Pruebame. (Sabrina Carpenter x Jenna Ortega)

Capítulo 11: Problemas

Después de ese intenso momento en el programa, Sabrina sintió una mezcla de emociones mientras se despedía de Jimmy y del público. Había manejado la situación de la mejor manera posible, pero no podía negar que lo ocurrido la había dejado pensativa. Mientras las cámaras se apagaban y los aplausos del público se desvanecían, se levantó del sillón y caminó hacia los bastidores con una sonrisa forzada. Por dentro, su mente seguía atrapada en el comentario que había hecho.

"Jenna besa bien", había dicho frente a millones de personas. A pesar de que intentó convertirlo en una broma ligera, la realidad era que había una verdad más profunda detrás de esas palabras, una verdad que ni siquiera había querido admitir plenamente hasta ese momento. Se sentía expuesta, vulnerable. Y, por supuesto, la gran pregunta era cómo se sentiría Jenna al respecto.

Ya en los camerinos, Sabrina se dejó caer en una silla, agotada por la montaña rusa emocional que acababa de atravesar. Su equipo la felicitaba por la entrevista, diciéndole lo bien que había salido y cómo el público la adoraba, pero su mente estaba en otro lugar. El comentario sobre el beso seguía resonando en su cabeza, y no podía evitar preocuparse por cómo afectaría eso su relación con Jenna.

Sacó su teléfono y lo miró durante varios segundos. Sabía que no podía evitar a Jenna para siempre, y mucho menos después de lo que había dicho en el programa. Pero también sabía que Jenna era impredecible, y la forma en que podría tomar lo que Sabrina había dicho la inquietaba profundamente.

"No puedo escribirle ahora", pensó. "Tengo que darle espacio. Además, mañana ya tenemos que hablar. No puedo precipitarme". Pero la realidad era que quería hablar con ella en ese mismo instante, aclarar lo que sentía y saber cómo se sentía Jenna al respecto.

Mientras su equipo terminaba de organizar los últimos detalles antes de salir del estudio, Sabrina miraba su reflejo en el espejo. A pesar de la fachada de confianza que había mostrado en el programa, se sentía insegura.

Esa noche, mientras se dirigía de vuelta a su casa, Sabrina no podía dejar de pensar en cómo iba a abordar la conversación pendiente con Jenna al día siguiente. Sabía que las cosas no podían seguir como estaban; los besos y los momentos íntimos que habían compartido últimamente habían cambiado todo. Ya no podían ser simplemente "amigas". Pero lo que realmente le aterraba era no saber en qué dirección tomaría todo esto. ¿Quería Jenna lo mismo? ¿O simplemente la veía como una amiga cercana, alguien con quien podía divertirse sin más complicaciones?

Cuando llegó a su departamento, se dejó caer en el sofá, mirando el techo con cansancio. A pesar de haber hecho lo mejor posible para mantener las cosas profesionales en la entrevista, había una parte de ella que desearía haber sido más honesta. Quería decir en voz alta que le gustaba Jenna, que ese beso había sido algo más que una simple actuación, que había sentido una conexión real, algo más profundo.

Pero era demasiado complicado. No solo porque su relación con Jenna ya era confusa, sino porque no estaba segura de si estaba lista para enfrentar sus propios sentimientos. Tal vez, mañana, cuando hablara con Jenna, obtendría alguna claridad. Pero hasta entonces, tendría que lidiar con el torbellino emocional que sentía.

De repente, su teléfono vibró sobre la mesa. Pensando que sería una notificación de trabajo, lo desbloqueó con cierta desgana. Sin embargo, al ver el nombre de Jenna en la pantalla, su corazón comenzó a latir con más fuerza. Abrió el primer mensaje con una mezcla de curiosidad y nerviosismo.

"Hola, Sabrina. Quería decirte que podemos vernos a las 8 pm después del trabajo, para nuestra conversación pendiente."

Sabrina tenía su corazón acelerado. Mientras pensaba en cómo responder, su teléfono vibró nuevamente. Miró la pantalla y vio un segundo mensaje de Jenna.