Pruebame. (Sabrina Carpenter x Jenna Ortega)

Capítulo 16: Seré fuerte

Sabrina había decidido enfocarse completamente en su carrera. Su agenda estaba repleta de colaboraciones con otros artistas, nuevas canciones, eventos públicos, y entrevistas. A pesar de tener mucho por delante, nada le pesaba más que el inminente momento de volver a compartir escena con Jenna. Aunque la idea de estar cerca de ella siempre le entusiasmaba, el mero pensamiento de verla siendo romántica con su "pareja" le revolvía el estómago.

La última vez que habían trabajado juntas fue en "Taste", donde Sabrina tuvo que lidiar con la incomodidad de ver a Jenna besando al famoso que participó en el video. La escena fue intensa y la química entre ellos pareció real, lo que hizo que Sabrina sintiera una oleada de celos. Desde entonces, no podía evitar sentir esa punzada cada vez que pensaba en Jenna con alguien más.

Pero ahora era distinto. Sabía que la relación de Jenna con su "pareja" no era real, era ese retorcido acuerdo arreglado por la empresa de Jenna, simplemente para generar publicidad. Sabrina se lo había repetido cientos de veces: todo era parte del espectáculo, un montaje para la prensa. Sin embargo, esas palabras no lograban calmar las emociones que la consumían por dentro. Por más que supiera que era falso, no podía evitar sentirse mal, esta vez los vería juntos mas seguido.

Se maldecía por haber aceptado el papel en la serie. Sabía que profesionalmente era una oportunidad que no podía dejar pasar: el proyecto tenía una gran visibilidad, y trabajar junto a Jenna nuevamente era un sueño cumplido en muchos sentidos. Pero a nivel personal, se sentía como si estuviera caminando hacia una tortura emocional de la que no había forma de escapar. Sabía que no solo tendría que presenciar esas escenas románticas, sino también reprimir sus propios sentimientos, esconder las emociones que Jenna despertaba en ella y que parecían crecer con cada día que pasaban juntas.

Era una lucha interna constante, entre su deseo de mantener su profesionalismo y su corazón que latía más fuerte cada vez que veía a Jenna. Sabrina se odiaba a sí misma por no poder controlar sus emociones, por no poder apagar ese sentimiento cada vez que veía a Jenna sonreírle a alguien más, aunque supiera que era una actuación.

Después de estar sumida en sus pensamientos, decidió dejar a un lado sus emociones y concentrarse en terminar lo que tenía pendiente. Era lo mejor, al menos por ahora. Miró el reloj y se dio cuenta de que ya era casi la hora de salir. Mientras cerraba su laptop y recogía sus cosas, sintió el zumbido familiar de su teléfono en el bolsillo. Sin pensarlo mucho, lo sacó y lo desbloqueó, solo para encontrarse con un mensaje de Jenna.

"Ya me enteré que aceptaste un papel en mi serie, qué bueno será trabajar juntas de nuevo", decía el mensaje.

Las palabras de Jenna eran directas, sencillas, pero tenían un efecto inesperado en Sabrina. Aún con el peso de todo lo que venía arrastrando en su mente —la confusión, los celos, la incertidumbre—, no pudo evitar que una pequeña sonrisa se dibujara en su rostro al leer el mensaje. A pesar de lo dolida que estaba por toda la situación, el simple hecho de saber que Jenna estaba emocionada por volver a trabajar juntas le provocó un calor en el pecho que no podía ignorar.

Era extraño cómo, en medio de todo su tormento interno, Jenna siempre lograba iluminarla con algo tan simple como un mensaje. Sabrina suspiró, cerrando los ojos por un momento, dejando que esa sensación de alegría fugaz la recorriera, aunque supiera que detrás de eso, su corazón seguía dividido.

Faltaban unos días para que Sabrina entrara en escena, y ya le habían pasado los detalles de su papel. Interpretaría a una amiga cercana de la protagonista, que ayudaría a Jenna a conquistar al chico principal de la historia. Sabrina no había indagado mucho en la trama de la serie, enfocándose más en el aspecto técnico de su participación. Sin embargo, ahora se veía obligada a estudiar los episodios de la primera temporada, ya que su personaje aparecería en la segunda. Tenía que hacerlo bien, aunque no fuera precisamente su situación ideal.