...
-Solo somos tú y yo... y el chofer, pero el no puede oírnos. Así que cuéntame antes de que lo resolvamos en la cama~- Dijiste con una sonrisa coqueta en tu cara.
-Solo... sigo pensando en lo de antes.
Y-Ya sabes... tu propuesta.-Murmuró, todaví...
Para el infortunio de ambos, o quizá solo tuyo, cuando las cosas empezaban a ponerse buenas, el auto se detuvo de un frenón al frente del cuartel de la Port Mafia haciendo que cayeras del regazo de Dazai; y de paso Chūya los esperaba en la entrada.
-Oye... ¿Estás bien?- Dijo Dazai en un tono burlón y haciendo un mínimo esfuerzo por esconder su carcajada. -Hm- Exclamaste con el ceño fruncido y un leve sonrojo en tú cara. -Para que sepas...- Clamaste con una sonrisa burlona mientras salías del auto -Sentí tu erección- Dijiste para calmar aquella humillación que te acababa de pasar. Finalmente, le diste una sonrisita burlona mientras terminabas de salir del auto.
La cara de Dazai se puso completamente roja cuando mencionaste la erección que tenía, y maldijo la interrupción de Chūya esperándolos. Se tomó un momento para calmarse, acomodando sus pantalones discretamente antes de salir del auto. Estaba molesto y nervioso al mismo tiempo, pero sobre todo nervioso mientras trataba de ocultar su expresión avergonzada de Chūya.
-¿Y a ti qué bicho te picó? ¿Por qué vienes con esa cara?- Exclamó Chūya, con bastante duda. -A ti que te importa, tch- Dijo Dazai con evidente molestia, no entendía porque Chūya tenía que ser tan chismoso.
...
Era de noche, y estaban en una sala con unos pocos miembros de la Port Mafia, para ser más específicos: Ougai Mori, el jefe, Kouyou Ozaki y por supuesto Chūya Nakahara.
Dazai estaba sentado en un sofá, rodeado por los poco miembros de la mafia. A pesar del ambiente relajado, no podía concentrarse en la conversación que estaba sucediendo a su alrededor. Su mente estaba ocupada con pensamientos sobre ti, y no podía quitarse esa sensación de emoción y deseo que se había estado acumulando desde su pequeño encuentro en el auto antes de que cayeras al suelo. Tomo un sorbo del whisky que había en su vaso, ocasionalmente mirando en tu dirección, asegurándose de parecer despreocupado y distante ante los demás miembros que habían en la sala.
Esa noche, hacía algo de calor y por supuesto, tu atuendo no te favorecía en absolutamente nada; llevabas puesto un mini vestido de mangas largas y encima de este traías un saco. No pensabas quitártelo puesto que te veías muy bien, pero se te ocurrió una idea. Te levantaste de tu silla y a la vez te quitabas lentamente tu saco solo para quedarte con el vestido, sabías perfectamente que tus pechos se harían visibles, y tal vez, solo tal vez Dazai miraría en tu dirección; aquello era un comportamiento inusual en ti, pero... ¿Qué tenías que perder? ¿Tu dignidad al ver que no te presto atención? Esa la perdiste en el momento en que te caíste de su regazo en el auto.
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(Tú vestido)
-Hm~- Murmuraste con una pequeña risa, de manera que Dazai pudiera escucharte, también le diste una pequeña mirada.
La mirada de Dazai se desvió hacia ti, y se congeló al darse cuenta de lo que llevabas puesto. Trato de mantener su expresión neutral, pero no pudo evitar sentir que su corazón se aceleraba mientras te miraba fijamente. Tomo otro sorbo de whisky, tragando rápidamente en un intento de mojar se garganta repentinamente seca. Dazai pudo sentir los ojos de los otros miembros en el, pero en lo único que podía concentrarse era en ti. No quería tener nada más que tenerte encima de su regazo como antes, pero sabía que tenía que contenerse.
El Jefe Mori junto con Chūya preguntaron a Dazai sobre la misión y sobre el hecho de que parecía estarle dando vueltas a algo en su cabeza, parecía preocupado. Dazai salió de sus pensamientos rápidamente.
-No estoy preocupado... estoy bien.- Dijo tratando de sonar casual, aunque solo había escuchado la mitad de lo que Chūya y el jefe habían dicho, ya que su mente estaba ocupada recordando aquella situación del auto... de repente, se formó una pequeña sonrisa en su rostro, por supuesto al recordar tu caída. Pudo mantener su fachada, pero sentía los ojos de Kouyou Ozaki clavados en el, algo bastante raro.
-Bueno, todos, me voy a casa... ha sido un día largo~, ¿verdad, Dazai~?- Dijiste mientras te ponías de pie. -Si... un día muy largo- Respondió Dazai, tratando de mantener su fachada.
Te acercas un poco a Dazai para empezar a hablarle en un tono casi inaudible. -Sabes dónde encontrarme, ¿verdad? Si tus deseos son mas grandes que tu orgullo, te estaré esperando~- -Hm, lo tendré en cuenta...- Dijo después de aclarar su garganta y ocultar el hecho de que estaba algo nervioso.
Tu solo sonreíste, te despediste y fuiste en camino a tu auto para poder ir a casa. Dazai te observó mientras te despedías, sus ojos no pudieron dejar de mirarte incluso cuando desapareciste por el pasillo. Trato de mantener su comportamiento fresco, pero no pudo sacudir la imagen de ti en ese vestido que le parecía tan sexy en su mente.
...
Ya en su casa, más específicamente en su habitación, Dazai se sentó en el borde de su cama, con sus pensamientos consumidos por recuerdos tuyos. Miró el reloj, 2:33 AM, consciente de que ya era tarde y que la mayoría de sus compañeros probablemente ya estaban en casa o dormidos. Considero ir a dar un paseo en su auto para despejar su mente, pero no podía ignorar ese creciente deseo que tenía de verte. Antes de salir, se sentó en su cama unos minutos más, debatiendo consigo mismo antes de finalmente ceder y levantarse de la cama. Se fue silenciosamente de su casa y fue directo hacia la tuya.
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(El auto de Dazai)
Continuará...
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