🎼🎶Notas en el Silencio🎼🎶

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Canción: Celoso (Lele pons)
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**Entre Miradas y Susurros**

Era una de esas noches en Hogwarts donde la luna iluminaba con intensidad y la brisa fría acariciaba los terrenos del castillo. Dentro de la sala común de Slytherin, Severus Snape estaba sentado junto a algunos de sus compañeros, su mirada fija en el fuego que crepitaba en la chimenea, mientras los murmullos y risas de los demás llenaban el espacio.

**Cinco 'e la mañana, tú me llama' (Woo)
Solo pa' ver quién está en mi cama (Ah)
Yo no tengo tiempo pa' tu' drama'
A mí no me llame' a la cinco 'e la mañana**

Sirius Black, desde la distancia, observaba. Desde que su relación con Severus había cambiado, había comenzado a sentirse inseguro de una manera que nunca había experimentado. No era solo el hecho de que estaban juntos en secreto, sino que siempre había algo que lo inquietaba, como la forma en que los otros Slytherins parecían rodear a Severus. A pesar de lo reservado que era, Severus parecía tener una conexión cercana con varios de ellos. Cada vez que Sirius lo veía riendo, aunque fuera brevemente, o hablando con uno de esos compañeros, algo oscuro se revolvía en su interior.

Esa noche no fue la excepción.

Severus estaba con Avery y Mulciber, riéndose de algo que solo ellos parecían entender. La risa de Severus, rara y casi desconocida para muchos, fue como una daga para Sirius. Su mandíbula se tensó. Desde el otro lado de la sala común de Gryffindor, donde Sirius se encontraba temporalmente tras colarse a través de los pasadizos, se quedó observando cómo Severus interactuaba con los demás.

**Porque de seguro ando de rumba con mi hermana
Tú quieres llamarme y solo cuando tienes ganas (Tienes ganas)
Yo quiero bailar esta noche
Voy a disfrutar sin reproches**

Los recuerdos de las noches anteriores se mezclaban en su mente. No era raro que Sirius recibiera mensajes de Severus en horas impensables, pidiéndole que se encontraran en algún lugar remoto del castillo, como si fuera un secreto prohibido que debía mantenerse bajo llave. A menudo, esas llamadas venían después de que Severus había pasado horas con sus compañeros de casa, y aunque siempre le decía que esos encuentros no significaban nada, a Sirius le costaba creerlo.

Esa noche, sin embargo, Sirius estaba seguro de que Severus lo había olvidado, que no lo llamaría. Había algo en la forma en que Mulciber le tocaba el hombro a Severus, o cómo Avery se inclinaba hacia él cuando hablaban en susurros, que lo hacía sentir incómodo, furioso incluso.

**Te pone' celoso si me ve' con otro
Hago lo que quiero, yo solo me la gozo
Te pone' celoso si bailo con otro
Yo no soy de ellos, ni tuyo tampoco**

Sirius respiró profundamente, intentando calmar el torbellino de emociones que sentía. Odiaba sentirse así. Nunca había sido el tipo de persona que se aferrara a alguien, pero con Severus… todo era diferente. Había algo en él que lo descolocaba, lo hacía querer más, ser el único en su vida, y cuando lo veía rodeado de otros, la furia lo consumía.

Severus, por su parte, sentía la mirada ardiente de Sirius desde el otro lado de la sala. Sabía lo que estaba pasando por su mente. Lo conocía demasiado bien. Sirius Black, siempre el centro de atención, siempre desbordando confianza, ahora estaba atrapado en una red de celos que, en su mayoría, Severus disfrutaba. Le gustaba esa sensación de poder que le daba saber que podía sacar a Sirius de su calma habitual.

Pero a la vez, lo amaba. Y aunque nunca lo diría en voz alta, el fuego de los celos de Sirius lo hacía sentir especial, deseado. Era un juego peligroso, pero Severus sabía exactamente cómo mover las piezas.