Capítulo 35

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 Episodio 35. Quelques Fleurs (7)

Un escalofrío recorrió mi espalda. No solo por el uso repentino del lenguaje informal, sino porque las feromonas que él emitía habían llegado hasta mí. Esas feromonas, que se pegaban a mi respiración y mi piel, tenían una intención muy clara y única.

"No pensarás que realmente derramé el vino por accidente, ¿verdad?"

"..."

Eran feromonas sucias y vulgares, diseñadas para excitarme. La sensación de que se pegaban a mí era extraña, algo que nunca antes había experimentado. Jamás había estado expuesto a las feromonas de un alfa que las utilizara para "forzar" una reacción en el otro. En realidad, la primera vez que estuve cerca de feromonas alfa fue con Kwon Yido, por lo que no era sorprendente que me sintiera tan incómodo. Cada vez que inhalaba un poco más, mi pecho se irritaba, como si insectos estuvieran arrastrándose dentro de mis pulmones.

"Solo disfrutemos el momento y ya. Ambos sabemos de qué va esto, así que no lo hagas más complicado. ¿De acuerdo?"

"... ¿Esta consciente de lo que me está diciendo?"

Mi mente tardaba en procesar lo que estaba pasando. Aunque la situación era desconcertante, no lograba entender por qué mi estómago seguía revuelto. No es que no hubiera anticipado algo como esto, pero nada estaba ocurriendo de la manera en que había pensado. No estaba reaccionando con la calma que había creído tener.

"No debería estar haciendo esto."

Él era un hombre, y yo también lo era. No importaba cuántas feromonas esparciera Kwon Yijung, yo era un omega dominante, incapaz de emitir feromonas. Este tipo de estímulos no debería afectarme en lo más mínimo.

"Deje de hacer esto, por favor..."

"Ey, mejor cierra el pico, ¿sí?"

A pesar de todo, la sensación de inquietud no me abandonaba. Temía que, si seguía así, acabaría consumido por Kwon Yijung, como si me quemara desde dentro. Cuanto más me acercaba a él, más oscuro y desvanecido se volvía mi campo de visión.

"Tú sabes cómo es este juego de mierda. Sé que no puedes rechazarme, así que no me vengas con demandas ni denuncias."

Kwon Yijung no estaba del todo equivocado. No había forma de desconocer lo sucia que era la industria en la que nos movíamos. Si lo apartaba o lo rechazaba, las consecuencias futuras eran impredecibles.

"...Sus amenazas no funcionarán conmigo."

Pero yo ya no tenía nada que perder. Había dejado mi puesto como director por decisión propia, y no había ningún otro aspecto de mi vida que pudiera verse afectado. Además, ya no era libre; estaba vinculado a Kwon Yido mediante un contrato.. Si Kwon Yijung intentaba hacerme daño, estaba convencido de que Kwon Yido actuaría como una mínima barrera de protección. No había razón alguna para dejarme intimidar en este momento.

"¿Amenazas? ¿Cuándo te he amenazado?"

Entonces, ¿por qué seguía sintiendo tanto miedo? ¿Por qué mis manos temblaban incontrolablemente? AAún no había puesto sus manos sobre mí, y si quisiera, podría empujarlo. Incluso si tenía la fuerza de un alfa, no era necesario que me dejara llevar pasivamente por la situación.

"No me interesan los agujeros de los hombres, pero viendo cómo Kwon Yido se vuelve loco por ti, pensé que al menos valdría la pena darte una probadita."

Con gran esfuerzo, moví mis piernas, retrocediendo a medida que él se acercaba lentamente, como un depredador acechando a su presa. Sus ojos entrecerrados me recorrieron de arriba abajo mientras acortaba la distancia lentamente.

Al final de ese recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora