Cita 25: Rumi Usagiyama (Mirko)

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La cita entre Gohan y Rumi comenzó temprano en la mañana, justo cuando los primeros rayos del sol iluminaban el horizonte. Ambos estaban emocionados, pero ninguno más que Rumi, quien, con su energía contagiosa, había invitado a Gohan a uno de sus entrenamientos más intensos. Para ella, entrenar con Gohan era el máximo desafío y la máxima diversión. Su estilo de combate encajaba perfectamente con el de Gohan, ambos amaban la acción, el desafío físico y, por supuesto, la competencia sana.

Llegaron al campo de entrenamiento, un lugar al aire libre rodeado de colinas y vegetación, diseñado específicamente para permitir libertad de movimiento. Sin perder tiempo, comenzaron con los calentamientos habituales, que para ambos significaban estiramientos y carreras a velocidades que cualquier humano ordinario encontraría imposibles.

Rumi: Vamos, Gohan -Dijo con una sonrisa competitiva- Esta vez te mostraré lo que he aprendido entrenando contigo. Ya no voy a dejar que me superes tan fácilmente.

Gohan le devolvió la sonrisa mientras ajustaba sus muñequera, que aún pesaban toneladas. Sabía que Rumi nunca bromeaba cuando se trataba de mejorar y que, aunque siempre le gustaba ponerla a prueba, ella lo veía como una oportunidad de superarse a sí misma cada vez que peleaban. Así que sin más preámbulos, empezaron.

Rumi fue la primera en lanzar el ataque, una rápida ráfaga de patadas voladoras y saltos acrobáticos, lo que mostraba su agilidad incomparable. Gohan se mantenía a la defensiva al principio, analizando sus movimientos, reconociendo el progreso que había hecho desde la última vez que entrenaron juntos. Su velocidad y fuerza habían aumentado notablemente, pero lo que más impresionó a Gohan fue su determinación implacable.

Gohan: ¡Eso es increíble! ¡Has mejorado muchísimo, Conejita! *Dijo esquivando una de sus patadas giratorias y lanzándose hacia ella con una ráfaga de golpes rápidos*

Rumi, sin dejarse intimidar y sin molestarse por el apodo, esquivó algunos, bloqueó otros y contraatacó con una velocidad sorprendente. Sabía que, contra Gohan, no podía bajar la guardia ni un segundo. Él era fuerte, incluso cuando se contenía, pero esa era precisamente la razón por la que le encantaba entrenar con él. Lo que otros verían como una lucha agotadora, para Rumi era la forma más pura de pasar el tiempo.

Durante varias horas, intercambiaron golpes y técnicas. Rumi le mostraba cómo había perfeccionado algunos de sus movimientos utilizando lo que aprendió entrenando con él. En especial, había adaptado algunas de las maniobras de combate cuerpo a cuerpo que Gohan le había enseñado, integrándolas con su estilo de lucha basado en el poder de sus piernas.

Rumi: Mira esto -Dijo mientras ejecutaba un salto hacia atrás seguido de una serie de patadas aéreas que, de haberse realizado en cualquier otro lugar, habrían destruido rocas gigantes- Esta combinación la perfeccioné gracias a ti.

Gohan: ¡Eso es increíble! -Dijo bloqueando la última patada, pero sintiendo la potencia detrás de cada golpe- Has dominado esas técnicas mejor de lo que pensé.

El entrenamiento continuó hasta que ambos estaban empapados en sudor, pero con sonrisas satisfechas en sus rostros. Gohan siempre admiró la dedicación de Rumi, y ella, a su vez, disfrutaba el hecho de que él nunca la trataba como si fuera menos fuerte por ser mujer. La respetaba por la heroína feroz y fuerte que era.

Después de entrenar toda la mañana, sus estómagos rugían. Decidieron ir a un restaurante que solían frecuentar, un lugar especializado en comida abundante, perfecto para dos guerreros hambrientos como ellos. Mientras se acomodaban, la charla se desvió hacia lo habitual: entrenamiento, combate y mejora continua.

Gohan: ¿Algún plan nuevo para el siguiente entrenamiento? *Preguntó mientras devoraba una Vaca completa Bien cocinada*

Rumi sonrió, con una chispa competitiva en los ojos.

One Shots: Citas con Gohan (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora