El comienzo de una vida llena de emociones, cuando un mafioso italiano se obsesiona contigo.
Orión, es una mujer misteriosa, que oculta sus verdaderos sentimientos tras una fachada impenetrable. De día, nadie sospecha la intensidad que guarda en su...
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Veinte.
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Kaemon Rinaldi
Recibí la noticia hace un mes de que la producción de mi área estaba suspendida; esa fue la confirmación de que debía volver a Los Ángeles. Ella me llamaba de la forma más irónica.
Ni siquiera me enojé, al contrario, estaba feliz porque ahora me necesitaba, como yo a ella.
O eso quería pensar.
La polla ya la tenía erecta con tan solo pensar en ella: su piel, sus gemidos, el sabor de su cuerpo, la forma en que se movía, sus lágrimas cristalinas desplazándose por su hermoso rostro. Quería que este avión aterrizara ya. Un mes sin cogerla me ha hecho entender que no puedo dejarla en Los Ángeles; pienso llevármela.
Llegaría alrededor de las dos de la mañana y estaba decidido a ir directo a su casa.
—Si sigues sonriendo así, te juro que te daré un tirón en la cabeza —se queja Andrei—. En el momento menos inesperado sales con que quieres ir a Los Ángeles.
—Te dije, la empresa de Los Ángeles es una de las mejores fuentes de narcotráfico —me defiendo—. La empresa no se maneja si no es con alguien al mando. Pienso dejar a uno de mis hombres al frente.
Se ríe, el muy desgraciado.
—Si fuera por eso no estarías sonriendo. Estarías insoportable, queriendo matar a quien no te deja traficar tus mierdas —asume—. Dejémonos de tonterías, ya sé que solo quieres estar con tu mujer.
No le respondo en lo absoluto y agradezco que el silencio lo haya hecho olvidar el tema.
—La boda será en dos semanas —mi sonrisa se convierte en una línea recta—. Los Collum piensan festejar la boda en el palazzo nero. Tienes que volver lo antes posible, ya que has dejado a tu prometida sola con todo.
—No hables de esa maldita boda hasta que te lo pida.
—No trates de evitar la realidad, hermano. Si te casas con Monserrat Collum no solo tendrás tu imperio asegurado, también acceso a información que te pondrá en jaque con los mafiosos del exterior —insiste, y endurezco la mirada—. La era de la mafia será en solo un año, y cuando todo salga a la luz, nosotros estaremos en la cima del nuevo mundo.
—Así será.
༓࿇༓
Comencé a conducir hacia una dirección que me sé de memoria.
No sé en qué clase de loco obsesivo me he convertido, solo sé que mientras conduzco hacia su casa siento la emoción de saber que pronto estaré con mi mujer. Acelero el coche a una velocidad inhumana mientras llueve a cántaros.
