Capitulo 26

170 18 0
                                    

Habían pasado varios meses desde aquella noche en que todo cambió entre Carlos y Charles. Lo que comenzó como una relación forzada y llena de reglas se había transformado en algo mucho más profundo, algo que ninguno de los dos había anticipado. Carlos había estado pensando en esto durante semanas, sintiendo crecer dentro de él una certeza que no podía ignorar.

El atardecer en Madrid teñía el cielo de tonos cálidos, y Carlos, como tantas otras veces, había preparado una sorpresa para Charles. La mesa estaba decorada con flores frescas, velas suaves y una cena casera que había aprendido a preparar solo para él. La tensión en su pecho era palpable, pero también lo era la emoción.

Cuando Charles llegó, agotado de su día pero siempre con una sonrisa al ver a Carlos, la escena lo dejó sin palabras. Carlos lo recibió con un beso suave, como si todo lo que hubieran vivido juntos culminara en este momento. Pero esta vez, había algo distinto en el aire. Algo más cargado de significado.

─ Hola. ─ saludó Carlos, con una calidez inusual.─ ¿Cómo te fue hoy?

─ Un día largo, pero ahora todo parece mejor. ─ respondió Charles, aún observando el cuidado en los detalles de la cena.─ Esto es increíble, Carlos. ¿Qué estás tramando?

Carlos solo sonrió.─ Ven, siéntate conmigo. Tenemos una noche especial por delante.

La cena fue tranquila, llena de risas y anécdotas compartidas. Charles no podía dejar de notar lo atento y relajado que parecía Carlos, aunque también había algo más, una especie de anticipación en su mirada que no lograba descifrar del todo.

Cuando terminaron, Carlos lo tomó de la mano y lo condujo hacia el balcón, donde la vista de la ciudad iluminada los envolvía en un ambiente íntimo y romántico. Charles lo miró, intrigado por lo que vendría a continuación.

─ ¿Estás bien? ─ preguntó Charles, sintiendo que algo grande estaba a punto de suceder.

Carlos respiró hondo, reuniendo el valor para lo que había estado planeando durante tanto tiempo.─ Estoy mejor que nunca... ─ respondió, tomando ambas manos de Charles entre las suyas.─ Pero hay algo que necesito decirte. Algo que he querido desde hace meses, pero no sabía cómo.

Charles lo miraba con curiosidad, aunque su corazón ya comenzaba a latir más rápido, presintiendo lo que estaba por venir.

─ Estos meses contigo han sido los más importantes de mi vida. Lo que comenzó como un acuerdo, una fachada, se ha convertido en algo real, en algo que jamás imaginé que podría tener, ─ empezó Carlos, sus palabras llenas de emoción contenida.─ Charles, tú me has cambiado de una manera que no puedo describir. Me has dado algo que pensé que nunca encontraría. Y ya no quiero más juegos, ni contratos, ni reglas.

Charles sentía el nudo en su garganta, viendo la sinceridad en los ojos de Carlos.

─ No quiero simplemente seguir juntos como estamos ahora. Quiero que todo lo que hemos vivido signifique algo más, algo definitivo, ─ Carlos hizo una pausa, su mirada se suavizó aún más.─ Charles… quiero que te cases conmigo.

Las palabras cayeron en el aire como una revelación. Charles lo miró, completamente impactado, sin poder procesar al instante lo que acababa de escuchar. Su respiración se detuvo por un segundo, y luego su corazón comenzó a latir a un ritmo desenfrenado.

─ ¿Q-qué? ─ tartamudeó Charles, sin poder creer lo que sus oídos acababan de escuchar. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas antes de que pudiera siquiera reaccionar completamente.

Carlos sonrió, apretando suavemente sus manos.─ Sí. Quiero casarme contigo. No por un contrato, no para la empresa, sino porque te amo. Porque quiero pasar el resto de mi vida contigo...

Charles sintió que las lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas sin poder controlarlas. La emoción lo desbordaba por completo, y sus palabras se ahogaron en un sollozo de felicidad.

─ Calos… ─ murmuró, sin poder contener el llanto.─ No puedo creerlo. Yo… no sabía que…

─ No tienes que decir nada ahora, ─ lo interrumpió Carlos, acariciando sus mejillas con ternura.─ Solo quiero que sepas que estoy listo. Estoy listo para dar este paso contigo, si tú también lo estás.

Charles asintió, incapaz de hablar, solo dejándose llevar por la ola de emociones. Nunca había imaginado que algo así pudiera suceder, y mucho menos con Carlos, el hombre que había comenzado siendo distante y frío, pero que ahora era todo lo contrario.

─ Sí… ─ logró decir finalmente, entre sollozos.─ Sí, quiero casarme contigo. ─

Carlos lo envolvió en sus brazos, sintiendo cómo Charles se aferraba a él con fuerza. El alivio y la felicidad inundaban su pecho mientras lo sostenía, sintiendo cómo todo el peso del pasado se desvanecía en ese instante. Ya no había contratos ni barreras entre ellos. Solo quedaba el amor, puro y sincero.

─ Entonces es oficial. ─ dijo Carlos en un susurro, besando suavemente la cabeza de Charles.─ Vamos a casarnos.

Charles levantó la cabeza, con los ojos aún llenos de lágrimas, pero con una sonrisa que iluminaba su rostro.─ No puedo creerlo... ─ dijo, riendo entre lágrimas.─ Esto es lo más increíble que me ha pasado.

Carlos sonrió, inclinándose para besarlo. Esta vez, no había miedo, ni dudas. Solo amor, en su forma más pura.

─ Y esto es solo el principio. ─ murmuró Carlos, antes de besarlo de nuevo, sellando su promesa con cada caricia, con cada susurro.

Se quedaron en el balcón, abrazados bajo el cielo estrellado, sabiendo que acababan de dar el paso más importante de sus vidas.

Matrimonio por Necesidad ─ Charlos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora