Pruebame. (Sabrina Carpenter x Jenna Ortega)

Capítulo 10: La entrevista

Sabrina despertó muy feliz después del tiempo que pasó junto a Jenna. No podía evitar sonreír al recordar la noche anterior. Habían pasado horas hablando, riendo y, como en tantas otras ocasiones recientes, compartiendo esos momentos íntimos que la hacían sentir que algo más estaba floreciendo entre ellas. El corazón de Sabrina latía con fuerza cada vez que pensaba en Jenna. Parecía que de verdad estaban progresando, pero, aun así, había algo que no terminaba de encajar.

Mientras se estiraba perezosamente en la cama, su mente comenzó a llenarse de preguntas. ¿Seguían siendo solo amigas? ¿Amigas con derecho? Sabrina frunció el ceño, confundida. "No lo entiendo", murmuró para sí misma, su corazón acelerándose levemente. No quería presionar a Jenna, no quería apresurar las cosas, pero... las cosas habían cambiado. Se habían besado, se habían tocado de una forma que las amigas normales no lo hacen.

Con un suspiro, Sabrina se levantó y comenzó a vestirse. Sabía que necesitaba claridad, pero temía que al preguntar, la respuesta de Jenna fuera negativa. "¿Y si no siente lo mismo?", pensaba mientras se ponía la blusa. Las dudas la estaban carcomiendo por dentro, pero la idea de perder esa conexión, esa magia que sentía cada vez que estaba con Jenna, era aún más aterradora.

Intentando despejarse de esos pensamientos, fue hacia la cocina para prepararse el desayuno. Mientras cortaba unas frutas y hacía un café, se daba ánimos a sí misma. "Hoy no voy a pensar en eso", se dijo en voz alta, como si las palabras pudieran hacer que sus preocupaciones desaparecieran. Tenía una entrevista importante esa noche, algo que había estado preparando durante semanas. No podía permitirse estar distraída, no cuando tenía una oportunidad como esa.

A medida que iba arreglando todo para la entrevista, sacó su teléfono y decidió mandarle un mensaje a Jenna. "Buenos días", escribió, tratando de sonar casual. En el fondo, esperaba que ese pequeño gesto ayudara a calmar sus nervios, tal vez recibir una respuesta cariñosa que la ayudara a aclarar el mar de dudas que llevaba dentro.

Jenna no tardó mucho en responder. "Buenos días, oye, ¿estas disponible hoy en la noche? hay algo IMPORTANTE que me gustaría que habláramos", leyó Sabrina en la pantalla. El corazón de Sabrina dio un vuelco. Esa frase. Esa temida frase que nunca presagiaba nada bueno.

Sabrina respiró hondo y, tratando de mantener la compostura, le respondió. "Tengo una entrevista esta noche. ¿Podemos hablar mañana?" Mientras enviaba el mensaje, sentía cómo su estómago se revolvía. No quería postergar esa conversación, pero tampoco podía dejar de lado algo tan importante como la entrevista que tenía programada.

Jenna, después de unos segundos de pausa que parecieron eternos, respondió: "Está bien, mañana nos vemos para hablar". Sabrina sintió una mezcla de alivio y preocupación. Jenna sonaba seria, y eso no era algo que solía ocurrir a menudo. ¿Qué tan grave sería aquello que quería discutir?

Aun así, a pesar de la seriedad del mensaje, no podía evitar sentir cierta felicidad. Le encantaba verse con Jenna, y aunque la incertidumbre la consumía, el simple hecho de que se encontrarían le hacía sentir mariposas en el estómago.

Después de ese intercambio de mensajes, Sabrina dejó el teléfono sobre la mesa, tratando de no pensar demasiado en la conversación que tendría con Jenna al día siguiente. A pesar de sus esfuerzos, las palabras de Jenna seguían flotando en su mente. "Tenemos que hablar sobre algo importante". ¿Qué querría decir con eso? Se preguntaba si se trataba de su relación, de esos momentos íntimos que habían compartido, o si quizás había algo más, algo que Sabrina aún no había considerado.

Para distraerse, Sabrina decidió enfocarse en su día. La entrevista era crucial y sabía que debía estar completamente concentrada para dar lo mejor de sí. Se arregló con esmero, escogiendo un conjunto elegante pero sencillo. Quería verse profesional, pero no exagerada. Mientras se miraba en el espejo, se dio cuenta de que, a pesar de los nervios por la charla pendiente con Jenna, se sentía emocionada por la oportunidad que tenía esa noche. Había trabajado duro para llegar hasta allí, y no podía permitir que sus sentimientos nublaran su desempeño.