trabajo y menos si me reconoce y es como ah coranla. Me truenen los dedos o algo. Siento que es alguien muy capas de hacer eso.

Al llegar a mi destino, me senté frente a la computadora y comencé a trabajar.
Ni siquiera había pasado un minuto entero en que había reposado mis sentadas contra el asiento cuando mi jefa nos llamó a mi compañera y a mí a su oficina intercambiando miradas nerviosas.

-¿Está de buen humor?le pregunté en voz baja.

-¿Hicimos algo malo?
- No ¿y tu?
-No tampoco. ¿Entonces?

-Chicaaaas-Nos recibe con demaciado entusiasmo qué hasta asusta.
¿Que estará planeando? La última vez que nos recibió así tuvimos que hacer varios encargos y quedarnos varias horas extras.

Necesito que vayan a la locación donde va grabar su video musical

Mi compañera y yo nos quedamos paralizadas por un segundo, procesando lo que acabábamos de escuchar.

"—¿A la locación del video musical? ¿De quién? —repetí, asegurándome de que había oído bien.
—¡Sí! —respondió la jefa, con una sonrisa que no se desvanecía en lo más mínimo—. SeoJoon está allá, y necesito a alguien de confianza para supervisar que todo salga perfecto. Alguien que represente a la empresa, y como todos están ocupados, pensé en ustedes dos. Así que, asegúrense de que todo salga bien. No quiero errores, porque esta es una oportunidad que no le doy a cualquiera."
—Espero que entiendan lo importante que es esto —añadió la jefa, su sonrisa ahora desapareciendo para dar paso a una expresión seria—. No estoy pidiendo, estoy dando una orden. Si algo sale mal, la responsabilidad será de ustedes. Y créanme, no tengo paciencia para errores en este proyecto. SeoJoon es nuestra inversión más grande, y no voy a permitir que una mala supervisión arruine lo que puede ser un éxito.

Nos miró a ambos con una mirada firme, como si midiera nuestra capacidad para asumir el reto.

—Confío en que pueden hacerlo —continuó—, pero no se equivoquen. Si no están a la altura, lo sabré, y no habrá segundas oportunidades. Así que, piensen bien antes de aceptar
Se cruzó de brazos, esperando una respuesta, y el peso de sus palabras cayó sobre nosotros con fuerza.

-¿SeoJoon? -mi compañera y yo nos miramos de nuevo, esta vez con una mezcla de sorpresa y emoción por parte de ella.

-¿Nosotras? -pregunté, aún sin salir del asombro.