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↳ 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍 - 𝐃𝐄𝐀𝐃 𝐂𝐀𝐋𝐌
ᴠᴀʟᴇɴᴛɪɴᴇᴍᴀʟʟᴏʀʏ sɪɢʜᴛ
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𝐇𝐀𝐁𝐈𝐀 𝐄𝐒𝐓𝐀𝐃𝐎 bastante nerviosa y extraña desde que encontramos el oro. Mamá y papá me habían preguntado repetidas veces por qué me encontraba tan... feliz, pero también alerta y perseguida. Yo no supe qué contestar exactamente, así que solo me limité a decir que las aventuras Pogues no terminaban jamás.
Pude notar que mi padre sabía que había algo que yo no estaba diciendo, pero él no lo dirigía, y yo tampoco. Ambos dos sabíamos que el otro sabía, pero preferías fingir demencia y seguir adelante.
—¡Ma, me voy con los chicos! —grite, estando a nada de salir de casa.
—¡Valentine, ven aquí! —oí a mi padre desde la cocina.
Di un suspiro y rogué no haber hecho nada como para que me regañe. Que yo recuerde, no había hecho nada.
—¿Qué ocurre? —pregunté mientras entraba a a la cocina.
—Espero que no hayas olvidado que en unos días vendrán Tamara y sus hijas —me miró con cautela—. Sé que estás muy entretenida con tus amigos haciendo Dios sabe qué, pero esto es importante para nosotros, ¿de acuerdo? Más que nada para tu madre y tu abuela.
—Lo sé —cerré los ojos con fuerza, sin poder ocultar mi mentira—. En realidad, no. Lo había olvidado por completo, pa. Lo lamento.
—Ya sabía que lo habías olvidado. Te conozco, Val —sonrió—. Por eso te lo estoy recordando. Y, lamento informarte esto, pero aquella salidas Pogues tendrán que ser un poco más limitadas.
