□『ƏXØRCÏSMØ』□

538 55 12
                                    

POV: T/N

El cielo es un lugar donde no hay nada malo, ninguna impureza; un lugar perfecto donde no hay personas malas. Siempre, cuando era niño, me hicieron creer que el infierno es donde van las personas malas y que, quién sabe cuántas mamadas, pero... mi madre, mi querida madre, me hizo ver algo diferente en todo eso, diciendo que ninguna persona es superior o inferior a otra, y que si piensas así, eres un narcisista de mierda...

Hubiera querido estar más con ella. Algunas veces me llegan flashbacks inesperados de ella cuando estoy a punto de tomar una decisión difícil... cuánto la amo...

Bueno, digamos que después de los 18 pasé a ser un exorcista, ya que decían que pagaban bien y así podía tener una vida digna viviendo solo, pero no sabía en qué consistía eso. Como sea, no me imaginaba las terribles cosas que tenía que hacer en ese trabajo.

El primer día conocí al jefe, que era un narcisista llamado Adam. Siempre decía que era el "don vergas" y que nacimos todos gracias a él. Jaja... ¡PUTO!

Tenía un jefe de reclutas que se llamaba Vaggie. Ella, bueno, sí me llegó a agradar más, pero aquí es donde perdí esa idea de que el cielo es puro, cuando me obligaron a bajar al infierno y me dijeron...

Adam: ¡MATEN A ESOS PUTOS PECADORES...!

Yo solo pude quedarme en shock en ese momento, cuando me dijeron que tenía que acabar con la vida de alguien. Yo, la verdad, no quería matar inocentes, pero solo me dijeron que era fácil, satisfactorio, placentero, al igual que desestresante... No tuve otra opción que hacerlo; no podía regresar atrás porque, como sea, ya había entrado al portal y, bueno, no era tan recomendable subir de nuevo sin haber matado por lo menos a un pecador. Así que ni modo...

Ahí me podían ver con una cara de arrepentimiento al acabar con la vida de 54 pecadores... Al final regresamos y me felicitaron. Todos los reclutas pensaban que serían hombres, pero eran todas mujeres, y yo me quedé como pendejo al ver eso.

Estaba en un trabajo de puras mujeres, ni un solo rastro de masculinidad. Me dijeron que para ser mi primera vez lo hice muy bien. Hasta Vaggie me felicitó, solo que Adam seguía con su egocentrismo al máximo y solo dijo que ha habido mejores que yo. No le presté atención a sus palabras; al final, tuve mi ansiosa paga.

Pero seguía en mi mente aquella sensación de matar a alguien, pero en vez de asquearme... me gustó...? Jaja...
Proseguí a hacer lo mismo el año siguiente, y el siguiente, y el siguiente. Duré 5 años haciendo lo mismo y perfeccionando mi técnica, al igual que mi forma de atacar. En ese transcurso, una recluta igual que yo, llamada Lute, subió de rango, convirtiéndose en la mano izquierda de Adam, junto con Vaggie.

Bueno, cuando la conocí, sí me cayó de la riata, porque mentirles, Arcabo, soy un ser puro que no miente, jaja... Continuando, llegué a entablar una amistad con Vaggie. Era seria, pero siempre la hacía reír con algunas de mis acciones involuntarias.

Vaggie: Vamos, no seas asqueroso, no te metas eso a la boca, jaja...

T/N: ¿Qué tiene de malo? Jaja... comiendo algo de musgo de una roca

Vaggie: ¿Estás comiendo musgo de una roca? ¿No te da asco eso? 
Sonriendo

T/N: No es carne, así que puedo comerlo todo lo que quiera. 
Dándole un mordisco

Vaggie: No, jaja. ¡Qué asco! 
Volteando hacia otro lado

T/N: Jaja...

Recuerdo ese día como el mejor de mi vida, al estar con una amiga desde hace cinco años, precisamente en el bosque sagrado del cielo, donde había mucha vida y naturaleza por donde quiera que miraras... Bonitos tiempos... Pero aquí me encuentro con el ejército de los exorcistas, preparándonos para el exorcismo anual.

(💋ROSIE YANDERE X LECTOR💋)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora