𝑰𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒐𝒍𝒂𝒃𝒍𝒆 (𝑫𝒂𝒛𝒂𝒊 𝒙 𝑻𝒖)

Capítulo 3

Los ojos de Dazai se ensancharon y su cara se puso aún más roja de lo que ya estaba. Tus palabras lo tomaron completamente desprevenido, estaba sorprendido por tu audacia puesto que no esperaba que dijeras algo así.
Sus ojos se llenaron de una mezcla de conmoción y deseo, y por primera vez en mucho tiempo... se había quedado completamente sin palabras.

-Así es, lo que escuchaste- Dijiste con un evidente sonrojo. -¿O acaso quieres oírme decirlo otra vez?... Se que quieres oírme~- Exclamaste esto último con algo de burla y deseo.

Dazai trago con fuerza mientras oía esas palabras salir nuevamente de tu boca, su cara todavía se sonrojaba de vergüenza y deseo. Sabía que tenías razón, quería oírte decirlo de nuevo, pero todavía estaba en negación.

-Yo... eres tan jodidamente directa...¿por qué dices cosas así?- Murmuró, sonando nervioso e intrigado.
-Porque quiero que... quiero que me cojas, que me hagas tuya- Dijiste con algo de vergüenza. -Pero el asunto está aquí... ¿Tú Osamu Dazai~ quieres cogerme?- Susurraste en un tono seductor y divertido.

Las palabras que salieron de tu boca enviaron un escalofrío directo a la columna de Dazai. Trato de mantenerse calmado y distante, pero el sonrojo de su cara lo traicionó.
-Y-Yo... S-Si, si quiero, lo deseo- Admitió con una voz temblorosa y sus mejillas completamente sonrojadas.
Sentía como su corazón latía rápido y fuerte, tan fuerte que quizá tú podrías llegar a escucharlo.
-Bueno, eso es algo que nunca creí escuchar salir de tu boca y ahora que lo sé... estoy segura de que lo podemos hacer realidad en este momento~- Exclamaste con una coqueta sonrisa en tu cara.

Empezaste a cerrar la distancia que había entre ambos, cuando de repente alguien abre la puerta de aquella sala.
Los ojos de Dazai se abrieron cuando el sonido de la puerta abriéndose lo hizo volver a la realidad. Rápidamente se alejó de ti, tratando de recuperar su expresión despreocupada mientras miraba quien había entrado.
-Mierda- Maldijo en voz baja a quien había interrumpido el momento entre ambos.

Cuando la puerta se abrió por completo, se dieron cuenta de que era Chūya, diciendo que tenían una nueva misión por completar. Inmediatamente después de decir eso los dejó solos en la habitación.

-Ahg~ Parece que tenemos trabajo que hacer, pero no te preocupes, vamos a dejar este encuentro para otro día, si?- Hablaste en un tono irresistible para aquel hombre.
-Si... S-Si, para otro día- Dijo algo frustrado pero tratando de lucir calmado e indiferente. Aún tratando de ocultar el hecho de que seguía pensando en aquellas palabras que habían salido de tus labios.

Continuará...