Samatoki se encontraba revisando un par de documentos por asuntos del clan. Ella había entrado para informarle que la cena estaba lista, pero al verlo tan concentrado, se acercó con sigilo. Se puso detrás de su silla y lo abrazó con suavidad mientras le comentaba algo que había estado en su mente durante los últimos días.
—Ya va a ser tu cumpleaños~...— susurró en su cuello y dejó un pequeño beso en este. Samatoki tomó el cruce de sus brazos y la miró apartando el cigarrillo de sus labios y apagandolo en el cenicero de su escritorio.
—¿Sabes que acaba de iniciar el mes, cierto?— ella rio.
—Oh, vamos. Te estás convirtiendo en todo un hombre. ¿No es razón suficiente para que celebremos a lo grande?
—Sabes que no me gustan esas cosas.
—Pero pensé que sería lindo si-
—_______, no. No me gusta tener reuniones tontas para celebrar algo que, irremediablemente le ocurre cada año y en la misma fecha a, mínimo, un millón de personas en todo el mundo.
—Pero esas novecientas noventa y nueve mil novecientas noventa y nueve personas no me importan. Yo te quiero celebrar a ti, y solo a ti. Porque tú eres el único protagonista de ese día para mí.— se acercó a su rostro y lo besó. Samatoki de inmediato la jaló haciendo que se sentará en sus piernas.
—No quiero que vayas a hacer locuras.— murmuró separándose —No quiero celebrarlo, por favor. Entiendelo.— ella suspiró.
—¿Sólo tú y yo? Aquí... Pastel... Un regalo... ¿Si?— la miró con cara de fastidio pero no le quedó de otra más que asentir.
—Si así evitaré que hagas locuras, bien.
—Okay. Vamos a cenar— dijo parándose y tomando su mano para llevarlo con ella.
No se quedaría tranquila, y claro que quería celebrar su cumpleaños en grande. No pudo evitar pensar en que, quizá podría desobedecer a Samatoki y sorprenderlo.
( • • • )
—¡Feliz cumpleaños!— gritaron los presentes una vez que Samatoki entró a casa. Lanzaron serpentinas y confeti. Él miraba todo el desastre que se hacía bajo de su figura.
Estaba conteniendose de gritar.
Levantó la mirada y encontró la de ella. Se veía feliz por eso. Nadie le dio oportunidad de reclamar algo pues se acercaron para invitarle un par de tragos o incluso cigarrillos.
La mayoría de invitados eran miembros del clan Katen y buenos colegas de Samatoki. Ella se dedicaba por su parte a atender a todos y preparar bocadillos.
Samatoki la miraba en distintas ocasiones esperando la oportunidad adecuada para acercarse y quejarse por haber hecho lo que claramente le dijo que no quería que hiciera. Sin embargo, esa oportunidad no llegaba.
La tarde iba transcurriendo con normalidad, y antes de que se dieran cuenta, la mayoría se estaba yendo. Era de esperarse, la mayoría tenía clubes o incluso eventos que atender de noche, obvio no se quedarían.
Samatoki despidió a la última persona y en cuanto la puerta se cerró, gritó su nombre, a lo que ella de inmediato llegó frente a él.
Samatoki no perdió el tiempo y la jaló pegándola a la puerta.
—Te dije que no quería que hicieras nada de esto.
—Yo no hice nada, Sama...— se excusó apartando la mirada. Samatoki tomó su rostro y la hizo mirarlo.
—¿De verdad quieres que me enoje más?— preguntó entre dientes.
—Oye, tú me dijiste que podía hacer el pastel para ambos.
—¡Pero no una fiesta!
—¡Fue el señor Katen!
—¿Eh?
—¿De dónde sacaría yo tanta bebida y ebrios Katen? El señor Katen los mando a celebrar a su líder favorito de la familia.
Si lo analizaba, claro que era posible. Él siempre había dicho que lo veía como un hijo después de todo.
—¿Y por qué parecías tan feliz?
—¡Pues porque se acordó de tu cumpleaños! Es un gran jefe, hay que aceptarlo. Mi plan apenas iba a empezar.
—¿Qué plan?— ella se escabulló de su agarre y fue a buscarle un gorrito de fiesta que le puso a regañadientes. Lo llevó a la sala y ella corrió a la cocina.
Unos segundos después, la canción de feliz cumpleaños comenzó a ser entonada por ella, que llevaba hasta Samatoki un lindo pastel decorado de distintos tonos de azul y velas blancas.
Samatoki no pudo evitar sonreír.
—¡Pide un deseo!— pidió con emoción. Samatoki negó con una sonrisa y cerró los ojos pensando un momento en su deseo antes de apagar la vela —¡Yei! Ahora a comer~...— murmuró tomando el cuchillo para poder partir el pastel.
El celular de Samatoki sonó y se alejó para contestar.
—Señor Katen, gracias por-
—Feliz cumpleaños, Samatoki.— interrumpió él —Espero que la fiesta que preparó tu novia haya salido bien. Siento no haber podido asistir, disculpame con ella.
—Ella...— volteo a verla. Se veía muy feliz comiendo pastel —Gracias, señor. Yo le haré llegar su disculpa.
—Nos vemos pronto, Samatoki.— y colgó. Suspiró pensando en miles de escenarios posibles para que ella le mintiera, pero si. La veía capaz.
Regresó con ella y se sentó tomando su plato y probó un poco.
—¿Quién era? ¿Jyuto?
—No. Era el señor Katen. Quería saber que tal estuvo la fiesta que organizaste.— ella tragó grueso.
—Maldito viejo...— murmuró —Perdón...
—Ya pasó, da igual.
—Pero... Cumplí mi promesa de estar solo tú y yo con pastel.
—Me habías prometido también un regalo
—Hay regalo, si. Pero, debes abrirlo en la cama— susurró. Samatoki soltó una risa.
—Estas loca.
—¿Pero me quieres?— Samatoki la miró. Tomó su rostro y la acercó a él.
—Te amo, maldita loca— la besó. Ella sonrió y se acercó a abrazarlo.
—Feliz cumpleaños, Sama. Espero haya sido un día lindo para ti...
Bueno, quizá después de todo, aquella reunión no fue tan horrenda como hubiera creído.
∆∆∆
Día 3: Passed.
Jaja. He de decir que no tenía ideas, y además, el cumpleaños de Samatoki es en noviembre, pero X. No importa jsjs
C
reo muy firmemente en que a Samatraka no le gusta celebrar su cumpleaños a lo grande, y dudo que en pequeño, pero bueno, Rayita quiso celebrarle y de alguna manera lo agradece
Espero les haya gustado<3
-Choki.
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FLUFFTOBER 2024 | HYPMIC
RandomIntentemoslo de nuevo, ¿bien? Esperemos lograrlo💪 -Choki.♡